
Hay animales con mala prensa, la zarigüeya es uno de ellos, pero no se crean, la zoología usa la más sutil ironía. En ZooWeb la describen así: "es el animal más conocido de la familia, pero no suele despertar muchas simpatías; en efecto, a su escaso atractivo físico une un carácter decididamente inconstante."
En lo del atractivo físico no entraremos, ya se sabe que cada cual tiene sus gustos y, por fortuna, todo rasgo disonante acaba encontrando su admirador. El caso es que a las zarigüeyas les beneficia su aspecto. Los depredadores dudan si atacarle o no. Incluso el más voraz, el menos escrupuloso, el hombre, desprecia su carne por su olor nauseabundo. Y eso que luego se comen cosas peores, aunque eso ya es otra historia.
Lo del caracter inconstante no seremos nosotros los que lo neguemos. Sólo añadiremos que toda la comunidad científica se equivoca al definir sus causas. Todos. Se equivocan todos esos mendrugos con cara de importantes, doctorado, gafas y bata.
A ninguno de los expertos se le ocurrió comprobar cómo la zarigüeya pasa el mes de agosto en plácidos asentamientos nómadas, donde ríe, come bayas, salta vallas y se tumba a descansar a la sombra. En septiembre, cuando los bronceados especialistas vuelven a sus observatorios, anotan irritados: la zarigüeya manifiesta estrés, desagrado y agresividad. Claro, en septiembre. ¡Menuda novedad!

Al final es el trabajo diario lo que les desquicia. Con todo ese pelo hirsuto, pasando calor, de aquí para allá. Lo raro sería que no entraran en los gallineros a degollar a las gallinas. Algo tienen que hacer para desahogarse, digo yo.
Dicho esto, la zarigüeya tiene un método infalible para evitar amenazas, para eludir visitas incómodas, para pedir la baja. Se tumba, saca la lengua y se finge muerta con extraordinaria maestría.
En fin, por estas cosas y otras más es imprescindible en el mundo animal. Y lo sabe.
Le gusta:
- Meter el hocico en todo.
- Perder el tiempo en internet.
- Cenar "cualquier cosa"
No le gusta:
- Los coleccionables por fascículos
- Cualquiera que sonría por la mañana
- Que frivolice sobre la vuelta al cole gente que no sabe lo que es tener camadas de 20 crías
.