En su laboratorio secreto el Hombre Revenido, discípulo aventajado del profesor Bostezo, instruye a los concejales del mañana. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesconsin, el humilde centro del Universo.
lunes, abril 29, 2013
Flojera de lunes
¡Epa!
Ese pájaro cabrón se ha llevado mi inspiración.
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HombreRevenido a las
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Etiquetas: Tutoría
jueves, abril 25, 2013
El hecho literario
"Homero es joven cada mañana y el periódico de ayer es ya tremendamente viejo"
Charles Péguy (1873-1914)
La foto (colosal) fue tomada en Londres, el 22 de octubre de 1940.
Extraída de la web de culto: Bookshelf Porn.
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HombreRevenido a las
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Etiquetas: Arte y literatura
miércoles, abril 24, 2013
Cultivado
Encontrar ayer el libro de Molinos en la sección de jardinería de los tenderetes oscenses me dio mucho que pensar. Bueno, pensar... tampoco pensar exactamente, que yo no soy como uno de esos intelectuales mediocres que tienen que pensarlo todo, yo actúo por instinto, cuido el cerebro como un piloto de Fórmula 1 cuida los neumáticos, que a la vida todavía le quedan muchas vueltas y yo voy a 2 paradas.
¿Será que la sabiduría ancestral procede de la tierra? ¿Qué habrán querido decir los sabios libreros de Huesconsin? Ayer no dije nada porque libraba (¡ja! festival del humor), pero hoy he decidido consultar mi biblioteca particular. Creo que la clave está en El Libro.
"La historia e influencia social de la patata" (Redcliffe Salaman) |
Los libros, como los blogs, son a veces inextricables. Por suerte, este tiene muchos dibujos...
La famosa "Patata de Vitruvio" de Leonardo |
La influencia de la patata en el devenir del planeta es grande. Poco a poco se han ido acumulando evidencias. Contrariamente a los que afirman que la patata la trajeron los españoles de América, muchos religiosos observan que la patata fue, sencillamente, un regalo divino.
Por eso los católicos llaman "Papa" al Sumo Pontífice.
Tomad y comed todos de ella |
La tradición judía tiene mucho que ver. En los manuscritos de Qumrán, los famosísimos Rollos del Mar Muerto, se descubrió que, contrariamente a lo que se creía, Adán y Eva mordieron una patata y no una manzana. Además, es de dominio público que el misterioso maná que Dios ofrecía a los israelitas en el desierto era... patata rellena.
La partición de la patata gigante. |
También en el Extremo Oriente se tiene una fijación grande con las patatas.
Ración de patatas fritas mediana |
Porque la biología clásica sostiene que la patata es un animal que se oculta, como la lombriz-topo. ¿Pero no podría tratarse también de un vegetal y que esté enterrado en la tierra como si de una raíz se tratara?
Los hay que afirman que es un mineral procedente del espacio. Se basan en evidencias gráficas:
Como la patata, del polvo nacemos,
y a él regresamos siempre que podemos.
Así sonaba el clásico de La Trinca, filósofos metódicos que profundizaron en el asunto de la patata como piedra angular de la evolución y de la civilización.
A la patata tápala, dice el palíndromo anónimo.
Árbol: obra.
Sorbí libros.
O sea, eso.
Dice un proverbio árabe que un libro es como una jardín que se lleva en el bolsillo. Tras mucho rebuscar ya tengo el Moli-libro, el mío, el que quemaré si no me gusta.
Y no había una X que marcara el lugar. Ha sido como encontrar una patata silvestre, el oro marrón, la joya oculta de la huerta, el centro de nuestra actual civilización y la siguiente. Enterrada como el cofre del muerto (¡oh oh oh, y una botella de ron!).
Como siempre, la horticultura es la solución.
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Etiquetas: Arte y literatura, Filosofía, Naturales, Religión
lunes, abril 22, 2013
La vieja gasolinera (y el periodismo primate)
La vieja gasolinera es ahora un apeadero para las diligencias, los jinetes y los caminantes. Si lo necesitas, puedes cambiar una herradura o sacarte una muela. El precio, el operario y los utensilios apenas cambian. Es la nueva economía. Sin petróleo y sin internet, o lo que es lo mismo, sin grandes viajes y sin opiniones negativas en la web, ha vuelto el hombre renacentista, lector metódico y aprendiz de todo.
Germán, el encargado, el héroe moderno, pasa la fregona con mimo. El agua escasea, pero hay un honor quijotesco que le obliga a ello.
El apocalipsis financiero no había resultado tan sucio y polvoriento como se suponía. La gente tomó conciencia de que era responsabilidad de todos mantener la higiene. Contra el colapso económico nada pueden hacer, pero tampoco van a renegar ahora de sus principios morales.
El mensaje transmitido por tantas madres, generación tras generación, ha calado hondo. Si se produce el desastre inminente, la guerra nuclear, al menos nos pillará con la cocina y la muda limpia.
* * * * *
Esta humilde visión del fin del mundo me ha valido un premio, inmerecido, por supuesto, ¿pero acaso merezco tener que aguantaros a vosotros todos los días?
Ha sido aquí, en el arrecife de microrrelatos varados del Perro con Monóculo en Unfollow Magazine.
La semana pasada estábamos sorteando un libro y ayer gano uno para mí. Es curioso.
Si no conocéis Unfollow no tenéis perdón.
Jóvenes periodistas haciendo periodismo del bueno, con descaro y aplomo, con profundidad y mucho sentido del humor. Yo soy el primero que echa pestes sobre la prensa convencional, vendida al mejor postor y regalada al mejor impostor, pero se me pasa cuando leo a gente que es capaz de desafiar la baratija habitual para intentar pulir joyas (o como sea diga en el argot de los joyeros).
Unfollow Magazine: Ya hablé bien de ellos antes de que me dieran este premio ¿eh?. Hay un link que lo demuestra.
Ahora una imagen promocional:
En UM hay entrevistas. Por ejemplo, esta de Ana Boyero al gran Javier Cansado.
Hay reportajes, como este "Corresponsales, crónica de una muerte anunciada" de Carlos Camino.
Las columnas tienen un nivelazo importante. Me parto, por ejemplo, con el "Digamos NUNCA al NO" de Xavi Puig. O este Horóscopo de Kike García, anticipando una noche movida.
Acostumbrados a la sucia, alevosa y estúpida información deportiva de masas, textos como este de Guillermo Ortiz le reconcilian a uno con el periodismo: "Federer Vs Sampras, el partido que cambió la historia del tenis".
¿Qué más queréis? Pues además hay cortos. Os he seleccionado dos: Lo-Fi "Miranda" de Oriol Puig. Y el que se estrenó ayer mismo: "Sergio" de Nacho Sánchez Quevedo.
Lo dicho. Ganar un premio de microrrelato está muy bien. Pero que te premie gente que sabe lo que hace, le da mucho más valor.
Así que ya podéis visitar Unfollow Magazine. Son el futuro, son la hostia.
Son mejor que beber.
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Etiquetas: Arte y literatura, Lecturas
viernes, abril 19, 2013
Lluvia en Hollywood
¿A vosotros os han llamado de Miramax? ¿no? Ah, pues entonces habrá sido a mí.
Que Dios mande un bombardeo de fuego sobre la Santa Sede si miento.
Por lo visto, la historia de "Lluvia en Roma" ha llamado mucho la atención en Hollywood, huérfano de grandes ideas desde "Serpientes en el avión".
"Un gran secreto amenaza a la Iglesia católica y sólo un hombre puede hacerle frente", con ese high concept, los ejecutivos de la productora piensan arrasar en taquilla (sin descartar otros formatos: videojuegos, cómics, figuras articuladas, camisetas y pijamas). Todavía no se sabe si conservarán el título "Lluvia en Roma" o lo cambiarán por "Supersecretos misteriosos en el Vaticano".
El caso es que John Malkovich está a tope con el proyecto. En la primera llamada de mi agente USA (el bueno de Ari Gold), se habló de que no sólo dirigiera, sino que también interpretara el papel del Santo Padre. John es un ferviente seguidor del blog (¡un saludo!) aunque, como no se aclara con lo de los usuarios de blogger, siempre comenta como Anónimo.
Al final, en posteriores contactos, ha salido el nombre definitivo del actor que hará al prota, el galés Jonathan Pryce.
¿Qué os parece?
El reparto no está cerrado al 100%, así que estamos abiertos a escuchar vuestras propuestas.
De momento, la elegida para encarnar a la Hermana Fernández es Diane Lane.
Se confirma que el papel de Bud Spencer será interpretado por... Bud Spencer.
Los estudios no han escatimado esfuerzos. Para el papel del Padre Collombo tendremos a Adrian Brody.
Y atención al cameo de Michael Caine en chándal, en el rol del Cardenal McGreen.
Los dos sicarios, el bajito y el kinki, tienen muchos pretendientes. Aunque las conversaciones están muy avanzadas con Ethan Cohn y Norman Reedus.
El rodaje empezará en septiembre. Así que el estreno no será antes de 2014. Tiempo suficiente para que lo olvidéis todo y volváis a sorprenderos de nuevo gritándole a la pantalla: "¡Reza! ¡reza, idiota!".
Gracias a todos.
Ya sé que no sois reales, que todos vuestros comentarios los escribo yo por las noches, pero sin vuestro apoyo imaginario, no hubiera sido posible esta película imaginaria.
Que Dios mande un bombardeo de fuego sobre la Santa Sede si miento.
Por lo visto, la historia de "Lluvia en Roma" ha llamado mucho la atención en Hollywood, huérfano de grandes ideas desde "Serpientes en el avión".
"Un gran secreto amenaza a la Iglesia católica y sólo un hombre puede hacerle frente", con ese high concept, los ejecutivos de la productora piensan arrasar en taquilla (sin descartar otros formatos: videojuegos, cómics, figuras articuladas, camisetas y pijamas). Todavía no se sabe si conservarán el título "Lluvia en Roma" o lo cambiarán por "Supersecretos misteriosos en el Vaticano".
El caso es que John Malkovich está a tope con el proyecto. En la primera llamada de mi agente USA (el bueno de Ari Gold), se habló de que no sólo dirigiera, sino que también interpretara el papel del Santo Padre. John es un ferviente seguidor del blog (¡un saludo!) aunque, como no se aclara con lo de los usuarios de blogger, siempre comenta como Anónimo.
Al final, en posteriores contactos, ha salido el nombre definitivo del actor que hará al prota, el galés Jonathan Pryce.
¿Qué os parece?
El reparto no está cerrado al 100%, así que estamos abiertos a escuchar vuestras propuestas.
De momento, la elegida para encarnar a la Hermana Fernández es Diane Lane.
Se confirma que el papel de Bud Spencer será interpretado por... Bud Spencer.
Los estudios no han escatimado esfuerzos. Para el papel del Padre Collombo tendremos a Adrian Brody.
Y atención al cameo de Michael Caine en chándal, en el rol del Cardenal McGreen.
Los dos sicarios, el bajito y el kinki, tienen muchos pretendientes. Aunque las conversaciones están muy avanzadas con Ethan Cohn y Norman Reedus.
El rodaje empezará en septiembre. Así que el estreno no será antes de 2014. Tiempo suficiente para que lo olvidéis todo y volváis a sorprenderos de nuevo gritándole a la pantalla: "¡Reza! ¡reza, idiota!".
Gracias a todos.
Ya sé que no sois reales, que todos vuestros comentarios los escribo yo por las noches, pero sin vuestro apoyo imaginario, no hubiera sido posible esta película imaginaria.
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Etiquetas: Audiovisuales, Tutoría
jueves, abril 18, 2013
Mi planeta favorito
Sala de partos
Empuja
¡Empuja!
¡EMPUJA!
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Etiquetas: Arte y literatura, Idiomas
martes, abril 16, 2013
La madre de todas de las rifas
El libro, también es gentileza de la autora.
Pensadlo bien. Lo ha escrito. Lo ha editado. Ahora os lo regala. Sólo le falta ir a vuestras casas a leéroslo en voz alta.
Me gustaría poder regalar 81 libros, pero sería la ruina y, además, se perdería la emoción del sorteo.
Otra opción sería sortear 80 libros, y dejar a uno de vosotros sin el premio. Que crueldad. Tomo nota para futuros concursos.
¿Estará amañado el sorteo? ¿cómo nos podemos fiar de este demente? Parece que os leo el pensamiento. Y eso a veces es jodido, no os creáis.
El método elegido es transparente. Os explico:
Tú, amado lector-elector, tendrás adjudicado un número de dos cifras.
Si coinciden con las últimas dos cifras (decenas y unidades) del número premiado del Cupón de la ONCE del 17 de abril de 2013 (mañana), el libro es tuyo.
A continuación la lista de participantes.
Si falta alguien que votó y no aparece, que lo diga.
Algunos estáis registrados en blogger, o venís de twitter o de facebook. A otros os conozco personalmente. A esos os tengo localizados.
Pero los que firmasteis solamente con un nick, podéis mandar (si queréis) un email a academiadechimpances(arroba)yahoo.es , sólo para decir: XXX soy yo. No vaya a ser que después haya lío.
De todos modos, en la Academia somos gente de bien.
Si veis que vuestro nombre sale dos veces porque tenéis nicks diferentes, o por lo que sea, avisad también.
01. MuTrA - 02. Anónima sin más - 03. Un tipo cualquiera -
04. Sandra - 05. El chico de los tablones - 06. Pazzos -
07. Lore (1) - 08. Gonzalo Viveiró Ruiz - 09. Phaskyy -
10. Anniehall - 11. Ana - 12. Caelete - 13. Nisi - 14. Yo y mis mini yos - 15. Sweety - 16. Peter - 17. Speedygirl - 18. Oso - 19. NáN - 20. Arantxa - 21. Chic - 22. Bicnaranja -
23. Anusky66 - 24. El niño desgraciaíto - 25. Niamh - 26. Rita - 27. Txipi - 28. Bego - 29. Exseminarista yeyé - 30. Papalobo - 31. Irene - 32. Issa - 33. Mhergo anónima - 34. María Luisa - 35. Lore (2) - 36. Afra - 37. Burbuja - 38. Hans - 39. Vanlat - 40. Pétalo - 41. Una astrofísica por el mundo -
23. Anusky66 - 24. El niño desgraciaíto - 25. Niamh - 26. Rita - 27. Txipi - 28. Bego - 29. Exseminarista yeyé - 30. Papalobo - 31. Irene - 32. Issa - 33. Mhergo anónima - 34. María Luisa - 35. Lore (2) - 36. Afra - 37. Burbuja - 38. Hans - 39. Vanlat - 40. Pétalo - 41. Una astrofísica por el mundo -
42. Pasabaporaquí - 43. Carmen J. - 44. Pilar (1) -
45. Hermano E - 46. Evelyn - 47. Ameliaqp - 48. Kermita -
49. Patricia - 50. Clarissa - 51. Pilar (2) - 52. Lorena - 53. Alber - 54. María Merino - 55. Dani-elornitorrinco - 56. Pijacosadora - 57. Min - 58. Carmentecnoep - 59. Aras - 60. Mrs. Nancy Botwin - 61. Nemo - 62. Loretxo - 63. Laurel - 64. Piliw.ena - 65. Nubian Singer - 66. David Lasanta Rica - 67. Tito Kim -
68. Silvia - 69. Gallinica de corral - 70. Oscar Senar Canalis - 71. C_grant - 72. Bich75 - 73. Monikova - 74. Adele Sierra - 75. Sergi Ginovart Gómez - 76. Txabi Albert - 77. Carolina Milan González - 78. Irene Andrés Piris - 79. Silvia Yarhar Fiddle Didee - 80. Elena Redondo Rodríguez - 81. Mariela Guzmán
¿Qué ocurriría si la terminación del número premiado de mañana estuviera comprendida entre el 82 y el 00?
Gana la banca, el libro e mío, ¡venid a quitármelo! Nooooo, tranquilos.
Si no hay ganador el miércoles, el sorteo se vuelve a repetir el jueves (con las mismas papeletas y condiciones). Si tampoco tenemos ganador; el número será el del Cuponazo del viernes. Y si no el del sorteo de Fin de Semana del sábado. Y si no el del domingo. Así hasta el infinito.
La suerte está echada, camaradas.
Gracias por participar y mucha suerte a todos.
_________________
Actualización
El número ganador del cupón de hoy es el 22453.
Esto es, cogiendo las dos últimas cifras, la papeleta ganadora es la 53.
Enhorabuena a Alber por su premio.
_________________
Actualización
El número ganador del cupón de hoy es el 22453.
Esto es, cogiendo las dos últimas cifras, la papeleta ganadora es la 53.
Enhorabuena a Alber por su premio.
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Etiquetas: Arte y literatura, Tutoría
domingo, abril 14, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (y 6)
Roma, 24 de marzo
Tras pasar una noche agitada, Francisco tarda en levantar cabeza. Lleva el sobre del difunto Ratzinger en el bolsillo y cada cinco minutos comprueba que sigue allí (un par de veces incluso lo nota vibrar). Tras el ángelus vuelve a su estancia. Saca el sobre. Se sienta. Lo mira. Vuelve a abrirlo y repasa su contenido. Por un lado, una tarjeta con las instrucciones para recuperar el dinero robado. Francisco clava los codos, se concentra unos minutos, la memoriza y la quema. Luego se fija en dos llaves antiguas, una de oro y otra de plata. Las guarda en el bolsillo del disfraz papal. Por último, saca del sobre un diskette. ¿Dónde va a encontrar en el año 2013 un ordenador que lea diskettes?. En la biblioteca secreta del Vaticano, piensa. Esos ordenadores nunca están ocupados.
La biblioteca es un lugar inexpugnable. Todas las medidas de seguridad son pocas para albergar incunables que no tienen precio. Por no hablar de la información confidencial guardada durante tantos siglos. El diskette-cabaña da cobijo a un solo archivo: priores.txt
Al abrirlo aparece una lista cronológica de todos los líderes de la extraña hermandad. Los ojos del papa se detienen, sobre todo, en aquellos que le resultan familiares...
Carlo Pedersoli, Alfonso de Borbón, Robert Kennedy, Aldo Moro, Giuseppe Di Vittorio, Henri Poincaré, Leopoldo I de Bélgica, Denis Diderot, Cosme III de Médici, Gian Lorenzo Bernini, el papa Inocencio X, Pietro Perugino... la lista es heterogénea, pero el nombre de Pietro Perugino activa un resorte interior en la cabeza del Santo Padre. Durante la comida sigue dándole vueltas al asunto.
- ¿Me ha hecho llamar, Santidad? - la Hermana Fernández se presenta con una sutil reverencia, casi irónica. La relación entre ambos se ha estrechado bastante en las últimas jornadas.
- Quiero consultarle algo. El tipo del museo, el gemelo, ¿tienen el vídeo?
- Sí, ya se lo enseñé...
- No no - interrumpe Francisco - ese no. Necesitaría ver el vídeo de su visita a la Capilla Sixtina.
- Se lo busco inmediatamente. Soy toda suya. - Contesta la monja, ferviente. El Santo Padre se ruboriza.
- Aquí, ¿lo ve?
- No
- Acérquese más, que no muerdo.
Francisco se aproxima al iPad y distingue la silueta del hombrecillo, en blanco y negro.
- Pasó mucho tiempo en la Capilla, sí, pero solamente se fijó en dos frescos de la pared norte. - La Hermana Fernández siempre cumple su trabajo con precisión.
- Sí, ya lo veo. - El Santo Padre sonríe. - Sólo hay una forma de saber lo que eso significa.
Desde el anuncio de la quiebra vaticana, se había multiplicado el hermetismo y se habían suspendido las visitas turísticas. Francisco y su jefa de espionaje se encuentran la Capilla Sixtina vacía.
- Primero se detuvo allí. - El papa sigue el recorrido de la grabación. Mira el fresco de la pared. - Frente a la "Entrega de las llaves a San Pedro", del maestro renacentista Pietro Perugino.
Conoce bien esa imagen. Jesús entrega las dos llaves del Reino de los Cielos a su apóstol más querido. Son las dos llaves del emblema papal, pero Francisco piensa en las dos llaves que guarda en su bolsillo. Sigue sin encontrar la relación.
- Y luego...
- Luego vino exactamente... - se desplaza con zancadas largas - hasta aquí. "El Bautismo de Cristo", obra de Pietro Perugino.
- ¿El mismo autor? - se sorprende la Hermana Fernández.
- Extraño, ¿verdad?
Las dos elegantes recreaciones de la vida del Mesías podían estar escondiendo claves del enigma. Salvo el estilo pictórico, la única similitud entre ambas imágenes era la repetición constante de la figura de Jesús. Incluso en el fresco del bautismo había colocado juntos a dos de ellos, representando las dos visiones paralelas de Jesús, la divina y la humana, como hábilmente destacaban los expertos.
No puede sacarse de la cabeza el poderoso secreto que Ratzinger le había querido desvelar antes de morir. Pero el alemán había insistido en que "fue descubierto durante el Concilio", y esos frescos llevaban allí cinco siglos.
Comprobación rutinaria: Las llaves siguen en el bolsillo, pero ¿dónde ha guardado el diskette?. Regresa a la biblioteca secreta. No, en la rendija del ordenador no está, qué cabeza la suya. ¿Y entonces? ¿dónde lo ha podido dejar?
- ¿Está buscando esto? - escucha la misma voz retumbante de la habitación 616 del hotel Rocamar de Sitges. 3 estrellas, wifi gratuito, minibar, habitaciones renovadas.
Francisco reconoce al hombre que sostiene con dos dedos el diskette. Se siente turbado.
- ¿Pero ustedes entran aquí como San Pedro por su casa? - le espeta, indignado.
- Somos los cerrajeros de Dios, no tenemos barreras - responde Bud Spencer, y en seguida pasa al ataque - ¿Cómo le ha ido la misión que le encomendamos?
- Precisamente ahora me iba a poner con lo vuestro. Mañana os digo algo. - Sale al paso el Santo Padre.
- Mejor hablemos ahora. ¿Qué dijo el viejo?
- Nada.
- ¿Nada? ¿Pues entonces de qué nos sirve usted vivo? - lanza la pregunta al aire, saca un 38 y le apunta con desdén.
Francisco sabe que es inútil pedir ayuda: A estas alturas de la historia tampoco puede pedir un milago (ay, piensa, si hubiera rezado más...)
- Antes de matarme podría contarme ese gran secreto que les hace tan poderosos - intenta ganar tiempo y, de paso, saciar su curiosidad - total, me va a matar igual...
- Me encantaría pero tengo mucho lío hoy por la tarde. Prepárate a morir.
Se escucha el clic del percutor.
Luego se escucha un disparo. Pero no es un disparo normal, parece de juguete. No resuena en la quietud de la biblioteca. Francisco se palpa y está entero, sin agujeros. Mira a su interlocutor e interpreta la mueca de su rostro. El orondo cuerpo se derrumba tras varios segundos tambaleándose. Justo detrás, descubre a la Hermana Fernández empuñándo una glock 17 con silenciador (el arma favorita de las monjas).
- ¿Quién era? - pregunta.
- Nuestro enemigo - responde él.
- Pues ya está, se acabó. - Sentencia ella.
- No, nada de eso, que lo tienen repe.
El papa sabe que de esa religiosa de hermosos ojos puede fiarse. Decide contarle el lugar exacto en el que se han estancado sus pesquisas. El descubrimiento accidental de un gran secreto durante el Concilio lo cambio todo. Pero ¿qué descubrieron?. "La cripta", dice la Hermana Fernández, "yo era una niña y recuerdo que fue una noticia de primera plana".
Francisco se golpea la frente con la palma de la mano. La tumba de San Pedro fue encontrada debajo de la actual basílica. La excavación se llevó con un secretismo absoluto y duró años. ¡Ajá!. Cada vez están más cerca, puede sentirlo.
Recorren la necrópolis vaticana, su piedra vieja restaurada. Avanzan por la gruta hasta situarse en una cámara justo debajo del baldaquino. Huele a fruta podrida y a polvo.
- ¿Qué hay allí exactamente? - pregunta el Santo Padre a su intrépida guía.
- Cuando dijiste las palabras "San Pedro", "secreto" y "oculto", en seguida pensé en una urna de piedra a la que nadie presta atención, en el mausoleo contiguo a la cripta y al muro rojo.
Cuando las dos linternas enfocan al unísono la urna, aparece una doble inscripción simétrica del monograma de Cristo (XP). La Hermana Fernández señala una extraña cerradura. Al papa le da un vuelco al corazón, busca en su bolsillo y extrae las dos llaves. Por fin.
- No, son demasiado pequeñas - dice la monja, que observa el proceso con interés.
- No puede ser... - Francisco está convencido de que esas llaves abren un compartimento secreto. Y se resiste a pensar que no es ese. - "Dos llaves para la misma cerradura". - Repite en voz baja la consigna de la Doppia del Popolo que le enseñó Ratzinger minutos antes de morir.
Junta las dos llaves, resolviendo una especie de puzle. Prueba entre temblores y... ¡funciona!.
En una de las 129 habitaciones de la Residencia de Santa Marta, el hombre y la mujer observan un libro muy antiguo (más de 11 siglos, calcula a ojo el pontífice). Palabras. Sólo palabras. Eso era lo que se había convertido en el arma más poderosa de la cristiandad: "El Libro Negro".
Sólo necesitan leer los párrafos que señalan los marcadores de seda de colores. En el primero, se habla del bautismo y a Francisco le evoca el cuadro de Pietro Perugino. Son versículos escritos por el propio San Pedro, y en ellos hace frente a las tergiversaciones milagreras de San Pablo. Pone por escrito la gran verdad que el mundo no está preparado para conocer: Jesús tenía un hermano gemelo.
Con el lenguaje de una confesión, cuenta que la metáfora de la resurrección se convirtió en algo tan influyente que decidieron dar el cambiazo. Fue sólo un truco de prestidigitador, una farsa. Jesús murió y le sustituyó su hermano gemelo.
El efecto del texto es devastador, tanto para la Hermana Fernández como para el Santo Padre. Acaban de descubrir que han consagrado su vida a una mentira y que, desde décadas, quizás siglos, la cúpula del Vaticano ha sostenido la fábula en su provecho.
Ha anochecido. En sus rezos, Francisco le pide a Dios una señal, sea la que sea. O al menos le pide que mantenga un silencio digno en segundo plano mientras ambos, la monja y el pontífice, reniegan de él. Afuera se escucha la tormenta.
Cuando, como hoy, llueve intensamente en Roma, se diría que el aura añeja y apabullante de la ciudad se deshace, que el vertiginoso remolino de matices que son sus calles descansa, que el sempiterno murmullo se reduce a un susurro leve y que algo muere para siempre.
Nicosia, 26 de marzo de 2013
Por la terminal internacional del aeropuerto de Lárnaca, en Chipre, pasean dos recién llegados. Ella viste un vestido naranja que quita el hipo, él un sombrero playero, pantalones de sport, rayban y una camiseta azul de los Pixies. Un taxi les traslada a su suit del hotel Hilton, en Nicosia. Chipre está llena de periodistas que cubren el crack bancario del país, les conviene pasar desapercibidos.
El rayo más fotogénico, el que ocupó todas las portadas y abrió todos los noticieros fue el que cayó sobre la cúpula de San Pedro. Aunque lo grave fue la tormenta eléctrica, las decenas de réplicas que le siguieron. La lluvia paró y dejó paso al fuego, con varios focos, que hicieron el incendio incontrolable. El propio papa ayudó a evacuar cada uno de los edificios, hasta que despareció entre las llamas. "El héroe de Roma", le llamaba el Corriere della Sera, con la deferencia que suele tenerse hacia los difuntos.
Jorge Mario Bergoglio (en adelante Giuseppe Cartone, como indicaba su pasaporte falso) había escapado con la Hermana Fernández (en adelante Oriana Lucchese) por los pasadizos del Vaticano. Ahora, sentado en la cama, piensa en el renacer del catolicismo. Mientras sea pobre, no habrá conjuras. Está en la naturaleza humana, y una vez que se pierde la fe en Dios, sólo queda aferrarse a la naturaleza humana, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Ella pasa a su lado y le dedica una suave caricia en la nuca.
Han cumplido con los procedimientos que el ruso había preparado para recuperar el dinero. 18.000 millones de euros son una fortuna obscena, pero ahora constan a su nombre. De todos modos, todavía no han podido oler ese dinero, el corralito chipriota ha dejado las cuentas bloqueadas. Como siempre: una de cal y otra de arena. Cada avance siempre lleva implícito su retroceso.
No piensan devolverle a la Santa Sede (o a sus corruptas cenizas, más bien) la suma robada. Tienen decidido gestionarla por su cuenta. Desde mañana se dedicarán a seleccionar proyectos por todo el mundo, iniciativas locales, honestas, apasionadas, que merezcan realmente la pena. Cada una de ellas recibirá una donación mínima de 500.000 euros. De esa semilla, piensan, nacerá un futuro un poco mejor.
Sale la Hermana Fernández de la ducha, con microgotas como lentejuelas por toda su espalda morena y tersa. El papa Francisco, el mismo que había sido dado por muerto en el pavoroso incendio de Roma, mira de soslayo a la mujer. Ella siente su mirada y deja caer la toalla.
- Eres mi nueva religión - dice el hombre, poco hábil con los cumplidos.
Ella le sonríe.
- Ven, papito, vamos a recuperar el tiempo perdido.
FIN
___________________
Gracias a todos por participar.
La próxima semana haremos el sorteo del libro de Molinos, permaneced atentos.
Si alguien tiene alguna duda sobre la historia, quiere hacer cualquier consulta sobre el pasado o el presente de los personajes, o ve algún cabo suelto, que lo pregunte en los comentarios.
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HombreRevenido a las
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Etiquetas: Biblioteca juvenil
viernes, abril 12, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (5)
Anda en solitario medio kilómetro. Se siente observado por los viandantes. Lo que le faltaba, ser pillado por un paparazzi así vestido, en pleno escándalo vaticano. El equipo de seguridad toma precauciones hasta comprobar que nadie le sigue. Un taxi les devuelve al aeropuerto en absoluto silencio.
Ya en el jet, todos se inventan excusas para no romper el hielo: "me voy a la lavar los dientes", "me quedan diez páginas del libro que estoy leyendo", "creo que la azafata está endemoniada"... Tras el exorcismo de urgencia, se sientan en sus butacas, se sirven un frangelico, colocan los pies en el masajeador y abren sus corazones.
- ¿Qué ha sucedido allí dentro? - se interesa el Padre Collombo.
- Poca cosa. Tengo un par de pistas sobre el paradero del dinero - responde uraño.
- ¿Nada más? Puede confiar en nosotros - la voz de la Hermana Fernández suena melosa, tranquilizadora y, corrobora Francisco, definitivamente ella le pone ojitos.
- Nada más. Salvo una duda: ¿conocéis una secta o una congregación muy extraña... cómo se llaman... Papado Poulos?
- ¿Doppio del Popolo? - pilla al vuelo la monja.
- Eso.
- He oído bastantes rumores, aunque nada sólido. - El olfato y el oído de la Hermana Fernández siempre han estado dotados de extraordinaria finura - Aparecen en conversaciones sin demasiado sentido, tal vez en clave.
Francisco relata a sus compañeros de viaje la causa de la reaparición misteriosa del envenenado bajito. "No es el mismo, ¡es su gemelo!". A veces, las respuestas más simples son difíciles de encontrar. A la mente le seducen más los patrones enrevesados. Mientras sus colegas duermen un poco, Francisco reflexiona. Siente una enorme responsabilidad, como si, en los últimos días, sus pasos hubieran estado guiados por votaciones ecuménicas del catolicismo en pleno. Joseph Ratzinger va a tener que darle una explicación convincente.
Se cambian de ropa poco antes de aterrizar. Al llegar al Vaticano, el Santo Padre da una última orden. Entran al calabozo y al kinki se le abren los ojos como pizzas.
- No esperabas volver a verme ¿verdad? - Francisco se permite una alegría.
- Yo... yo... - titubea el detenido y se señala un tatuaje en el dorso de la mano, un dibujo sencillo de dos llaves.
- ¿Da usted su permiso para probar la nueva máquina de descargas eléctricas? - solicita el Padre Collombo.
- Algún día habrá que estrenarla ¿no?.
Ya en la cama, Su Santidad se encomienda al Altísimo pidiéndole un poco de comprensión. Si su misión es mantener en pie el tinglado, está obligado a ser duro. Cuando los Estados Pontificios dominaban el mundo, los papas lideraban ejércitos, saqueaban, conspiraban, cometían incesto. Se trata sólo de un paréntesis en la habitual piedad. "Nadie echa vino nuevo en odres viejos", dejó dicho El Jefe.
Roma, 23 de marzo
Despierta Francisco entre pesadillas informes. Abre un ojo, se frota con los nudillos para despojarse de sus santas legañas. No sé da cuenta y se mete el Anillo del Pescador en el ojo. "Pues sí que empezamos bien". Mira su armario. ¿Qué se pondrá hoy? ¿Algo blanco tal vez? No tiene otra cosa. Al menos va a calzarse los célebres zapatos rojos. El viejo alemán sabrá apreciar el símbolo de jerarquía que eso supone.
Desayuna poco porque se le atraganta el resumen de prensa que le ha preparado el gabinete. Hoy le critican con más crueldad que ayer. "Abandona a su suerte al rebaño", "Ha cogido unos kilos", "No da la cara"... para ruedas de prensa estoy yo ahora, piensa.
El convento Mater Ecclesiae, en la colina Vaticana, es una edificación tranquila que habitualmente huele a naranjos y a rosas. Aunque esa mañana todo siga oliendo a humedad y a presagios funestos. El papa mira al cielo. Esas nubes, ¿a qué esperan para irse? a Venecia, por ejemplo.
El romano pontífice emérito Ratzinger le recibe en la cama. Está débil, enfermo, es la viva imagen de un hombre consumido por una gran inquietud.
- Hoy no me encuentro muy católico - dice el bávaro. Se pone la túnica sobre el esquijama. Se ajusta una gorra de la Caja Rural. - Para no peinarme - dice y sonríe, hasta que la fuerte tos suspende todo ejercicio de cortesía.
- Si quiere vuelvo mañana - Francisco le observa, vulnerable como un pajarillo.
- No. Tiene que ser hoy. Esta conversación es necesaria.
Se sientan en una sala rancia, como dos antigüedades más.
- Usted sabía que intentarían matarme - comienza el Santo Padre (el oficial).
- Tenía que asegurarme de que no era uno de ellos - le dice Ratzinger - por eso fui tan ambiguo con las advertencias.
- Lo intentaron.
- Y por lo que veo, no lo consiguieron. Bien por usted, le daré un caramelo de café con leche. Ahora escuche lo que tengo que decirle. Imagino que está aquí por el dinero. Hay que ser muy cabrón para filtrar algo así a la prensa.
- Ya - en ese momento Francisco desea que le trague la tierra.
- Habrá sido ese cotilla del Cardenal McGreen, o el español, ese como-se-llame. La D lo controla todo.
- ¿La D? - se interesa el pontífice, aliviado de no estar en el foco de las sospechas.
- Ellos - continúa el prepontífice - ya sabe a quiénes me refiero.
- Ahí quería yo llegar. Necesito que me lo cuente todo desde el principio.
Comienza Joseph Ratzinger una penosa explicación, interrumpida por la asfixia y los golpes de tos. Existe un secreto tan poderoso que por sí mismo puede derrumbar la muralla de la Santa Sede, un secreto al que la Doppia accedió de forma accidental en pleno Concilio Vaticano II.
Su programa exigía tiempo y una impecable planificación de recursos humanos. 19 años después, cuando el plan ya estaba maduro, fracasaron en su primer cónclave. En apenas 33 días lo subsanaron, con una muerte misteriosa y sin autopsia oficial.
Después sí, el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, fue su primer hombre fuerte.
El 13 de mayo de 1981, Juan Pablo II fue asesinado por el turco Ali Ağca, en la Plaza de San Pedro, a la vista de todo el mundo. Nada sucedió. Fue sustituido por su gemelo secreto y el proyecto de dominio absoluto de la Iglesia siguió adelante.
- ¿Y sabe a quién prepararon para sustituir al polaco? - la mirada de Ratzinger se ha vuelto de acero.
- ¿A usted? - responde Francisco, apocado, con un hilo de voz.
- No, a mí hermano gemelo.
Les prepararon durante años para ocultarlo, para ser 2 en 1. Se formaron y ascendieron pronto en la carrera eclesial. Un día su hermano le trajo la buena noticia. No sintió miedo, sólo un poso vergonzante de envidia.
- En realidad no fue ningún privilegio para él. Fue muy duro desde el principio. - Los ojos del anciano se llenaron de lágrimas. - No hace ni dos años, al volver de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, perdió el juicio, enloqueció por completo. Está recluido aquí mismo, en la segunda planta, ni siquiera es capaz de reconocerme. Le desecharon como a un pañuelo de papel usado. Se deshicieron de él sin mostrar ningún atisbo de compasión.
- Entonces... ¿usted le sustituyó? - Francisco no da crédito.
- Me obligaron. No habían tenido tiempo de preparar el relevo.
- Es horrible. - el Santo Padre suda agua bendita.
- "Dos llaves para la misma cerradura", esa es la consigna. Por ella matarán y extorsionarán a quien sea.
El Ratzinger bis ideó entonces una jugada maestra que le permitiera mantener algún as en la manga. Fue leal, obediente, y cuando los sustitutos estaban preparados, formalizó su renuncia. Unas semanas antes, sacó el dinero con un mecanismo financiero ideado por el cómplice más extraño que uno pueda imaginarse, el enigmático matemático ruso Grigori Yakovlevich Perelman.
- Por lo que veo, han vuelto a confiarse demasiado y han terminado perdiendo otro cónclave. La soberbia es su talón de Aquiles. - La cara del alemán continua el recorrido de su metamorfosis y se tiñe de un rojo encarnado poco halagüeño.
- Beba agua, Joseph... bueno, como se llame...
- No me diga lo que tengo o no tengo que hacer. La fuga de capitales fue algo audaz, tal vez demasiado. Imagino que ellos le han enviado a visitarme porque no saben cómo resolverlo.
- Sí... Pero yo no quiero hacer tratos con esa gentuza. Intentaron matarme, por el amor de Dios. Dígame cómo resolverlo. - Francisco deja a su corazón elegir entre las piezas blancas y las negras. No duda, elige el bando de los que no echan veneno en las tazas de los demás.
El anciano le entrega un sobre.
- Guárdelo como si su vida o la de San Ignacio de Loyola dependiera de ello. - ordena, autoritario.
El papa 2.0 se guarda el sobre en el bolsillo.
- Hay algo que no comprendo - a Francisco todavía le queda una cosa por aclarar - ¿Cuál es ese secreto que ha sido capaz de generar un poder tan enorme?
El alemán le escanea, de izquierda a derecha.
- Es justo que lo sepa. Se lo contaré... - inicia su frase el replicante Joseph Ratzinger. Se detiene pensativo, sereno, concentrado, parece buscar las palabras exactas, parece buscar el aliento con el que articularlas, con el que... "¡Por todos los demonios, no respira!"
El Santo Padre sale a buscar ayuda pero no hay remedio. Su interlocutor fallece.
Y encima se pone a llover de nuevo.
Francisco se queda estupefacto por la historia, por el clima y por la impresión.
* Si quieres que la aventura acabe bien, vota BIEN.
* Si prefieres que acabe mal, vota MAL
* Si por el contrario quieres un final abierto que nos deje a todos con el culo torcido, como si hubiéramos perdido una semana entera de nuestras vidas en una intriga que no tenía ni pies ni revés, vota ABIERTO.
Esta será la última oportunidad de votar. Como siempre, puedes hacerlo en los comentarios del blog, en la página de facebook o con una mención en tuitter.
El domingo a media tarde se hará el recuento y sobrevendrá el esperado final.
El hecho de participar te da derecho a entrar en el sorteo del libro "Una madre sin superpoderes" dedicado por su autora, Molinos, y las princezaz (protas del mismo).
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jueves, abril 11, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (4)
Sitges, 22 de marzo
Era una insensatez hacerle caso a un asesino confeso. Pero la situación desesperada exigía asumir riesgos. El kinki recitó una dirección de memoria. Todos se quedaron sorprendidos. ¿La habitación 616 del Hotel Rocamar de Sitges? ¿Qué clase de broma era esa?.
Con absoluto secretismo, el jet privado de la Santa Sede vuela de madrugada hasta el Prat. El equipo lo conforman tres personas: el Papa Francisco, con un pasaporte falso a nombre de Giuseppe Cartone, el cura-investigador Filippo Collombo y la implacable Hermana Fernández. Se han camuflado como turistas, porque una gabardina tapándoles la cara (con ese sol primaveral) sólo atraería más sospechas. Los pantalones de sport, las rayban, la camiseta blanca y un sombrero playero dan a Su Santidad un look diferente. No mejor, diferente.
- ¿Por qué hay un arco iris en mi camiseta? - se interesa por los detalles Francisco.
- Porque queda desenfadado, yo qué sé, queda yeyé - le responde el Padre Collombo. Ninguno de los dos hombres, doctores en teología, ha aprobado siquiera la EGB de la moda.
Toman un taxi muy serios. El taxista les recibe con el notición de la mañana: "Por lo visto se han gastado todo en juergas, o en niños, o en juergas con niños..."
Francisco frunce el ceño, perdonar es comprender, se repite a sí mismo. Sus acompañantes cuestionan intrigados al taxista. "¿Cómo que quién? ¡Los curas! Andan caninos, jajaja, no pagan ni a Dios".
- Eso ser insidia - responde a la blasfemia el Padre Collombo, con su español macarrónico, desabrochándose un botón de la camisa hawaiana.
- Lo han dicho en la radio.
- ¿Cuál radio?
- En la COPE.
- Ops...
Caminan por el paseo marítimo de Sitges. El lugar y el atuendo parecen elegidos a la perfección. Son como el hombre invisible de Ralph Ellison, que era invisible porque nadie le quería ver. Quién podría sospechar que la Hermana Fernández, con su atrevido vestido naranja, es en realidad la más célibe y santa de todas las dominicas.
El robo del tesoro pontificio, el intento de homicidio, la reaparición misteriosa, la cita... los tres saben que esas cuestiones justifican adentrarse en la habitación 616.
Es la hora. La Hermana Fernández toma inocentemente la mano del pontífice, la aprieta en un gesto cómplice que trata de transmitir confianza y valor. Francisco respira profundamente un par de veces, se santigua y escupe el chicle. Los escoltas toman posiciones cerca del hotel mientras el líder de la cristiandad camina en dirección al mostrador de recepción.
Sube las escaleras. El corazón bombea con ciertos apuros su sangre granizada.
Golpea con los nudillos repitiendo la contraseña. Toc-toc (primero dos), Toc (luego uno), Toc-Toc-Toc (y finalmente tres). El número pin es correcto y la puerta chirría. Francisco espera cualquier rostro menos el que sus ojos observan en ese momento.
¿Cómo? ¿él? ¿aquí?
Mecánicamente, el esbirro le cachea con esmero y le hace un gesto displicente con la mano derecha, "entre". Luego abandona la estancia cerrando la puerta. ¿Ha sido una alucinación o tenía el mismo pelo grasiento, los mismos tatuajes y el mismo parche en el ojo que había presenciado varias horas atrás en los calabozos del Vaticano?.
Un tosido grave le saca de su estupor.
- Ejem. Antes de nada, discúlpenos por aquello de quererle asesinar. - A contraluz, junto a la ventana, se distingue una voluminosa figura. - Entiéndalo, usted no es uno de los nuestros. Y desde el Concilio, la norma exige que sea... digamos... eliminado.
- ¿Está diciendo...?
- Sí, estoy diciendo lo que ha oído. Juan Pablo I fue mucho más obediente y se bebió el poleo menta.
Francisco siente de repente mucho calor. Se quita el sombrero y lo usa como abanico.
- ¿Tiene sed? ¿quiere tomar algo? - pregunta el amable espectro.
- No, mejor no. Nunca tomo veneno por las mañanas.
Su interlocutor suelta una enorme carcajada.
- Claro, toda prudencia es poca. De todas formas, he de decirle que jamás nos hubiéramos imaginado que estaba usted tan loco - continúa retumbando su voz.
- ¿Por qué lo dice?
- ¿Por qué lo digo? ¿Ha visto usted la prensa, los noticieros...? ¿Acaso ha visto cómo usted, Nerón frívolo, ha incendiado internet?
- Ah, eso - el Santo Padre traga saliva.
- ¡Está en todas partes!. Mire - y le enseña desde lejos lo que parecen periódicos de colores - esto son portadas de la prensa deportiva, ¡la prensa deportiva!: Marca: "Católicos a segunda", Sport: "Pobres como hindús". Definitivamente, la ha liado parda.
- No me diga que usted también lo sabía.
- No, amigo. Seré sincero: mi intención era asesinarle en cuanto entrara por esa puerta. Pero al conocer las nuevas circunstancias, lo del desfalco y la bancarrota, hemos tenido que cambiar de idea. Le necesitamos.
Los ojos de Francisco se van adaptando a la luminosidad de la habitación, pero sigue sin poder distinguir el rostro del hombre.
- Todavía no sé quién es usted.
- Oh, disculpe. Qué torpeza la mía - entrecierra la cortina. Francisco le mira con atención. Esa barba la ha visto antes en tantas películas...
- Usted es...
- Soy igual.
- ¿Entonces no es...?
- No lo soy.
- Pero es...
- Soy igual.
Francisco no es un gran experto ni en cine ni en actores contemporáneos. No conoce a Robert Pattinson, por ejemplo, aunque imagina que es parecido a Josh Hutcherson, a quien tampoco conoce. Pero su interlocutor es un mito de la doble sesión de los sábados, allá en su Buenos Aires querido. Le ha reconocido sin ningún lugar a la duda, se trata de Bud Spencer.
- Somos... - con ese plural, el hombre lee el pensamiento del Papa, que no se quita de la cabeza al guardia de la puerta y al visitante fantasma del museo - ¿cómo decirlo? somos réplicas genéticas perfectas.
- ¿Réplicas genéticas perfectas? ¿Y eso es legal?
- Claro. Nadie se ha atrevido nunca a hacer una ley contra los gemelos monocigóticos.
Así que es eso, gemelos. El Bud Spencer bis se presenta como el prior de una orden religiosa de la que Francisco no ha escuchado hablar jamás, la Doppio del Popolo. Su código de conducta, continúa explicando, está extraído del "Libro Negro".
- El libro negro es una leyenda. Ni siquiera es apócrifo porque nunca se ha encontrado un solo manuscrito. - Francisco es un estudioso estricto.
- Crea usted lo que quiera. Piense que si Simón Pedro escribió realmente ese libro, no conocerlo le inhabilitaría inmediatamente para ocupar su silla.
- ¿Me está amenazando? - se defiende el pontífice.
- No, de ninguna manera, no me entienda mal. Ahora tenemos asuntos mucho más importantes entre manos. Tenemos que recuperar ese dinero.
- ¿Tenemos? - la sorna en la voz del Papa evidencia que se siente cómodo de nuevo.
- Es verdad, perdone, es la costumbre del plural. Sólo usted puede hacerlo. Yo, en compensación, le diré quién tomó prestado el dinero de la cuenta. Su misión será conseguir que se lo devuelva. - El hombretón dio un paso hacia delante. Luego otro más.
- ¿Me cuenta que ayer no sabía nada del desfalco y ahora va a decirme quién lo ha cometido? - Francisco detecta la incoherencia.
- Exacto. Lo he deducido hoy mismo. Ese hombre que busca era uno de los nuestros. Apunte el nombre... bueno, no creo que sea necesario. - Da otro paso y se coloca frente al Santo Padre. Inclina su enorme masa corporal y le susurra un nombre al oído.
- ¡¡¿Joseph Ratzinger?!! - exclama Francisco.
- Veo que guardar secretos no es lo suyo. Estamos en sus manos, Cardenal Bergoglio. Su misión es salvar las finanzas de la Iglesia antes de que todo se derrumbe. Le pido que interceda, que hable con él. No conozco a fondo sus dotes de estratega, pero ganó usted un cónclave que creíamos perfectamente amañado, algo ha de tener el agua cuando la bendicen.
El Santo Padre se pone el sombrero de nuevo. La conversación ha llegado a su fin.
Sale vivo, algo es algo. Aunque se lleva los bolsillos llenos de interrogantes. Muchos más que los que ha traído, por cierto.
* Si crees que Francisco tiene que ir a hablar con Ratzinger y preguntarle por el dinero, vota RATZINGER.
* Si crees que eso es mentira, una maniobra de distracción, y debe reunir a la curia en gabinete de crisis, vota CURIA.
* Si crees que ha llegado por fin la hora de rezar muy fuerte y pedir una señal divina, vota REZAR.
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miércoles, abril 10, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (3)
Francisco, el Papa de ciencias, intenta hacer un cálculo mental para pasar los 18.000 millones de euros a pesos. Debe de haber metido algún dato mal porque le da infinito.
Es la ruina. Si alguien había querido matarle era, seguramente, porque conocía las circunstancias del desfalco (aunque todavía no los nombres). Tal vez Benedicto XVI había salido huyendo de esta debacle diabólica. Tal vez le amenazaron y sintió miedo.
La sangre se arremolina en la cabeza del Santo Padre, que abandona la genuflexión y se alza de repente, entre el sobresalto generalizado de su séquito. Va a enfrentar el problema con valentía, va a poner las epístolas encima de la mesa. Si esto fuera una partida de ajedrez se diría que está planeando la gran celada, una trampa consistente en un sacrificio con el que terminar cobrándose (se relame) una pieza mayor.
Mira por la ventana y descubre que ha dejado de llover. Su ayuda de cámara, que intenta no separarse demasiado para evitar disgustos, se acerca. "Su Santidad...", no le da tiempo a continuar la frase; Francisco le guiña un ojo y le tranquiliza: "Estoy bien, ¿cuándo se cena aquí?".
Roma, 21 de marzo
Por la mañana, abre con cuidado la Papagenda y subraya varios nombres. Necesita a los más puros porque la tarea que va a encomendarles exige lealtad. La lista de corresponsales está llena de piedad, pero también de miseria moral, no puede equivocarse en la selección. Al elegir los nombres siente revolotear al Espíritu Santo.
- ¿Paloma? - pregunta al auricular.
- Sí - suena la modulada voz telefónica de una mujer.
- ¿Paloma Gómez Borrego? - su voz temblorosa refleja que está ante el momento crucial, que ya no hay marcha atrás.
- Es Borrero, ¿quién es?... ¿Santidad?
- Sí, así me llaman. Paloma Gómez Borraja, necesito que transmitas un mensaje al mundo.
- Estoy a su disposición para lo que precise de mí, Santo Padre. Y es Borrero.
- Ah sí, lo siento. Algo muy grave le ha sucedido a las finanzas de la Santa Sede y estoy dispuesto a darle toda la información a cambio de... escúcheme bien Señora Gómez Borreta, a cambio de que espere 24 horas antes de dar la primicia y jamás desvele la fuente.
- Puede confiar en mí, no tenga ninguna duda. Y es Borrero, amado pontífice.
- ¿Borroka?
- Borrero.
- Eso, Gómez Borrosa.
- No no, ¡Borrero!
- Ah, vale, tampoco se ponga usted así, que a veces no entiendo bien mi letra.
12 periodistas, 12 apóstoles de la mala nueva.
Les manda un fax a cada uno con las documentación, aunque antes les obliga a hacer un solemne juramento por el Niño Jesús. La quiebra del Vaticano pasa a formar parte de la realidad conocida. En pocas semanas iba a suceder, no merecía la pena enrocarse. Contemporizar ya es imposible, la partida acaba de comenzar.
Entrar en la web del Banco Vaticano y ordenar una transferencia de 18.000 millones de euros a una cuenta chipriota había sido algo sorprendentemente sencillo. Sólo cuatro personas tienen acceso a la tarjeta de claves del Vaticano (que es de mármol y pesa 800 kilos): el Secretario de Estado, El Tesorero General de la Reverenda Cámara Apostólica, el Presidente del Instituto para las Obras de Religión y el Sumo Pontífice.
La evidencia es, infiere sagazmente Francisco, que hay un traidor intramuros.
A media tarde, tras quedarse traspuesto en su trono, le sorprende el anuncio de una visita. ¿La Hermana Fernández? Oh no, quizás sabe lo de la filtración... "qué boludo sos", piensa, ¿cómo no había previsto ese movimiento?, en la Santa Sede las paredes oyen.
La monja se salta el protocolo para ir al grano. Ha sucedido algo muy muy extraño. Francisco le deja hablar, temiéndose descubierto. "Deje que le enseñe algo". Pese a ser una mujer de bellos y expresivos ojos, no hay coqueteo en sus palabras. Le acerca el iPad al Santo Padre, donde puede verse una extraña grabación. La monja da un toque a la pantalla y la imagen se congela. "¿Conoce a este hombre?".
Francisco, por deferencia, estudia el fotograma más de lo necesario. Claro que lo recuerda, iba disfrazado de sacerdote la última vez que le vio morir.
- Le reconozco, estuvo en mis estancias hace dos días, bebió de un poleo menta que él mismo había envenenado. Un disparate. ¿De qué lugar proceden esas imágenes?.
- Lo importante no es el dónde - aclara la Hermana Fernández - sino el cuándo. Estas imágenes son de esta misma mañana.
- ¡No puede ser!
- Ha pagado su entrada, ha visitado los Museos Vaticanos con desgana y se ha quedado bastante más tiempo del habitual embelesado en la Capilla Sixtina. Por eso la guardia, atenta a dementes y psicópatas potenciales, ha buscado el vídeo y me lo ha hecho llegar. Es el procedimiento rutinario.
Para el Papa Francisco, aquello es lo menos rutinario que ha presenciado jamás. O hay un error o acaba de ver a un fantasma.
- Ah, hay otra cosa.
- ¿Más cosas? - el pontífice se descompone.
- Sí, ¿recuerda al otro tipo, al del parche en el ojo?
- Le recuerdo también - no puede reprimir una mueca de desagrado.
- Quiere hablar con usted... únicamente con usted.
Mientras oficia la misa vespertina en la abarrotada Basílica de San Pedro, se ve a un Francisco más místico y entregado; ejecuta una misa tremendista en la que se arroja al frío suelo como un gusano servil al Señor. Reza todo lo que sabe y sabe todo lo que reza. En unas horas va a estallar la noticia de la bancarrota en todos los medios de comunicación planetarios. Y segundos después llegará la avalancha de chistes en Twitter. Es la calma antes de la tempestad.
Todavía con el albornoz de después de la eucaristía es conducido a los calabozos. Allí vuelve a saludar a la Hermana Fernández y le presentan al Padre Collombo. Francisco siente por un momento que el encarcelado es él.
- Por fin ha venido - son las palabras de saludo del reo.
- ¿Por qué permitiste que tu compañero bebiera de la infusión envenenada? - a bocajarro, casi sin darse cuenta, Francisco hace la pregunta que llevaba tiempo centrifugando en su mente.
- Era la única posibilidad de que usted acabara bebiendo. El hermano se sacrificó por la causa.
- Te quedan muchas preguntas por responder - interviene el Padre Collombo.
- No. No responderé a nada de lo que me pregunten. Sólo tengo un mensaje que dar.
- Habla - le exhorta el pontífice.
- Es preciso que usted se reúna con un hombre. El encuentro será lejos de aquí, por supuesto, en un emplazamiento secreto.
- Pero ¿quién es ese hombre?
- No puedo decirlo.
- ¿Y cómo sé que no es otra trampa para matarme?
- No puede saberlo.
- Pero... precisamente ahora... no puedo huir de aquí - reflexiona el Papa en voz alta.
- Le aseguro - el kinki le intimida con su ojo sano - que no puede existir nada más importante que acudir a esa reunión.
* Si decides que Francisco acepte desplazarse a ese encuentro misterioso, vota ENCUENTRO
* Si decides que el Papa se quede en el Vaticano porque se huele una emboscada, vota QUEDARSE
* Si decides que ha llegado el momento de probar otros métodos de interrogatorio más sofisticados para sacarle información al detenido, vota INTERROGAR
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martes, abril 09, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (2)
Remueve la infusión con sus manos trémulas. Después del maratón del rosario siempre tiene una sensación extraña, como si su cabeza se embriagara de santidad. Tal vez he abusado del incienso, piensa. Esos tipos... no puede evitar ponerse paranoico. Francisco recuerda las palabras de su antecesor, el viejo camarada Ratzinger, diciéndole que tuviera muchísimo cuidado. Fue en aquel encuentro de blanquísimo uniforme wimbledoniano (sánchez-vicarios de Cristo). Ese día intuyó que le aguardaba una tarea difícil, y se quedó corto.
"Esto huele a chamusquina, Jorge Mario", se dice a sí mismo, frente a la infusión, utilizando su nombre de pila antiguo.
- ¿No bebe? Beba, Santidad, beba antes de que se enfríe y se le vayan las vitaminas - dice el sacerdote tatuado, en adelante "el kinki".
- Estoy pensando que casi mejor os lo bebáis vosotros - contraataca el Santo Padre y despliega una sonrisa desafiante que oculta sus nervios.
- ¿Nosotros? - titubea el cabecilla.
- Venga, que está buenísimo, dale - y aparta la taza como el que aparta un cáliz.
Los dos asistentes se miran. El kinki, el del parche en el ojo, mueve la cabeza en una orden sutil, que tarda en ser comprendida por el bajito con pocas luces, que acaba dando un paso al frente y tomando en su mano derecha la bebida, confundido y resignado. Entrecierra los ojos y se lleva la taza a los labios. Da un trago corto.
- ¿Quema? - se interesa Francisco.
- No mucho - contesta el ayudante.
- Pues bebe un poco más, no me hagas el feo.
Da otro trago largo y deja la taza sobre la mesa. El del parche alza las dos cejas, la útil y la inútil, marcando una seña secreta a su compañero.
- Mmm... delicioso - dice el subalterno bajito.
- ¿Lo ve? El poleo es lo mejor que hay - el kinki se crece.
- Claro claro, ahora bebe tú. - El Santo Padre está dispuesto a llevar su desafío y su sospecha hasta el final.
- ¿Yo? Pero si a mí no me gusta...
- Bebe - le aprieta las clavijas el Papa.
- Eso, bebe - el apocado se sale de su papel para unirse a la reclamación.
- Por supuesto que voy a beber... a ver, si Su Santidad me pide que beba, yo estaré encantado de...
Sale corriendo como alma que lleva el diablo. Francisco da varias zancadas largas hasta la puerta de la estancia. Grita: "¡¡A mí la guardia suiza!!"
Llegan varios guerreros coloristas, papagayos-policía.
- No, a mí no, era una forma de hablar. Seguid a ese cura raro, diantres, ¿no veis que se está escapando?
Roma, 20 de marzo
Se viene un amanecer cansino, desapacible desde el primer minuto. El Vaticano continúa tímidamente asediado por negros nubarrones que se ciernen por poniente. La calle huele a limpio, a frío. El Padre Collombo, tupido pelazo negro, nariz grande y mejillas amerluzadas, sostiene con sus manos delgadas las gafas para ver de lejos. Lee atentamente el informe de toxicología.
- ¿Qué? ¿algo importante? - se impacienta a su lado el Cardenal McGreen, con el chándal de la selección irlandesa y el Osservatore Romano bajo el brazo.
- Puede salir a pasear tranquilo, Cardenal, ese hombre estaba limpio.
Filippo Collombo vuelve a mirar los papeles. Tendrá que confesarse por esa mentirijilla piadosa en cuanto tenga ocasión. En el cuerpo del paciente se ha encontrado una letal combinación de cianuro, arsénico, mercurio, estricnina, antrax y tang de naranja. Ese farsante menudo disfrazado de sacerdote había sido envenenado muchísimo.
- ¿Está listo? - es la voz femenina de su superior, la Hermana Fernández, una venezolana de mediana edad, jefa de espionaje en la sombra y subcampeona del mundo de monjas.
- Sí, veamos qué tiene que decirnos el otro tipo.
Dos guardias custodian la puerta. El Padre Collombo les saluda severo. Entra.
- Está usted en un lío, amigo - modula la voz para que su interlocutor comprenda la hondura de la afirmación. El hombre de los tatuajes carcelarios, el parche en el ojo y el pelo starlux no dice esta boca es mía.
- Aquí en el Vaticano nos gusta hacer hablar a hostias - repite el interrogador un viejo chiste y todos los presentes ríen la gracia. Todos menos el detenido.
- No hablaré.
- Pues acabas de hablar.
- Ay...
- No eres muy coherente - presiona el Padre Collombo.
- El mensaje que yo tengo que dar no es para usted - zanja el kinki con aplomo.
En Santa Marta el amanecer es frugal. Ojo, nunca es la juerga padre, pero ese día menos que ninguno. La confusión y los rumores recorren los pasillos. Encontraron de madrugada a los dos asistentes del Papa maniatados y llenos de moratones.
Francisco hace que reza para poder reflexionar en paz. Nadie debería saber lo del intento de asesinato... ¿o sí? Tal vez fuera mejor contarlo a los cuatro vientos y ver qué sucede después. Los chavales de internet se engancharían a la conspiración y tal vez dejasen por una semana la pornografía y los blogs. De momento, la consigna era ser prudente, aunque tenía que resistirse a la tentación de escribir un tuit y desatar la gran tormenta. Sentía que estaba en medio de un conflicto mucho mayor que las luchas de poder entre pro-cigüeñas y anti-cigüeñas, o entre el Opus Dei y los rocieros.
Otra vez la duda. Guardaba bajo llave un documento ultrasecreto que sólo conocían en su totalidad él y tres cardenales de más de ochenta años ¿Era eso lo que había estado a punto de costarle la vida?. El Cardenal Herranz había descrito claramente el problema, con emoticonos y un latín perfecto. Investigando el vatileaks, tirando del hilo de ese resquicio absurdo, se habían encontrado con algo que hacía temblar los cimientos del catolicismo: Alguien había saqueado la caja, se habían llevado la escalofriante cifra de 18.000 millones de euros. Podía decirse que estaban en quiebra, en números rojos (los peores). Si eso llegara a saberse... mira su butaca de oro y rubíes con estoicismo.
* Si decides que Francisco renuncie al cargo, se retire a un monasterio y el que venga detrás que se apañe, vota DIMISIÓN.
* Si piensas que debe filtrar a la prensa el dato de la bancarrota, vota PRENSA.
* Si crees que ha de rezar muy fuerte para que Dios le de un señal, vota REZAR.
Puedes votar en los comentarios del blog, en la página de facebook o con una mención en tuitter.
El hecho de participar te da derecho a entrar en el sorteo del libro "Una madre sin superpoderes" dedicado por su autora, Molinos, y las princezaz (protas del mismo).
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Etiquetas: Biblioteca juvenil
lunes, abril 08, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (1)
Roma - 19 de marzo de 2013
Cuando, como hoy, llueve intensamente en Roma, se diría que el aura añeja y apabullante de la ciudad se deshace, que el vertiginoso remolino de matices que son sus calles descansa, que el sempiterno murmullo se reduce a un susurro leve y que algo muere para siempre. No debe existir un desconsuelo equiparable, nada tan plácidamente melancólico como esta ciudad bajo el tamiz denso de la lluvia, teñida de ese gris plomizo que aturde los sentidos.
La luz de una ventana de la residencia de Santa Marta se atenúa fugazmente y retoma el brillo. Ha sido un instante casi imperceptible, como un parpadeo, y nadie puede imaginar que lo ha causado la sombra del Santo Padre, rezando el rosario mientras anda de una pared a otra de la habitación. Es su gimnasia de la tarde, ahora que las ocupaciones de Sumo Pontífice le han obligado a dejar el squash. "Tercer misterio doloroso: la Coronación de Espinas. Padre nuestro que estás en los Cielos..."
En la cara de Francisco, controvertido nombre elegido en honor de San Francisco de Asís y de un cantante español, perduran trazas de la emoción del urbi et orbi. Pero los laureles de una semana atrás se han convertido en espinas esa misma mañana, al leer el informe confidencial del Cardenal Herranz.
Se concentra en sus oraciones, sabiendo que la providencia le ha conducido al reto más grande al que un Papa haya tenido que enfrentarse desde los pactos de Letrán. Una pátina de sudor le cubre la frente, un tic nervioso se le agarra al párpado izquierdo. En el exterior continúa la eternidad congelada por una tormenta silenciosa de mal agüero.
"Cuarto misterio doloroso: El Camino del Monte Calvario. Padre nuestro que estás en los Cielos..." Los dos asistentes que le acompañan desde primera hora de la tarde le han parecido muy extraños. ¿Por qué razón no estaban con él aquellos curas tan simpáticos que le habían encomendado varios días atrás? No sabe si esos cambios de turno se notifican o no, todavía no conoce el protocolo. Antes o después tendrá que cargarse esas rigideces, mientras ese día llega ha de mostrar el máximo respeto.
De esos dos muchachos le llama la atención sobre todo uno. Hay algo inquietante en su forma de moverse, en su pelo sucio, en los tatuajes carcelarios y en el parche del ojo. El otro asistente es bajito y grueso, no habla si no se le pregunta, y cuando se le pregunta uno se arrepiente en seguida de haberlo hecho. ¿Esta es la joven élite vaticana de la que tanto le habían hablado?.
Ya le quedan pocas cuentas en su rosario, debe entregarse al máximo en los últimos minutos de la oración. Los asistentes le preparan mientras tanto una mesa con su mantel papal, su servilleta pontificia... traen el agua bendita caliente, la taza y demás utensilios para preparar la infusión. Se quedan esperándole con pose algo descuidada, piernas demasiado abiertas, mirada esquiva. "Quinto misterio doloroso: La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor. Padre nuestro..."
Termina Francisco el rosario muy bien de fuerzas, presionando. Mira a los asistentes con la misma intriga del primer minuto.
- Su poleo menta está listo, Santidad - dice el del parche, limpiándose ambas manos con la sotana.
- ¿Poleo? No no, era una manzanilla - responde humilde el único infalible de la habitación.
Los dos ayudantes se miran desconcertados.
- ¿Manzanilla? - dice el bajito.
- ¿Manzanilla? - repite el pintoresco.
- Sí, dije manzanilla.
- Pero un poleo menta es muchísimo mejor, hombre... digo, Santidad. - Algo groseramente le invitan a sentarse frente a la taza humeante.
- Ya pero es que un poleo...
- Esto es lo mejor del mundo, le va a sentar a usted fenomenal.
Jóvenes impetuosos que son capaces de convencer a cualquiera. Francisco les mira, perdona su torpeza, aunque a él lo que le de verdad le apetecía era una manzanilla.
Le miran ambos con las manos señalando a la taza. Sus ojos dicen: beba... beba ya.
El Santo Padre se acerca la taza a la boca. Ellos sonríen.
Uy, muy caliente. La vuelve a dejar en la mesa y remueve la infusión con una cucharilla. Los dos asistentes crispan el gesto.
* Si decides que el Papa se beba la infusión, vota POLEO.
* Si decides que les diga a sus ayudantes que no, que mejor se la beban ellos, vota SOSPECHA.
* Si decides que siga rezando, vota REZAR.
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El hecho de participar te da derecho a entrar en el sorteo del libro "Una madre sin superpoderes" dedicado por su autora, Molinos.
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Etiquetas: Biblioteca juvenil
domingo, abril 07, 2013
Una, Grande y Libro
Como dirían en mi pueblo: La cría ha escrito un libro.
Es un orgullo que una alumna de la Academia vaya a arrasar muy pronto en las librerías (en el sentido metafórico), pero es que las perspectivas de "Una madre sin superpoderes" ya eran excelentes desde su nacimiento (atiende al Making-of de la criatura).
El libro sale pasado mañana, 9 de abril.
Imagino que la secuencia será la que sigue. A las 7 de la mañana sonará una trompeta muy fuerte, y comenzarán a hacer sus cabriolas varios angelotes con camisetas de La Esfera de los Libros. En algunas habrán acertado con la talla, en otros casos les quedarán demasiado grandes, añadiendo tuniquismo a la túnica angelical. Mejor eso que una camiseta ajustada. No hay ángel (Victoria's Secret a parte) que mantenga su dignidad con una camiseta de propaganda demasiado ajustada.
Que me voy del tema. Los ángeles acompañarán con sus cantos y vuelos acrobáticos al libro que descenderá despacio, solemnemente despacio, sobre las librerías patrias. Será como en V, la serie, pero sin lagartos (que se sepa). Libros amenazantes copando el cielo de las principales capitales, y de algunas modestas urbes de provincias como la mía también.
Yo no os digo que lo compréis, porque la publicidad en domingo es un pecado de los gordos. Pero pensad que es un libro necesario, casi sagrado, y que también se lo podéis regalar a alguien. A alguien que os caiga mal, por ejemplo. Incluso, sin necesidad de leerlo, sólo por el título, puede utilizarse como una enrevesada indirecta. O puede ser como el típico primer regalo en broma, ya sabéis... "¿Abro la caja? Oh, sí, ummm, un libro, qué bien... oh, dentro lleva escondido un anillo, ¿qué intentas decirme, Steve?", y así hasta el infinito.
¿Por qué lo escribo hoy y no el martes?. Todo lo queréis saber.
Pues porque la semana que viene, en homenaje, haremos uno de esos relatos de "elige tu propia aventura" que solíamos hacer por aquí por el blog cuando erais jóvenes (la etiqueta Biblioteca juvenil lo atestigua).
Este tipo de historias, como ya sabéis, exige vuestra participación. Podréis hacerlo en los comentarios, en facebook, en twitter, esos lugares de perdición. Todo el mundo que participe entrará en el sorteo de un ejemplar de "Una madre sin superpoderes" (gastos de envío incluidos dentro del territorio español, que no soy el Banco de España).
Tengo que pensar un buen tema.
Ah. Ya lo tengo.
Ese siempre funciona.
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Etiquetas: Arte y literatura, Tutoría
viernes, abril 05, 2013
A day in North Korea
La tranquilidad es la tónica en Corea del Norte. Mientras el mundo se hace pis, literalmente, ante la posibilidad de una contienda nucelar, el Amado Líder, Faro de los Destinos del Mundo, Coronel Mayúsculo y en Negrita, Interventor General de la Bondad, El Que Inventó Los Programas Televisivos De Saltos De Trampolín, Maestro Supremo de Todas las Artes, Vigía de Oriente, prepara su presentación de Power-Point:
Porque Kim Jong-un es un amigo, un confidente, un ídolo...
Porque él es quien mantiene la mente lúcida y organiza tácticamente al ejército:
Y ellos obedecen sus órdenes sin dudar. Aunque tengan que madrugar para ir de maniobras y arrastren su cara de sueño.
Los informáticos del ejército llevan en la solapa su hoja de servicio con un novedoso bordado colorista |
No hay detalle que no escape a su control.
Oye, esta loneta es buena, ¿no había algo más barato, cabrones? |
No se le pasa ni una. Tan estricta es su vigilancia que sólo cuando agarra los prismáticos para supervisar a las bañistas, los generales pueden darse un respiro y responder sus whatsapps.
(clic para ampliar) |
Porque Kim Jong-un es un amigo, un confidente, un ídolo...
Le sigo desde el primer disco... |
Porque él es quien mantiene la mente lúcida y organiza tácticamente al ejército:
"Quiero cuatro atrás, dos mediocentros y vosotros dos os pegáis a las bandas..." |
Y ellos obedecen sus órdenes sin dudar. Aunque tengan que madrugar para ir de maniobras y arrastren su cara de sueño.
¿Cómo hemos salido todos por esa puerta? |
Sus contribuciones estratégicas a la concepción del ejército moderno son de sobra conocidas.
Él, por ejemplo, ha inventado la marina con señores mayores (que son más pacientes)...
Parece que se ha quedao buena tarde... |
Los cañones peludos...
(clic para ampliar) |
Los bazares militares con juguetes, instrumentos y figuras articuladas...
Estos salen a 39,90 euros, más barato que un trombón |
Pero por encima de todo son famosas sus brigadas temáticas. La brigada abrigada:
¿Cuál es nuestro lema? ¡¡¡Luchar sin coger frío!!! |
O el famoso comando femenino camuflado:
Sobre el papel parecía una idea mejor |
Y la gran creación del Ombligo de la Tierra, el Líder Necesario, la brigada fashion ciega:
¿Es por ahí? |
Aunque al final Kim Jong-un lo tiene que hacer todo él mismo. Sentarse en el superordenador de última generación...
Y el número que sale son las minas que hay en las casillas de alrededor... ¿lo ves? |
Y lanzar los fuegos artificiales, que en la Gloriosa Corea del Norte ya no son artificiales, son naturales.
Ooooooooh |
Y una vez terminada la jornada militar, el Consultor Interno Puro, el Corrector Único y Querido, aplica los ajustes correspondientes para que sus tropas no se relajen.
Voy a cargarme a cinco |
Que tiemblen el resto de naciones.
Esta noche en la Corea recia y noble se dormirá a pierna suelta.
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HombreRevenido a las
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