lunes, noviembre 30, 2009

Mute


Una explicación rápida.
La vida es el radiocassette de un coche. No consiste en ir o en venir, se trata de lo que escuchas mientras vas o vienes. En la guantera están las cintas, escuchadas mil veces, cara A, cara B, para adelante, stop, re-bovino para escucharlo otra vez, me he pasado... cintas variadas, machacadas, con algo de ruido, mugre y felicidad.

Este blog es la cinta limpiadora para mis cabezales.
La pongo y sólo hay silencio. Ese silencio zumbón es importante y terapéutico. Pone a punto la maquinaria sin necesidad de desmontar y soplar.
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domingo, noviembre 29, 2009

Hasta la derrota, siempre


Despedimos la semana temática con un gran letrero que pone "Adiós, cuates". Otros saludan con la mano, los hay que sonríen, llenos de complicidad, al paso de la comitiva. Las calles se llenan de serpentinas verdes, blancas, rojas, mientras los mariachis, de elegante negro, lanzan sus gritos desgarrados.

El fútbol es a veces la prueba del algodón. Yo normalmente no sé si me caen mejor los bielorrusos o los kazajos, pero si los veo en un partido de fútbol televisado algo salta como un resorte en mi alma (algo irracional, como la mayoría de los afectos) que me hace decantarme por unos u otros, me hace saber cuáles son "los nuestros". Cuando en el mundial de fútbol eliminan a España, cosa que sucede antes o depués, mi corazón se pone del lado de Portugal, nuestro hermano peninsular. El siguiente siempre es México (luego normalmente Argentina e Italia, sí, Italia, ya os he dicho que suele ser irracional).

Ambos, mexicanos y españoles, solemos tener una suerte similar en el fútbol. Jugamos como nunca y perdemos como siempre. Hasta que no haya un reconocimiento estético por encima del vulgar marcador, hasta que no se juzgue la primera y la segunda intención, el riesgo, el bello despiste, la indolencia del artista, la elegancia de la derrota, nunca podremos optar a levantar la Copa del Mundo. Tal vez haya entonces que decidirse a robarla y punto.

Si algo admiro de México es cómo ha servido durante su historia reciente de segunda patria, cariñosa, acogedora, con exiliados de todo tipo. Es merecido que se enorgullezcan de las gloria locales, pero también de esas personas especiales que dejaron su país y encontraron en México todo lo necesario para empezar de nuevo, para recuperar su energía creadora. Pienso en Luis Buñuel, pienso en Roberto Bolaño, en Augusto Monterroso, autores a los que México dejó una huella indeleble.

Si algún día nos sentimos perseguidos, si nos obligan a exiliarnos, con la Academia de Chimpancés en el hatillo, buscaremos la inspiración y el calor al otro lado del Atlántico.


Concretamente en las paradisiacas playas de Acapulco.
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viernes, noviembre 27, 2009

Alimentos que nos hacen decir ¡híjole! - 17 - GUACAMOLE


La ancestral cultura ipoteca definía el hálito de vida como una combinación de cuatro elementos: sangre, llanto, saliva y mocos. Eran gente observadora y decente (pese a las plumas), y no andaban tan desencaminados.
En un ritual sin igual se concentraron metafóricamente los elementos en una misma salsa. El tomate simbolizaba la sangre, la cebolla el llanto, el chile la saliva y el aguacate los mocos. Se troceaba, se mezclaba y se removía. Al final, entre el retumbar de tambores, se embadurnaban el cuerpo y se lamían los unos a los otros.
Lo dicho, una cultura superior.

Ahora en muchos restaurantes lo preparan, por supuesto, y lo sirven en un cuenco pero, llamadme nostálgico, nunca será lo mismo.
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jueves, noviembre 26, 2009

Historia de México (de un tirón y sin respirar)


Pos al principio, como quien dice, había mucho barullo ¿verdad? y estaban los olmecas, y aluego los chichimecas y así no más los aztecas y luego los mayas. Parecían lo mismo pero eran bien diferentes. Los aztecas hacían pirámides, pero como eran tiempos antiguos les salían pixeladas ¿verdad?. Y los mayas eran así como más seriotes, ¿lo sabían ustedes? ni yo también, pero cuando llegaron los españoles no les dejaron pasar ¿verdad? la palabra lo dice, la apotología de la palabra: "Maya", que es una red tejida, y lo más raro de la cosa es que la batalla fue beligerante ¿verdad? y unos fueron pensando, mire usted, como de váyanse por donde han venido pero se quedaron de pronto y no sé si fue bueno o malo porque no nos ponemos de acuerdo. Y allí fue el virreinato que era lo que podríamos llamar, entonces ¿qué pasó? Nada, se quedaron todos y se hicieron recatólicos, ahí está el detalle. Les convencieron no más con buena onda, con un método de diálogo que llamaban santa inquisición, que por bendecír bendecían el puro tequila. Y tanto que santa, compadre, que ahorita extraían el oro y poco después se lo gastaban, hombre, pues no es eso. Para luego se proclamó la independencia y hubo que esperar no más unos años a que todos se dieran por enterados, a unos les dio alegría y a otros les corrieron hasta el mar, se fueron diciendo que no volverían, pero volvieron un par de siglos después de turismo, a Cancún. Y la cosa no mejoraba porque se agarraron a pelear con los vecinos, ¿verdad?. Y luego se complicó la cosa dentro y hubo la revolución que lo revolucionó todo, y ya cambió la marcha y luego luego se aclaró. Y así a tirones marcha la cosa, a arreones de mariachi no más, pos hay que aguantársela ¿verdad? como los machos.




Sobra decir para quién es esta vez lo homenaje ¿no?.

miércoles, noviembre 25, 2009

Turbo Mex


Dice la Wikipedia (no la de internet, sino una tía lejana mía a la que llamamos así porque ha tenido un montón de enlaces) que una de las grandes fracturas de México son las desigualdades. Lo explico, hay lugares con índices de desarrollo alemanes y otros lugares que apenas igualan a Burundi.
Lamentablemente este caso (este sucedáneo de esclavitud) es habitual en muchos otros países. Sólo la muerte nos iguala. Pensemos por un momento que eso, que parece un razonamiento poco halagüeño, es una buena noticia.

También hay reductos de la moralidad clásica, no en vano es un país católico (amparado quizás en eso de la igualdad ante la muerte), y lugares demoniacos (tal vez mitológicos) como Tijuana, que por lo que cuenta Krasty el payaso es la juerga padre.
Ni entro a analizar la rivalidad entre el DF y los extensos estados.

Es el país de Luis Miguel, Paulina Rubio, el Chavo del ocho, también el de Los Panchos, González Iñárritu, Octavio Paz, Carlos Fuentes ya que hablamos de mezclas.

Otro elemento común fue la gripe A, llamada gripe porcina antes de que el departamento mundial de marketing actuara y le diera esa mayúscula tan chic. Porque esa maravilla se detectó en México y nos permitió a los civilizados europeos suspender los vuelos, boicotear algunos productos y aprovecharnos de la movida.
Resulta que ahora que mola, ahora que es la gripe chida, el negocio del año, la excusa perfecta, ahora nadie se quiere acordar de quién nos la trajo (como el tabaco).

Me desayunaba hoy esta nota curiosa:
Estatua al primer paciente de gripe A

Me parece un curioso mérito, un curioso homenaje. Gracias a este niño empezó todo. Yo creo que lo lógico sería hacerle la estátua al último, al que no habrá podido llevarse a otro por delante.
Contagiar tiene algo de recompensa implícita.
Vamos, digo yo.
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martes, noviembre 24, 2009

Los martes: CINECLUB - 101 - Amores perros


Amores perros - 2000 - Director: Alejandro González Iñárritu

Reparto:
· Gael García Bernal (Octavio)
· Emilio Echevarría (Chivo)
· Goya Toledo (Valeria)
· Álvaro Guerrero

Guión: Guillermo Arriaga
Música: Gustavo Santaolalla
Fotografía: Rodrigo Prieto

Uno de los grandes talentos indomables del cine actual es mexicano, tiene un nombre difícil de recordar y escapa al perfil habitual del cineasta. Después de su irrupción (estampida casi) en el mundo de la televisión, pasó con similar ímpetu al cine, firmando esta película colosal, este caos medido al milímetro, una ópera prima deslumbrante.
Junto a él, Guillermo Arriaga, el guionista desatado, el Hugo von Hofmannsthal que conseguía hacer mejor a Richard Strauss, el complemento perfecto.

Ese título, "Amores perros", es uno de los mejores títulos que recuerdo. Aúna la gran idea de la película, sencilla y rotunda.

Drama urbano, mural sucio, humano y oscuro que nos recuerda que bajo el mármol está el suelo polvoriento, que bajo el parqué hay un hueco (ignorado o terrible), que debajo del cosmético de la civilización late la cicatriz de nuestra existencia.
El amor y el dolor, complementarios, inocentes y salvajes como un rottweiler, componen tres historias que se cruzan por azar (el nombre secreto del destino). Cine con mayúsculas narrado con firmeza, buen pulso y grandes actuaciones.

El México inmoral y madreador filmado está en nuestra naturaleza, no es un infierno exótico, es la insegura capa de hielo de corrupción moral sobre la que nos deslizamos todos (y en todas partes).
Lo escribe el director en el epílogo: porque también somos lo que hemos perdido.
Un pensamiento bien chido, güey.
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lunes, noviembre 23, 2009

México (más cerca)


Los voluntariosos alumnos de la Academia inscritos en nuestra página de Facebook cuentan con pocas ventajas, la verdad. Allí se les deja despotricar y quejarse, pero nadie lo hace. Allí se lanzó la propuesta de todo el mundo pudiera seleccionar un tema que luego se trataría detalladamente en las clases. Sólo hubo una respuesta. Como fue la única petición he decidido que en lugar de una única entrada tengamos una semana temática.

Si excluimos los tópicos, ¿qué sabemos realmente de México?.
Más de 100 millones de habitantes, más de 100 millones de primos hermanos.
Espero que se nos ocurra algo divertido, que aprendamos unas cosas y se nos olviden otras.
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sábado, noviembre 21, 2009

Huesca con tapas (¡como los libros!)



Ayer salí a la noche oscena, poco, con precauciones, sin quemar las naves, pero lo suficiente para propiciar algunos reencuentros afortunados y felices.

El Cubitos estaba como siempre, es decir, idóneo. Les prometí un post para su blog y lo cumpliré, más pronto que tarde.

Observando el comportamiento de los más jovenes desde la zona Vip de la esquina, reflexionamos con mi camarada Perkins: Si bien es bueno que los borrachos no molesten a las chavalillas, también es imprescindible evitar lo contrario. Nuestra propuesta era parecida a la separación de fumadores y no fumadores en algunos locales, una especie de mampara transparente que permita la coexistencia pacífica y el contacto visual, mitigando el peligro.

El caso es que me retiré pronto porque hoy comparezco en el concurso de tapas de la ciudad, homenaje al codazo, el requiebro y la gastroeconomía etílica. Pródigo también en conversaciones de barra y reencuentros.
Un poco de cultura nunca viene mal.
No todo va a ser follar, demonios.
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jueves, noviembre 19, 2009

Fauna descontrolada

Seguro que conocéis las leyendas urbanas sobre esa gente que compraba un cocodrilo pequeño como mascota y luego, cuando crecía, lo abandonaba por la boca de una alcantarilla. Luego el bicho crecía y crecía hasta volverse un monstruo fosforescente.

Nunca he estado en el subsuelo de Nueva York para comprobarlo. Ni siquiera he estado en Nueva York, ahora que me lo preguntáis.

Por cierto, dices que te deshiciste de la ladilla aquella ¿verdad?


No, es que me ha parecido ver una sombra por el callejón.
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Cinematraca

Cien películas, madre mía. Esto es más que una sesión doble. Es más que pagar la entrada en los multicines y luego ir pasando de sala en sala. Es más que ser el que se ve todos los youtubes a ver si se muestra un pezón o algo. Es como montar una academia animal y tener tiempo libre.

Para que se vea que no miento, aquí tenéis la lista.
100 clásicos para recordar, con sus enlaces directos y todo.

1 - Los bingueros
2 - Toro salvaje
3 - Todo sobre mi madre
4 - Los Goonies
5 - Martín (Hache)
6 - El club de la lucha
7 - Grease
8 - Manhattan
9 - La vida de Brian
10 - Tierra

11 - El Rey León
12 - Casablanca
13 - La Jungla de Cristal
14 - Airbag
15 - El hombre que mató a Liberty Valance
16 - Matrix
17 - Matrix Reloaded
18 - Matrix Revolutions
19 - Instinto básico
20 - Trainspotting

21 - Ciudad de Dios
22 - Bar Coyote
23 - Mulholland Drive
24 - Carrie
25 - Atrapado en el tiempo
26 - Dublineses (Los muertos)
27 - El gran Lebowski
28 - Tarzán de los monos
29 - Adaptation (el ladrón de orquídeas)
30 - 24 hour party people

31 - Memento
32 - Los dioses deben estar locos
33 - Ring (el círculo)
34 - Azuloscurocasinegro
35 - Dogville
36 - Zoolander
37 - El robobo de la jojoya
38 - Pulp fiction
39 - American Splendor
40 - Y si no nos enfadamos

41 - Beautiful girls
42 - Lost in translation
43 - E.T.: el extraterrestre
44 - Cyrano de Bergerac
45 - Tron
46 - Juego de lágrimas
47 - Garganta profunda
48 - El maquinista
49 - Lucía y el sexo
50 - El crepúsculo de los dioses

51 - La vida de los otros
52 - Snatch, cerdos y diamantes
53 - Donnie Darko
54 - Arsénico por compasión
55 - Superman IV
56 - Apocalypse Now
57 - Juegos de guerra
58 - La última tentación de Cristo
59 - Gato negro, gato blanco
60 - Alta fidelidad

61 - La soga
62 - 2001: Una odisea del espacio
63 - Cuatro bodas y un funeral
64 - Indiana Jones y la Última Cruzada
65 - Shaolin soccer
66 - Celebración
67 - ¡Olvídate de mí!
68 - Sor Citroen
69 - Battle Royale
70 - Magnolia

71 - Las Tortugas Ninja
72 - Bajarse al moro
73 - When we were kings
74 - Pretty woman
75 - Memorias de África
76 - Monstruos S.A.
77 - La Pasión de Cristo
78 - Taxi driver
79 - Ben - Hur
80 - El otro lado de la cama

81 - Dogma
82 - Everything is illuminated (Todo está iluminado)
83 - El planeta de los Simios
84 - Desmontando a Harry
85 - Karate Kid
86 - Reservoir dogs
87 - El silencio de los corderos
88 - Las Ibéricas F.C.
89 - Tiburón
90 - El golpe

91 - Las aventuras de Ford Fairlane
92 - Bienvenido Mr. Marshall
93 - Cortocircuito
94 - Estallido
95 - El sueño eterno
96 - Amanece que no es poco
97 - El quinto elemento
98 - Ciudano Kane
99 - Yo hice a Roque III
100 - Sopa de ganso

Casi nada...
Y siguen faltando muchas grandes obras por desmenuzar. Así que, como habréis adivinado, seguiremos con la sección hasta nueva orden. Principalmente por dos razones, porque la soportáis y porque me divierte enormemente.
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martes, noviembre 17, 2009

Los martes: CINECLUB - 100 - Sopa de ganso


Duck Soup - 1933 - Director: Leo McCarey

Reparto:
· Groucho Marx (Rufus T. Firefly)
· Chico Marx (Chicolini)
· Harpo Marx (Pinky)
· Margaret Dumont

Fotografía: Arthur Johnson, Harry Ruby y Bert Kalmar
Guión: Bert Kalmar y Harry Ruby

Llegamos al centenario de esta sección, qué cosas ¿no?, parece que fue ayer cuando arrancaba esta singladura cinéfila, brillaba el trigo y trinaban los cuervos.
Repasando la lista detectaba una ausencia imperdonable. Procedo a solventarla.

Me atrevo a decir que sin los Hermanos Marx el universo y el humor serían diferentes. Nos faltaría algo, como a una mesa que cojea. Probablemente hubieran ganado la guerra los alemanes, hubieran ganado la Eurocopa los alemanes, hubieran ganado Eurovisión los turcos. En fin, un desastre.
En esta Academia, a los casos perdidos les encerramos en el cuarto de proyecciones, con ganchos de esos para mantener abiertos los párpados y les proyectamos la filmografía completa de estos locos maravillosos, triatletas del absurdo, el gag visual y la palabra afilada.

Dicen que esta es la mejor película del cuarteto de tres. Seguramente lo dicen porque ni tocan el arpa, ni el piano, ni hay una pareja rancia viviendo un conflicto irresoluble. "Sopa de ganso" (uno de tantos juegos de palabras) es pura diversión, sin descansos. Dura menos de 70 minutos y, sin embargo, le da tiempo de dejar unas cuantas escenas memorables: el espejo falso, el intercambio de sombreros, el juicio...

¿Se casaría conmigo?, ¿Le ha dejado mucho dinero?, responda primero a lo segundo
- Me dejó toda su fortuna
- ¡No me diga!, ¿no ve lo que intento decirle? ¡la amo!
- Oh excelencia
- Usted tampoco está mal


El habitual personaje de Margaret Dumont se deja maltratar verbalmente por ese sinvergüenza de Rufus T. Firefly (el genio Groucho), la mejor definición de eso que se llama "un estadista". La sátira política se parece demasiado a la realidad. Los espías de hoy tampoco difieren mucho de Pinky y Chicolini, Harpo y Chico.
Es el más formidable caos que pueda imaginarse, Freedonia contra Sylvania, nuestra felicidad sin barreras contra la represión.

Irreverentes, tronchantes, míticos.
Contaba Groucho que un día le pasó algo inquietante, andaba por la calle y se le acercó una mujer muy tímida. Sólo acertó a decirle: "por favor, no se muera nunca".
Así es la cosa, los grandes cómicos son eternos.
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lunes, noviembre 16, 2009

Fagocitosis


No se habla de otra cosa en Huesconsin. Bueno, realmente yo no he hablado con nadie en todo el día, pero intuyo en los rostros de la gente la crispación.

La ciudad ha sido tomada por las unidades móviles, ávidas de su dosis de pan y circo judicial.
Se arbitra el asesinato del alcalde de Fago, suceso trúculo del que no informamos en su momento porque estábamos tratando cosas serias.

Por lo que he leído en una famosa web de apuestas local, se paga 5 a 1 la absolución. Porque los crímenes son un holodrama, un entretenimiento necesario, la ruleta de la fortuna, programa al que todo el mundo asiste desde el salón de su casa, que es desde donde mejor se empatiza con el lado más oscuro de nuestro corazón.
Nos libramos convenientemente del cadáver, de nuestra existencia insulsa, quedan las suposiciones, la novela negra, el horror fingido o la simpatía por el diablillo.

Sangre seca en el asfalto. La gente hace cola para pasar el dedo sobre ella y llevársela a la boca. Un crimen tan cercano, tan nuestro, tan (con perdón) bien hecho...

El juez no lo ve claro y vuelve a hacer girar la ruleta multicolor...
Desde casa nos puede la impaciencia: "¡compra vocal, gilipollas!".
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sábado, noviembre 14, 2009

Bienes ganaciales


Este es el primer año (de los últimos quince) que no juego a fútbol 11 o fútbol 7. Con mis amigos hemos buscado un sucedáneo, la metadona del fútbol-sala, que es casi lo mismo, pero no es igual.
Vendarse, ponerse las espinilleras, los uniformes, las botas de tacos... Es una liturgia mágica (aunque los findes se prodigaran en resacas u otros compromisos fisio-sociales). Cada año se jugaba más en campos de hierba artificial y menos en tierra, olvidando esos partidos con barro, épicos.

Empecé de medio o delantero, me retrasé hasta el mediocentro táctico (primero fino, luego perverso), hasta acabar de defensa central con malas pulgas. La evolución me ha llevado a la grada sin pasar por la portería.
Reconozco que era insostenible seguir jugando, seguir manteniendo un equipo cuando nuestras prioridades habían cambiado tanto en quince años, cuando ya nos costaba juntar los 7 de cada partido.
Confieso también que lo echo de menos.

¿Cómo se divorcia uno del fútbol?
¿Quién se queda con la custodia de los sueños, las victorias y los goles?
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viernes, noviembre 13, 2009

Aparte de eso...


Para mí, el fútbol siempre ha tenido que ver con la identidad, la pertenencia, la ironía, el humor, la oportunidad, la emoción, el color, la camaradería, la compasión, el absurdo, los valores, el trabajo en equipo, la participación, el consumo, la reflexión, la simplicidad, la belleza y, por supuesto, la esperanza. Aparte de eso, no puedo imaginar por qué la gente pierde el tiempo con él.

Stuart Clarke, el autor de las fotos


jueves, noviembre 12, 2009

Agitado, no revuelto

Hay cosas que no se mezclan bien del todo.

El aceite y el agua, por ejemplo,...



un tenedor y un enchufe...



los pájaros y la ley (como ya sabía el maestro Hitchcock)...



el inglés y el español...



las colegialas y los sátiros...



o si me tiráis de la lengua, Raphael y Tom Jones.




Eso sí, aunque no se mezclen, aunque formen grumos, destrucción, paradojas, ruina, tumulto y escalofríos, siempre es peor no intentarlo.
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miércoles, noviembre 11, 2009

Fórmulas (secretas)


Muchos de vosotros (y más tras la reciente controversia con la cafeína) me escribís cartas preguntando qué tal va la Coca-Cola para el sexo.
Yo os respondo siempre, con educación, que la Coca-Cola no va mal, pero que funciona mucho mejor una compañera (o compañero). Merece la pena hacer la prueba, os lo prometo.

Como sé que este es un tema que os escama (sí, es cama) lo trataré con el mayor rigor científico posible.


Deborah Anderson, del Boston University Medical Center, junto a sus colegas Sheree Umpierre y Joseph Hill, publicaron en 1985 un interesante estudio que determinaba que la Coca-Cola es un potente espermicida.


Vaya estudio, ¿eh?. Si es que es mejor tener a los investigadores en estos temas que delinquiendo por allí, atracando a ancianitas o maquinando planes para la dominación mundial.

Apócrifa es la leyenda de la Coca-Cola y la aspirina, una de mis preferidas. La mezcla, se comentaba, producía una erupción volcánica de la líbido femenina. Una labor de concienciación silenciosa puso a todo el mundo sobre avisó, aumentando las precauciones y, curiosamente, alentando el mito. Los hechizos suelen estimular la imaginación de la gente, y esto era un hechizo, obtener un "sí" sin necesidad de tomar el riesgo de formular la pregunta.
En fin, bobadas. Volvamos a la ciencia seria.

Con el ánimo de profundizar en la capacidad espermicida de la Coca-Cola, otros investigadores, ahora del Departamento de Medicina del Hospital General de Veteranos de Taiwan, los doctores C.Y. Hong, C.C. Shieh, P. Wu y B.N. Chiang, publicaron en 1987 sus impresiones e sentido contrario.

La Coca-Cola, dijeron, es un espermicida lamentable. Y añadieron que utilizarla en una ducha vaginal post-coital, si bien refrescaba lo suyo hacía cosquillas por las burbujas, no tenía efectos notables en la motilidad del esperma. Además, lo dejaba todo pegajoso.

Ay, la Coca-Cola. Es pensarlo y se me hace la boca agua.
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martes, noviembre 10, 2009

Maniobras públicas


Como puede apreciarse en esta foto, documento periodístico de incalculable valía, el rumor era cierto. La República China ensaya en instalaciones militares el salto conjunto y sincronizado que hará estremecerse al planeta.

Aquí no somos de criticar alegremente, ni de meternos en conflictos diplomáticos (excepto aquella vez con Bélgica, claro). Así que nuestra respuesta oficial es la siguiente: Pueblo de la China, vosotros veréis.

También podría ser que el trucaje digital haya eliminado de la fotografía la comba.
Eso lo explicaría todo, de momento.
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lunes, noviembre 09, 2009

Dulce regreso


En los momentos previos a mi regreso a la cafeína, cuando me quitaba el chándal y la responsabilidad, he recordado a Wakefield. Diréis: "ah, Wakefiel, pues muy bien", y yo os lo explico, porque vosotros con tal de no preguntar...

La singular historia de Wakefield fue escrita por Nathaniel Hawthorne, y Borges la explica con precisión quirúrgica en "Otras Inquisiciones":

Wakefield, en el atardecer de una día de octubre, se despide de su mujer. Le ha dicho —no hay que olvidar que estamos a principios del siglo XIX— que va a tomar la diligencia y que regresará, a más tardar, dentro de unos días. La mujer, que lo sabe aficionado a misterios inofensivos, no le pregunta las razones del viaje. Wakefield está de botas, de galera, de sobretodo; lleva paraguas y valijas. Wakefield —esto me parece admirable— no sabe aún lo que ocurrirá, fatalmente. Sale, con la resolución más o menos firme de inquietar o asombrar a su mujer, faltando una semana entera de casa. Sale, cierra la puerta de la calle, luego la entreabre y, un momento, sonríe. Años después, la mujer recordará esa sonrisa última. Lo imaginará en un cajón con la sonrisa helada en la cara, o en el paraíso, en la gloria, sonriendo con astucia y tranquilidad. Todos creerán que ha muerto y ella recordará esa sonrisa y pensará que, acaso, no es viuda. Wakefield, al cabo de unos cuantos rodeos, llega al alojamiento que tenía listo. Se acomoda junto a la chimenea y sonríe; está a la vuelta de su casa y ha arribado al término de su viaje. Duda, se felicita, le parece increíble ya estar ahí, teme que lo hayan observado y que lo denuncien. Casi arrepentido, se acuesta; en la vasta cama desierta tiende los brazos y repite en voz alta: “No dormiré solo otra noche.” Al otro día, se recuerda más temprano que de costumbre y se pregunta, con perplejidad, qué va a hacer. Sabe que tiene algún propósito, pero le cuesta definirlo. Descubre, finalmente, que su propósito es averiguar la impresión que una semana de viudez causará en la ejemplar señora de Wakefield. La curiosidad lo impulsa a la calle. Murmura: “Espiaré de lejos mi casa.” Camina, se distrae; de pronto se da cuenta que el hábito lo ha traído, alevosamente, a su propia puerta y que está por entrar. Entonces retrocede aterrado. ¿No lo habrán visto; no lo perseguirán? En una esquina se da vuelta y mira su casa; ésta le parece distinta, porque él ya es otro, porque una sola noche ha obrado en él, aunque él no lo sabe, una transformación. En su alma se ha operado el cambio moral que lo condenará a veinte años de exilio. Ahí, realmente, empieza la larga aventura. Wakefield adquiere una peluca rojiza. Cambia de hábitos; al cabo de algún tiempo ha establecido una nueva rutina. Lo aqueja la sospecha de que su ausencia no ha trastornado bastante a la señora Wakefield. Decide no volver hasta haberle dado un buen susto. Un día el boticario entra en la casa, otro día el médico. Wakefield se aflige, pero teme que su brusca reaparición pueda agravar el mal. Poseído, deja correr el tiempo; antes pensaba: “Volveré en tantos días”, ahora, “en tantas semanas”. Y así pasan diez años. Hace ya mucho que no sabe que su conducta es rara. Con todo el tibio afecto de que su corazón es capaz, Wakefield sigue queriendo a su mujer y ella está olvidándolo. Un domingo por la mañana se cruzan los dos en la calle, entre las muchedumbres de Londres. Wakefield ha enflaquecido; camina oblicuamente, como ocultándose, como huyendo; su frente baja está como surcada de arrugas; su rostro que antes era vulgar, ahora es extraordinario, por la empresa extraordinaria que ha ejecutado. En sus ojos chicos la mirada acecha o se pierde. La mujer ha engrosado; lleva en la mano un libro de misa y toda ella parece un emblema de plácida y resignada viudez. Se ha acostumbrado a la tristeza y no la cambiaría, tal vez, por la felicidad. Cara a cara, los dos se miran en los ojos. La muchedumbre los aparta, los pierde. Wakefield huye a su alojamiento, cierra la puerta con dos vueltas de llave y se tira en la cama donde lo trabaja un sollozo. Por un instante ve la miserable singularidad de su vida. “¡Wakefield, Wakefield! ¡Estás loco!”, se dice. Quizá lo está. En el centro de Londres se ha desvinculado del mundo. Sin haber muerto ha renunciado a su lugar y a sus privilegios entre los hombres vivos. Mentalmente sigue viviendo junto a su mujer en su hogar. No sabe, o casi nunca sabe, que es otro. Repite “pronto regresaré” y no piensa que hace veinte años que está repitiendo lo mismo. En el recuerdo los veinte años de soledad le parecen un interludio, un mero paréntesis. Una tarde, una tarde igual a otras tardes, a las miles de tardes anteriores, Wakefield mira su casa. Por los cristales ve que en el primer piso han encendido el fuego; en el moldeado cielo raso las llamas lanzan grotescamente la sombra de la señora Wakefield. Rompe a llover; Wakefield siente una racha de frío. Le parece ridículo mojarse cuando ahí tiene su casa, su hogar. Sube pesadamente la escalera y abre la puerta. En su rostro juega, espectral, la taimada sonrisa que conocemos. Wakefield ha vuelto, al fin. Hawthorne no nos refiere su destino ulterior, pero nos deja adivinar que ya estaba, en cierto modo, muerto. Copio las palabras finales: “En el desorden aparente de nuestro misterioso mundo, cada hombre está ajustado a un sistema con tan exquisito rigor —y los sistemas entre sí, y todos a todo— que el individuo que se desvía un solo momento, corre el terrible albur de perder para siempre su lugar. Corre el albur de ser, como Wakefield, el Paria del Universo”.

Acierta Borges al afirmar que este registro literario de Hawthorne prefigura a Kafka (un siglo antes de su aparición). Se le olvida, quizás, que nos prefigura también a nosotros (dos siglos después del cuento).

La cafeína era hoy el hogar al que regresar. Igual que han pasado 15 días podían haber pasado 15 años. ¿No nos sucede constantemente? ¿con un pariente? ¿con un amigo que se aleja día a día inexorablemente? ¿no nos creamos imperativos absurdos nosotros mismos, por simplicidad o por un vanidoso afán de complejidad? ¿son de verdad nuestros problemas imposibles, irreversibles o insuperables?.

Agustín Fernández Mallo, que es un escritor brillante y a pesar de ello es majo, habla de la ley de la mnémesis, una especie de correspondencia con los arquetipos. Wakefield se parece a nosotros, lo comprendemos cómplices. La limonada sabe a limón, es de cajón. Pero he aquí que "la Coca-Cola no se parece a nada, salvo a sí misma". Hasta que él lo dijo yo no lo pensé (y ahora me asombra esa simple idea).

Nos relajan los blogs porque se parecen los unos a otros, tienen una estructura común, nos agitan (ah, vale, chimpancés, muy bien), pero no nos afectan.
La Coca-Cola nos excita porque nos recuerda que hay recovecos sombríos en el universo. No es la cafeína la que nos pone nerviosos, creedme.


Si os interesa la absurda retransmisión en directo de mi eucokeristía, sucedió en Facebook (que se parece bastante a las puertas pintarrajeadas de los retretes públicos, dicho sea de paso).
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Recaída controlada


Esta tarde, bajo atenta vigilancia, volveré a la cafeína (quince días después).
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viernes, noviembre 06, 2009

Noticierto

No os acordaréis, queridos monos-pez, pero aquí ya hablamos de las medusas, os advertimos de su peligro. ¿Os acordáis? No, claro.
Pues lo mismo les pasó en Japón:

Medusas gigantes hunden un pesquero de diez toneladas en Japón.

Informa el intrépido Lupus desde la caseta de utillaje de los guardacostas en Osaka. Por cierto, se rumorea que tuvo algo que ver en el incidente, convenciendo a las medusas con el típico: "no hay huevos".


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El eminente investigador Profesor Mon (no confundir con el Profe Sermón, que daba clase en mi colegio) nos transmitió recientemente los resultados de su último estudio.

Los chimpancés son altruistas si se lo piden con educación.

Esto no sólo refrenda lo que todos sabíamos sino que acerca un peldaño más a este científico al premio Nobel de lo que quede. Destacar, por encima de su labor investigadora, la templanza que tuvo para birlarle el dossier completo a los palurdos de la Universidad de Liverpool.


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En el apartado de deportes, nuestro cronista Serjuzu se enfunda los pantalones cortos de la indignación para quejarse de este ataque desmesurado contra el badminton, el deporte de los dioses.

¿Alguien le ha dicho a Putin que el badminton no es muy macho?

Las ratas del Daily Mail quedan retratadas en este artículo, qué mal gusto (sobre todo la foto del mandatario a caballo). Así les va, de todos modos. En mi casa teníamos una suscripción y la anulamos. Ahora vamos a mudarnos de piso para que nunca jamás nos encuentren.
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jueves, noviembre 05, 2009

Mal x Mal = ...


Tengo que confesarlo antes de que lo descubráis por vuestra cuenta: yo lo hago todo mal. Eso sí, como soy muy metódico siempre planifico hasta el último detalle. Y claro, lo planifico mal.
Entoncres, cuando ejecuto el plan mal hecho, como lo hago tan mal, no lo cumplo. Y a veces, al hacer tan mal algo malo, me sale bien.

No me miréis así, que tampoco es tan raro.
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miércoles, noviembre 04, 2009

Mujeres que me traumatizaron para siempre - 15 - LAURA PALMER


Se empieza con las preguntas típicas: ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?. La cosa evoluciona: ¿por qué no quiere venir conmigo al baile de graduación? ¿habrá perdido mi número?. Esa dinámica la aprovechan las series de televisión. Nos enredan vilmente, sí, hay que decirlo claro, nos enredan con preguntas trampa: ¿qué es la Isla? o ¿quién mató a Laura Palmer?.

Está mal hablar de la gente que no está presente. Si encima está muerto olvídate. Todo el mundo recordará las cosas buenas. Ay, Stalin, qué bien trataba a su madre. Si en el fondo, bah, ese Pinochet era brutote pero con un corazón de oro.
La muerte, ese embellecedor de los recuerdos ¿no os parece?.
Pues de Laura Palmer se largaba sin ningún miramiento. La conocí tarde, eso seguro: Allí tan formal, en su bolsa para cadáveres.

Es jodido tener secretos escondidos y morirse. Estar como Laura Palmer en boca de todos (literal) generó chismes de todo tipo, desató pasiones salvajes, hasta engancharnos de nuestro punto débil, el morbo insano.
Las reinas del baile, lo descubrimos, también tienen su infierno.
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Mujeres que me traumatizaron para siempre - 14 - ULIANA SEMENOVA


En el año 1987 llegó a España esta señorita imponente para jugar al baloncesto en el Tintoretto de Getafe. Su palmarés impresionaba: 2 oros olímpicos, 3 mundiales y 10 eurobaskets, aunque lo que de verdad impresionaba era su altura, sus 2 metros y 13 centímetros de humanidad.

Uliana Semenova era ya toda una mujer cuando aterrizó en España (tenía 35 años) y cobraba 50.000 dólares (de los que olió sólo las migajas, porque el resto se lo quedó solidariamente el comité soviético de turno). Sus títulos le avalaban, era un fenómenos deportivo más que un fenómeno de circo. Sin embargo el impacto mediático en España difícilmente pudo separarse de la anécdota. También entonces éramos así.

Supimos que calzaba un 58. No faltó quién hiciera la broma de "seguro que puede dormir de pie ¿eh?". Lo dicho, en los 80 no pasaba nada especial, éramos tan gilipuertas como ahora.
El caso es que el baloncesto femenino todavía era un jersey tricotado con prejuicios, lejos de la brillantez actual. Semenova se plantaba en la zona y sin saltar iba taponando los tiros, agarrando los rebotes. Achacosa, andaba hacia la otra canasta y sucedía lo mismo. Le lanzaban un balón elevado, lo agarraba en lo alto y tres jugadoras saltaban a su lado como niñas de internado femenino jugando contra una monja (Sor Shaquille, por ejemplo).

Había gente que se moría de risa, otra gente lo observaba admirada, yo lo veía aterrado, incómodo, por la perturbadora metáfora que escondía.
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martes, noviembre 03, 2009

Frota frota

Si queréis jugar con Akinator el adivinador (ellos lo denominan "el genio de la web", pero es una exageración) os remito a este link:

http://es.akinator.com


Vive en una web-lámpara y hace preguntas como una vecina cotilla. Piensas un personaje, el que sea, y él te lo adivina o refunfuña.
Es curioso.

Ya sé que si vosotros fuerais un dibujo animado que lee la mente os dedicaríais a otras cosas. Todas deshonestas.
Lo he adivinado ¿verdad?

A ver si conseguís vencer al geniecillo, o al menos enseñarle algún nombre nuevo.
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De vuelta (y media)


Mentalizándome para volver a trabajar mañana.

Dura batalla. Táctica clásica. Arrojo máximo.
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domingo, noviembre 01, 2009

Siete días sin


Llevo una semana sin probar la cafeína.
La echo en falta, he de confesarlo. Incluso he desarrollado un síndrome de abstinencia físico (hoy un poco menos, porque llevo todo el día tocándome los huevos a dos manos).

Necesitaba demostrarme a mí mismo que podía vivir sin el café y sin la Coca-Cola. De momento sigo vivo. Y no en plan: vivo pero preferiría estar muerto. Qué va. Hago un montón de cosas relajadas, escribo, me río, qué se yo, me sigue gustando rascarme y rozarme con los árboles.

Os seguiré informando de mi evolución.
Este es, sobre todo, un mensaje de solidaridad con los que estáis desenganchándoos. Vosotros podéis, muchachos. Si yo he dejado la cafeína por un tiempo vosotros podréis dejar de fumar, de ver "Granjero busca esposa" o de visitar blogs insulsos como este.

Pero lo más importante es lo siguiente, no lo olvidéis: si dejamos una cosa nos engancharemos inmediatamente a otra.
Si no tuviéramos adicciones absurdas ¿de qué otra forma podríamos demostrar el carácter?
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