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miércoles, mayo 01, 2019

Diletante (dile tanto)

Si yo hubiera podido, en los albores del blog, escribir y publicar un post desde la cama, como estoy haciendo ahora, tal vez hubiera batido algún récord de horizontalidad. Tal vez hubiera escrito 7 entradas diarias.
Sin embargo, como suele pasar, yo ahora puedo hacerlo y no se me ocurre nada. Lo achaco a los vaivenes meteorológicos y a que durante la sequía de 2014 se me amojamó el cerebro.

Queden estas líneas como el primer testimonio legible de esta época en la que un primate constata la velocidad casi irreal a la que avanza el futuro.

Y además, os cuento que me voy a hacer poeta.
PUM. Este giro final no os lo esperabais ¿eh?

¿En qué epígrafe del IAE nos apuntamos los poetas? (todo son trabas al emprendedor)

Hoy la foto justo al final.


sábado, abril 13, 2019

Adventure Hero (chimp edition)

Estoy camino de la playa y me he acordado de que tenía guardado a este Spiderman playero para la ocasión.

Así veis la eficiencia del cerebro del primate y conpruebo que soy capaz de escribir un post desde mi teléfono móvil Alcatel OneTouch.

El siglo XXI condensado en tres párrafos.

jueves, abril 11, 2019

Sobreatención


A mí no me gusta ir a comprar cosas. Ropa y tal. Por eso cuando voy me lo tomo en serio, incluso con algo de prisa, para que se pase antes. Eso no significa que no me fije, al contrario, me concentro para ser lo más eficiente posible.

Para ello es necesaria la tranquilidad, cierta paz espiritual. Y si me miran o me hablan no puedo. Es como mear (salvando las distancias).

Sumemos a esto una desconfianza natural de primate revenido. El resultado es el problema al que yo quería llegar. Dependientes que te dicen "te queda muy bien", "yo lo veo de tu talla". ¿Qué pasa con esta mierda?

Yo no me fío. Tú lo que quieres es venderme el chándal, el sombrero de paja o la gorra de hélice. Me estaba viendo en el espejo y me estaba molando, pero AHORA QUE ME DICES ESTO ya no lo quiero. ¿Quién te ha pedido tu opinión?
"Creo que te favorece el color".
¿Crees?
¿Y cuándo estarás segura?

No soy tan ceporro como para no llegar a la conclusión de que si los vendedores dicen estas frases es porque la gente, en general, las agradece, y soy yo el rarito.
Quizás sea necesario inventar un sistema códigos que permita a los comerciantes saber de qué forma han de interactuar con cada clase de clientes. Y luego hacer una ley estricta. Y si hay que terminar fusilando a alguien, se le fusila.

domingo, marzo 03, 2019

Carnavalium (4WPG)


Estuve viendo la cabalgata o desfile de carnaval en la leal e invicta ciudad de Huesca.
¿Por qué? No sé. Tal vez mi subconsciente sabía que yo tenía pendiente un post del reto de las 4 palabras y entendió que nada mejor que una fiesta de disfraces para mezclar conceptos locos en la coctelera del blog.
Porque sí, allí había señores con bigote vestidos de novia, supermanes y supermanas, lagartos de V, animales variados, romanos, masáis y un samurái despistado (reminiscencia, casi seguro, de aquella historia local que os conté).

Colorido y música en una tarde-noche apacible de carnaval.
Los oscenses llenan de creatividad el centro de la ciudad.

Así titularía la crónica si fuera periodista, endulzando la realidad. Y eso que la climatología fue benigna. Yo recuerdo carnavales a 10 grados bajo cero. Lo de ayer era una pre-primavera perfecta para la práctica de los festejos.

Si nos olvidamos de las relaciones públicas y los lugares comunes, os diré que durante el desfile vi algo extraño. Ese algo no lo había visto en anteriores actos, quizás porque la última cabalgata la vi hace más de 30 años, y entonces no había disfraces en grupo de los colegios, parvulario, primaria y lo que haya luego, todos a una.

Si uno no tiene que buscarse la vida ni pensarse el disfraz, es un poco más fácil sumarse a la cabalgata, obviamente. La vida es complicada y hay poco tiempo para preparativos. Eso hace que el formato actual consiga comparsas multitudinarias de colegios. Mucha mucha gente. Ahora bien, si el disfraz lo ha elegido uno mismo, está claro que lo defenderá de un modo muy distinto a si no lo has elegido. Eso es lo primero.
Y lo segundo es que las multitudes uniformadas tienden a acabar siendo monótonas, a la manera norcoreana.

La buena voluntad es evidente. Y aplaudo el esfuerzo de los organizadores. Pero un carnaval demasiado organizado, sin la mezcla, el caos y el descontrol, resulta siniestro. Acabas viendo pasar a gente que no va de tigre sino de disfraz de tigre, como en esa canción de Hidrogenesse.

Vi gente dándolo todo en el pasacalles.
Vi también gente aburriéndose mucho (con culpabilidad en sus miradas).
Vi niños perplejos, sin comprender ese akelarre insípido.



martes, febrero 26, 2019

Dia-riot (4WPG)


Salgo de la cama dando un salto mortal. Tiro un jarrón, que se rompe y me hace algunos cortes en los antebrazos que denotan personalidad.
Deshojo la margarita de la ducha.
Hago gárgaras con biodiésel.

Unto sobrasada en el pan tostado, como bíblico oleaje de sangre. El desayuno es la comida más importante de la historia.
Me enfundo mi camiseta gris del mono con sombrero y mis pantalones de golf (con 18 agujeros). Ya estoy listo para salir a comerme el mundo o a comprar chocolate.

La gente se vuelve a mirar mi deambular decidido por la acera. Casi siempre bípedo, sólo cuadrúpedo en ocasiones.
Vagabundeo un rato hasta la hora de comer. Hago quinielas ficticias en mi cabeza y fantaseo con que acierto y me compro un lanzallamas.

Para comer, asalto, si es posible, a unos excursionistas. Les robo la canasta de comida.
Si no, adquiero alimentos en el supermercadona. Olvido que no puedo gastar más dinero del que llevo en el bolsillo. Tengo que dejar artículos en la caja y lo hago mientras imito la subasta del Un Dos Tres, haciendo perder los nervios a la cajera.

Luego duermo unas cuatro horas de siesta.
Me despierto de humor disonante. Una mezcla entre don Basilio y Chucky el muñeco diabólico.
Blasfemo una hora al día (a falta de otros hábitos deportivos).

Por la noche ceno serrín, que rasco con una lima del mueble de la tele. Unas horas de tuíter arreglando este mundo nuestro, que va claramente a la deriva.
Me acuesto pensando en vosotros. Mi luz en la oscuridad.
Apagaos un rato, si no os importa, que me desvelo.


4 Words Post Generator

domingo, febrero 24, 2019

Cante hongo (4WPG)


Calzado para ir al monte, pantalón con muchos bolsillos, de esos en los que pones las llaves y el móvil en los bolsillos de delante y te van golpeando a cada paso, gorra de la caja rural, cantimplora, bocadillo y una cesta de mimbre.
Hoy hablaremos de hongos.

A ver, cuando digo hongos me refiero a setas. Aunque el campo también se presta al cruising más silvestre y pueda pillarse una candidiasis u otra infección fúngica similar.
En todo caso, siempre hay que estar alerta con las setas venenosas.

Lo mejor de coger setas es comérselas después. Lo que obliga a encontrar alguna, por orgullo. O, en su defecto, comprar una bandeja en el supermercado para disimular y engañar a la memoria.
Lo peor es que hay que ir. Tirar monte arriba por la senda, clavarse alguna zarza, un tropezón con una raíz, ¿te has caído? no, me he tumbado un momento a descansar.
Si pensáis que esto es como aterrizar en el helipuerto de la azotea de tu hotel de Dubai, para luego hacerte fuerte en el buffet libre todavía con el albornoz puesto después de salir del jacuzzi, os equivocáis. La búsqueda del hongo comestible es un proceso lleno de esfuerzo y momentos ingratos. Estás buscando algún tipo de seta, por ejemplo níscalos, o mejor incluso, robellones, y has de escudriñar el paisaje, igual que en esos cuadros de colorines en los que tienes que entornar los ojos para que aparezca el dibujo misterioso.

Los primates no sólo estamos diseñados por la evolución para trepar, también para el senderismo recreativo, escarbar y esquilmar, dejar el monte como si hubiera pasado un batallón de jabalíes haciendo la instrucción, como si alguien hubiera lanzado una granada de mano, con una granada a mano (de postre), vestido de camuflaje como un mamarracho y respirando aire puro.

Coger setas es una de las más hermosas y saludables actividades que un simio puede llevar a cabo en la mañana de un domingo.
Ojalá poder hacerlo alguna vez.



4 words post generator

jueves, febrero 21, 2019

Cafeteorías


Creo que era Starbucks la que hablaba de sus cafeterías como el tercer espacio. El primero era el hogar. El segundo el lugar de trabajo. Y, para ellos mismos, sus garitos tenían que ser vistos como un espacio intermedio de ocio, relax, disfrute, pero también inspirador, que despierte la mente en vez de adormecerla. El tercer espacio no es mal puesto. Pódium.

Pero a mí las cafeterías (no Starbucks, que en Huesconsin ni lo hay, ni falta que hace) no son el tercer espacio. Son el segundo.
Quizás por mis ocupaciones de autónomo picaflor, trabajo y pienso mucho en cafeterías. Como también trabajo y pienso todavía más en casa. Y ya luego, en tercer lugar a mucha distancia, la oficina.
Si me bloqueo con cualquier asunto, cojo un cuaderno, varios bolis de diferentes colores y me voy a una cafetería. Sirve casi cualquiera, aunque tengo mis preferencias, claro está.

Esta oda a la cafetería como entorno creativo, alfa y omega de la civilización, me obliga también a ponerme serio y a enunciar una queja. La tele.
Entiendo que a veces el camarero mitigue el tedio dándole volumen a la tele. Pero como cliente me produce rechazo. Vas a una cafetería estupenda y te encuentras, sin merecerlo, con una tertulia del canal deportivo-propagandístico Gol. O el Sálvame. O una telenovela fina. ¿Por qué? ¿POR QUEEEÉ?

Servidme el café en el cráneo barnizado de un cobaya, ponedme una mecedora de acero inoxidable en vez de una silla normal, usad una lápida de mármol como mesa, o cualquiera de esas moderneces. Yo no me quejaré. Pero la tele no tiene sentido. Salvo que esté pasando algo importante en ese momento, algo que afecte directamente al pueblo de uno de los camareros, eso lo comprendo, o algo que aglutine a los parroquianos frente al receptor, como en uno de esos chistes de "Cuéntame".
Como mal menor podría aceptar que tengan puesto el telediario. Dentro del horror, hay una larga tradición allí.

Recuerdo un bar de vinos de mi post-adolescencia en el que entraras a la hora que entraras siempre estaba puesto el parte. Y sólo había 5 canales, todavía no existía el 24 horas.
Sospechábamos que grababan en vídeo el telediario y lo reproducían luego en bucle. No sé, tampoco somos apóstoles muy fiables.

¿Se puede tener la televisión de la cafetería enchufada? Sí. Y hace bonito. Un documental de animales, un canal deportivo exótico, uno de vídeos musicales o sketches humorísticos. Todo perfecto, pero sin sonido. Salvo que haya un partido de fútbol importante o un 11-S, por favor, dele al mute de su mando a distancia, jefe.
Pon unas cassettes de canciones buenas, algo yeyé, o jazz fusión, jotas de picadillo, el disco que grabaron los Cantores de Híspalis con Alicia Keys, lo que sea. El runrún de la tele atonta, desconcentra al autónomo autóctono y lastra la conversación.

I have a dream!

sábado, enero 05, 2019

Estampas de los Reyes Magos (3)


Las cabalgatas de reyes son un momento mágico. Al principio eran austeras y, con el tiempo, se han vuelto más sofisticadas. Dejando a un lado los problemas geográficos y de sincronización (son magos y prácticamente ubicuos), queda un espectáculo callejero de alto nivel, con pirotecnia, luz, colore y tendencias.

Os cuento cómo va a ser la cabalgata de los Reyes Magos en Huesconsin, primera que va a patrocinar la Academia de Chimpancés.
Nos ha costado buen dinero, pero el plan es pedirle luego ese dinero a los Reyes Magos y así se recupera el dinero en unas horas. Genialidad táctica.

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Abren la cabalgata el batallón de majorettes-primates o primajorettes.
Un grupo de unos mil adultos, compuesto por mujeres, hombres, chimpancés, bonobos, orangutanes y prácticamente todas las clases de simios que hay.
Es muy divertido porque el traje es talla única. Los gorilas son dignos de ver. Vienen de otros pueblos solamente a ver semejante espectáculo.

Después vienen los cañones de confeti. Un confeti oscense muy especial, fabricado con longaniza de Graus. Los caramelos son cosas del pasado.

Y allí llegan después, imponentes, los 17 elefantes que simbolizan el estado autonómico. Grandes trompas, grandes colmillos, piel dura... nada infunde tanto respeto entre la chavalada.

Llega la carroza del primer rey. Gritos de júbilo. "¡Melchor!"
Melchor va vestido en chándal dorado y grana. Lujo deportivo para el de la barba blanca. El auténtico de la barba blanca. No el otro.

Como estamos en Huesca, no puede faltar un San Lorenzo en su parrilla, lanzando fuego que ilumina el aire como un relámpago.
¡Espera! ¡Está lanzando algo a la gente!
¡Es más confeti de longaniza!

Y ya llega la carroza del segundo rey, alicatada con baldosines. Lujo asiático. "¡Gaspar!", gritan entusiasmados los niños y alguna madre.
Se atusa su barba rubia y se hace selfis. Lleva un jersey de lana. Norueguismo extremo.

Otra muestra del folclore local. Los danzantes de Huesca (a.k.a. samurais para Molinos). Interpretan sus dances tradicionales. Las espadas, los palos, las cintas, el degollau...

Atención. ¿Es? ¿No es? ¡Tiene que ser! La carroza del rey que falta. "¡Baltasar!" grita la juventud.
Baltasar lleva traje, porque se lo vio a Idris Elba y le gustó el look. Cuando le piden regalos finge que no habla el idioma.

La parte importante ha comcluido, pero la cabalgata continúa. Allí llega la carroza de los tuiteros enjaulados. Me reconoceréis saludando entre los barrotes.

Van luego los notarios, a pie, saludando muy serios. Firmando cualquier documento que les pongan delante. "Doy fe" dice el speaker y todos sonríen. La fe de los niños, la fe en general, es el combustible de la noche de reyes.

la banda municipal toca unos pasodobles. Hay gente que se arranca a bailar (los menos).

Imponentes hormigoneras repletas de carbón en la retaguardia. Amenaza muy seria a los que se han portado mal.
Por último, los bomberos cierran la comitiva, recibiendo el apoyo entusiasmado de las madres y algún niño.


¿Qué? ¿hay nervios?

viernes, enero 04, 2019

Estampas de los Reyes Magos (2)


No sé si sabéis, inocentes lectores, el tremendo contubernio que hay tras los regalos que traen los Reyes Magos. Menuda confabulación de trolas en las que han estado metidos durante años familias, policías, bomberos, telediarios, la CIA y la KGB.

Yo me enteré pronto, con 24 años.
No, es broma. Sucesos extraños en casa de un amigo del colegio hicieron que mis dudas crecieran. Con 8 años hice las preguntas adecuadas y mi santa madre confesó.
Me impresionó la profundidad del caso. Pero en seguida comprendí el alcance de la confabulación.

Lo más interesante del asunto (ahora viene la lírica, lo anterior eran fuegos artificiales de nostalgia barata) fue que durante un par de años me involucré en la trama, enfocado sobre todo en mi hermano pequeño. Le contaba, le explicaba, hacíamos dibujos y manualidades para dejarle a los Reyes... y me sentí bien echando carbón a esa máquina de ilusión.

Hace un par de días pensaba en ello. Sonreía. Y de pronto un pensamiento me congeló esa sonrisa.
¿Y si mi hermano sabía ya de qué iba la cosa? ¿Y si solamente me seguía la corriente para hacerme sentir mejor? ¿Y si pensaba que yo no lo sabía y con cierta condescendencia accedía a alimentar mi ilusión? ¿Y si se pensó que menudo hermano mayor imbécil tenía?

Dudas navideñas. Nadie se libra de ellas jamás.

jueves, enero 03, 2019

Estampas de los Reyes Magos (1)


En la guardería, la función de Navidad era un belén viviente aderezado con jotas (e incluso sevillanas).
Yo rezaba muy fuerte para que no me tocara bailar. El Señor me escuchó. Más que eso, me dio uno de los papeles principales en la obra.

El papel más codiciado entre las actrices era el de la Virgen María, obviamente. En el caso de los actores, no era San José, qué va, eran los tres reyes magos.

Las monjas inventaron un casting infalible, casi darwiniano, para djudicar los papeles: los tres más altos serían los reyes. En su orden.

Yo entré en el pódium por los pelos y fui Baltasar con gran felicidad.
¿El momento cumbre de mi carrera artística? Casi seguro.

Las pinturas para la cara de hoy en día son maravillosas. Un poco de desmaquillante y salen solas. Pero lo que tuvo que frotar mi madre para sacarme el maquillaje también fue digno de ser llevado a los mejores teatros.
Todavía creo que tengo un poco de pintura detrás de las orejas.

lunes, diciembre 24, 2018

Tardebuena

Vamos a trabajar un rato...



... que luego tenemos el tradicional vermú navideño...



... y después hay que llegar a la cena de Nochebuena disimulando el achispamiento.



Feliz Navidad a todos los primates de buena voluntad, que son pocos, y a los de voluntad frágil pero buena intención, que somos casi todos.
Elegid vuestra propia aventura navideña.

sábado, diciembre 22, 2018

Buena ventura


Que haber retomado el blog es la razón de que haya tocado el Gordo de la Lotería de Navidad en Huesca lo sabéis ¿no?
Se dice mucho que el destino es caprichoso (y es verdad), pero nadie se acuerda de que el destino también es vanidoso. Le gusta entrar por la puerta principal. Necesita neones y fotógrafos.

Yo, que además de ser profe de primates soy cronista oscense, estoy llamado a contarlo. Sin necesidad de salir a la calle a investigar.

Más casualidades. Ha tocado la lotería de la Asociación de Antiguos Alumnos de San Viator. Y yo soy antiguo alumno de ese colegio.

Va, otra. He encendido la tele y he visto que no había salido el Gordo todavía. Luego me he metido en la ducha y, al salir, allí estaba. El premio había esperado (con razón) a que me purificara bajo el agua sagrada y caliente.
Ardían los grupos de Whatsapp de la ciudad

Número muy impar

He hecho espagueti negro con chipirones. No porque haya tocado la lotería en Huesca. Los iba a hacer de todas formas, no hay relación. Para una vez que cocino con fundamento, tengo que contarlo.

Obviamente hemos estado viendo a gente celebrar en los telediarios. Siempre me ha encantado ver a la gente enloquecer frente a la administración de loterías, berreando y brindando con cava revenido en vaso de plástico.
En Antena 3, la reportera que entraba desde Huesca estaba muy sonriente y Matías Prats ha explicado que a ella le había tocado también el Gordo. La primera vez en su vida profesional (y Matías ha vivido muchos 22 de diciembre) que le sucedía.

¿Os convencéis de que hay algo mágico en todo este despelote de la lotería del 2018?

El blog, la tele, la ducha, el colegio, los espagueti, el telediario... nada es casual.

Pensaréis, ¡qué listo es!, no ha querido decirnos hasta el último párrafo si le ha tocado a él. Seguro que este mono cabrón ha rascado unos cuantos milloncejos de pesetas...
Pues no. No me ha tocado.
Y si me llega a tocar hubiera sido el milagro de los milagros, porque jugaba la friolera de cero euros.

No juego a la lotería, pero jamás he sentido ningún tipo de envidia por los premios. Al contrario, me emocionan de forma absurda. Y este año más, porque creo que he sido el talismán.


DATOS:
12 años de blog = 2 premios gordos en Huesca.
16%
No hay santo que haga milagros con tan buen porcentaje.

jueves, diciembre 13, 2018

Sobres - fuerzo

Al ser joven (pero no mucho), puedo acordarme perfectamente de estos sobres de soldaditos de plástico.




Con el reclamo de grandes batallas que, sinceramente, no conocíamos, teníamos un juguete efímero con el que pasar el rato. Por cinco duros (de los de entonces). Pocas veces se ofreció más por menos.

Las figuritas estaban muy logradas.


Se les podía acusar de belicismo. Tal vez. Aunque vivíamos en plena guerra fría. No tenerlo en cuenta era hipócrita.
Se les podía acusar de rigidez. Y eso era verdad, porque eran moñacos poco articulados. Seguramente porque la guerra tensa mucho, aunque seas de plástico.

¿Existen estos sobre hoy en día?
Pues no tengo ni idea. Aunque me jugaría mi fusil de asalto a que hay 647 leyes que lo prohíben. Por violentos, por tóxicos, por atragantables...

La solución está en el pacifismo.
Pero no un pacifismo normal, como el vuestro o como el mío.
Necesitamos llevarlo al extremo, que es el único enfoque que vende hoy en día.


¡Yoga!


Es la solución perfecta.
Ya no hay una contienda entre dos bandos. Ahora la batalla se libra en nuestro interior.


Nada belicista. Nada insano.
Y tampoco es sexista, porque hay una versión en rosa para las niñas.


Las guerras de hoy en día ya no son contiendas al uso. Son ciberguerras entre hackers. Y si estás todo el día sentado frente al ordenador haciendo el mal, ¿qué te pasa?, que te acaba doliendo la espalda, las cervicales, las lumbares, o te agachas y crujes como un árbol podrido. Eso pasa.

Apostemos por los juguetes de yoga.
El ejemplo ideal para los guerreros y guerreras del siglo XXI.

lunes, diciembre 03, 2018

Superposición

Tenía dinero en una cuenta de Loterías y Apuestas del Estado. ¿Cómo llegó aquel dinero olvidado allí? Lo puse yo mismo hace un milenio. 10 eurazos para hacer unas quinielas.
Por lo visto no se había gastado del todo. ¡Quedaban 2 euros!


Cualquier primate honrado hubiera cobrado esa cantidad y se hubiera corrido la juerga padre. Pero yo no. Yo vivo al límite y dije: "haré una primitiva". El objetivo era conseguir ser millonario. Millonario normal, no esos hipermillonarios que van de lado a lado en helicóptero y no les dura nada el peinado.
Hice una primitiva on line. O una bonoloto. No sé distinguirlos a simple vista, como a los actores de "L.A. Confidential". Y ya está. Me despreocupé. Sembré la semilla de mi fortuna y me olvidé.

Esa misma noche salí a cenar.
Cena romántica y cerveza. Poca batería en el móvil. Camiseta limpia. Lo normal.
Es de mala educación mirar el móvil en la mesa, aunque en un descuido vi que había llegado un SMS de Loterías y Apuestas del Estado. ¡La bonoloto!, pensé.
Mantuve la compostura con el sabor acre del morbo mezclándose con el sabor de las acelgas (invent).

Me gustaba esa incertidumbre momentánea. ¿Era millonario? ¿Había acertado y por eso me escribían? ¿Era un mensaje de "siga buscando" como los de las tapas de los yogures?
Aquello era muy emocionante.
Entonces se acabó la batería. Chimpón.


Era el agraciado poseedor del boleto premiado de Schrördingen.

Opulento y pringao al mismo tiempo.

Al final de la noche llegué a casa, puse el móvil a cargar y vi el SMS.
Había ganado 16 millones de euros. Sentí una sensación extraña, como de injusticia ante una suerte que no merecía. La verdad es que ese giro de la vida no me lo esperaba. Seguro que tras ese golpe de suerte se ocultarían noticias terribles para compensar. Enfermedades, desencuentros, accidentes... tiene que ser difícil manejar el exceso de suerte.
En realidad todo eso lo pensaba antes. Miré el SMS y había ganado 4 euros.


No fue el SMS de la lechera.
Monkey wins again!
     (Ruido de máquina registradora hecho con la boca)

jueves, enero 05, 2017

Mono-arquía


De esta foto de Melchor me gusta la idea de que no están lanzando caramelos a los niños, sino que es al revés, están recogiendo los caramelos que les lanzan los niños.
Una cabalgata inversa en la que cada uno de los tres reyes gritan los nombres de los niños a los que van reconociendo a medida que avanza la comitiva.

Bien, digresiones absurdas a parte, ¿qué me vais a regalar?
Si no lo tenéis decidido no comentéiIlus (el blogger se pone la venda antes de la herida).

Yo os he comprado un puzzle:
LINK AQUÍ

(si no lo veis bien, decidlo)

No os relajéis. Dormid con un ojo abierto. No sea que los Reyes Magos se tomen en serio mi idea de la cabalgata inversa y en lugar de dejaos regalos os desvalijen la casa.


domingo, julio 31, 2016

Fuet-finger


Idea para una película:

Señora-espía que, como tapadera de sus espionajes ultrasecretos, guarda la apariencia de madre de familia en una masía.
Un día esconde un microchip robado a la KGB en el interior de un fuet.

Al día siguiente descubre que se han comido todo el fuet e inicia las pesquisas para encontrar al responsable.

Cuando descubre que han sido todos los miembros de su familia por separado, se ve obligada a rebuscar entre sus heces todo el fin de semana hasta dar con el microchip y salvar al mundo libre.

miércoles, octubre 14, 2015

Aquí, sufriendo



Creo que tengo el peor trabajo del mundo. El peor con diferencia.

Empiezo la mañana en el desayuno-buffet de cualquiera de los hoteles de Marbella. Da igual cuál me haya tocado ese día, durante el verano acabaré estando en todos. ¿Haciendo de camarero? No, hombre, no. Llego, saludo, me acercan un café... La consigna es “actúa con naturalidad” y yo lo bordo. Aunque con el tiempo he sumado a mi repertorio una cuantas poses sugerentes.
Me hacen fotos para el catálogo, la web o vaya usted a saber. Me dejan comer ¿eh? Me pongo tibio en el buffet libre porque es mi obligación.
Luego a la piscina. Unas veces la tumbona está fría, otras veces quema. Un sinvivir. Me tengo que poner crema protectora cada dos horas por lo menos. Y si me duermo no te creas que guardan silencio respetuoso, qué va, los fotógrafos siguen a lo suyo. Hasta para nadar tengo que mantener las formas. Nada de tirarme a bomba, ni nadar a estilo perro, ni hacer el tiburón blanco... sólo me permiten la natación fina.

¡Qué ganas de disfrutar por fin de mis vacaciones! Porque el trabajo me va a matar. Salgo de la piscina y ya está la comida preparada. La misma rutina de siempre. A veces me sientan en la mesa con 2 o 3 supermodelos suecas. ¿Y si resulta que no me apetece? ¿Y si ese día no estoy para supermodelos? Pero les da igual, lo que yo piense no importa. La obsesión con las modelos es enfermiza. Si me descuido me las ponen hasta en la cama mientras echo la siesta.
Yo elegí este trabajo y no me queda otra que apechugar. Pero de verdad que hay días en los que lo mandaría todo a freír espárragos. Ya me disculparéis este mosqueo tan tonto, pero es que lo de las modelos en bikini lo llevo fatal.

Luego está lo de ir a la playa por la tarde. Qué os voy a contar que vosotros no sepáis. Las olas me marean, el agua está demasiado salada, la arena se te mete por todas partes... Y venga rubias escandinavas de proporciones perfectas. “¿Le unto la crema protectora por la espalda con mi torso desnudo, señor?” me toca oír. Pero vamos a ver, ¿señor?, ¿de verdad?, ¿tan mayor parezco?
Y las 4 cañas en el chiringuito que no falten. Siempre que tenga suerte y no caiga un mojito o un gintonic multifrutas. Me pagan muy bien porque tengo un don para las fotos. Tú me ves en el dossier de la agencia de viajes y dices: ¡cómo se lo está pasando este cabrón! Todos pican y pagan. Aunque por dentro soy el payaso triste, un currante chamuscado, una hormiguita en el más bajo escalón evolutivo del proletariado.

Por suerte, incluso el infierno tiene su recreo. Hoy es el último día de sufrimiento playero; mañana empiezan mis vacaciones.
Tengo previsto encerrarme en casa, suspender mis hábitos de higiene básicos y jugar 20 horas seguidas al solitario spider.
Cuando empiece a relajarme discutiré muchísimo en los comentarios de las noticias de los medios digitales, inventaré insultos terribles. Siempre con las persianas bajadas, para que nadie pueda verme cocer en mi propio jugo dentro de un chándal de tactel. Solos, por fin, mi lince disecado y yo.
Seré feliz encerrado durante 15 maravillosos días.

Vivo con la mente puesta constantemente en mis vacaciones. Siempre he sido un soñador.




Esta ha sido mi colaboración en el especial Vacaciones del Cuaderno del Yeti,
Podéis verlo y descargarlo en este LINKAZO


lunes, junio 29, 2015

Love in an elevator (crónica de un ascenso merecido)


Cuando desperté, después de un sueño intranquilo, me encontré sobre mi cama convertido en un monstruoso aficionado de la Sociedad Deportiva Huesca.
Tenía recuerdos del Alcoraz, casi en blanco y negro. Sí, el mismo campo cómodo y coqueto de hoy en día fue en su momento antiguo. Yo envejezco y él rejuvenece. Me lo expliquen.

Me vienen fogonazos: Garde en la portería, OmisteChente, Petón... Recuerdo celebrar la salvación del posible descenso a Segunda B en el viejo Atocha. Recuerdo un fiestón universitario en el mismo césped el jueves y el partido para evitar el descenso ¡de 3ª División! tres días después. Ganamos, a pesar del estado del terreno de juego (el caballo de Atila, un aficionado a nuestro lado).
Tengo un pálpito. Hoy ascendemos. Desayuno dos veces por si acaso.

Para añadir dramatismo al asunto, juego esa mañana el primer partido de paddle de mi vida. Descubro que tengo estilo y bastante potencial. Creo que saqué una bola de los límites de la provincia. En eso consiste ¿no?
En un alarde innecesario se me enganchó la rodilla y vi pasar mi vida deportiva por delante de mis ojos: mi primer (y último) gol de cabeza, mi gol desde el mediocampo, aquella vez que casi metí una canasta o algún golpe bullet time de bádminton, matrix style. Pero tranquilos, estoy bien, fue sólo un susto. Una extraña carambola del destino lo de la rodilla.

La crónica sólo se sostendrá si acierto a describir el calor terrible que hacía en la ciudad de Huesconsin, leal e invicta.
No lo expongo como un atenuante de la cerveza que fue ingerida (que también). Pero hacía tiempo que no pegaba así el sol. Un bochorno seco, demoledor, aroma de gesta, de batalla polvorienta. Cuando llame gladiadores a nuestros muchachos sabed que no exagero.
Los aledaños del estadio eran un hervidero (literal) de oscenses locos. Había que ganarle al Huracán de Valencia. Por eso el clima desértico y la calmiza era otro buen presagio.

Mis amigos estaban en la tribuna, a la sombra (¡nenazas!). Pero con mi compadre, el Sr.Epp, nos situamos en el fondo sur. Allí apreciamos de forma inequívoca los dos penaltis que nos escamoteó el trencilla, que era un roedor sin gracia que pitaba con brío las acciones en la línea divisoria, pero se introducía el silbato en los papos, como un hámster, cuando el juego se trasladaba al área de castigo visitante.

El juego transcurrió de forma... bueno, dejémoslo en que el juego transcurrió. Había mucha tensión y al equipo local le costó entrar en calor. Y eso que caía a peso un sol de justicia. Y eso que el 6 y el 4 (la cara de tu retrato) del Huracán calentaban también de lo lindo.
Uno de ellos, impulsivo e infantil, nos dedicó un gesto de exhibición de sus atributos masculinos, agarrándolos con su mano derecha. Gesto chulesco de mandril que no nos amedrentó. Le dijimos cosas. Hasta aquí puedo leer.

El 0-0 nos valía para lograr el ascenso a Segunda. Había que ser prudente y, con el paso de los minutos, comenzar un asedio controlado que empezó a germinar en el minuto 55º. Estupenda combinación de nuestros muchachos, balón abierto a la banda, galopada del lateral Morillas, que acaba centrando al área como mandan los cánones para que Tyronne se anticipe y rompa el celofán del partido.
Minutos después, Morillas dio otro estupendo pase que dejó a Mainz frente al portero. Definió con sangre granizada, llevó el 2-0 al electrónico e hizo que la euforia prendiera en la grada como una cerilla entre la hojarasca seca.

Poco tiempo después nos llegó la sombra y se acabó la cerveza. Acontecimientos antagónicos que se solaparon en el tiempo como agentes de un equilibrio cósmico desconocido e inescrutable.
El espíquer se esforzó en recordarle a la chavalada que no había que invadir el terreno de juego. Como se puede imaginar, el efecto fue exactamente el contrario.
Las celebraciones duraron lo que tenían que durar. Donde se está bien, buen rato.

No hubo cánticos extravagantes como el "Fluvi muérete" del último ascenso.
Acaso el conocido: "Qué miedo me da, qué miedo me da, ser del Zaragoza y venir al Alcoraz". El año que viene habrá derby aragonés. El acabose.

La conclusión a volapié es que fútbol hay mucho, pero ¿y el calor que pasamos ayer? ¿eh? ¿y lo que nos reímos? De estas tardes nunca hay suficientes.

¡Viva el Huesca, copón! Orgullo y espejo de la Capital Mundial.


Bonus track: Love in an elevator (Aerosmith)

miércoles, mayo 21, 2014

Calibre 38


Estoy dispuesto a hacer un ejercicio de instrospección, de investigación interior con cámara oculta. Hay que tratar el asunto con rigor y metafísica.
Hoy cumplo 38 años y, a priori, no encuentro signos externos ni de entusiasmo ni de depresión. Me enfrento a mi propio misterio. Voy a desenmascarar al simio cínico que mueve los hilos de este... simio cínico.

La cuestión es sencilla. Cuando uno lee un libro, ve una serie o una película tiende a identificarse con los personajes. Es un ejemplo asombroso de empatía. Llevamos solamente unos minutos al lado del personaje y ya nos preocupan sus problemas, sus miedos, su dolor, y celebramos sus alegrías, sus logros. El Yo que observa se distingue a sí mismo como algo esencialmente distinto de lo observado, sin embargo no puede evitar esa tendencia natural a identificarse con él.
Algo similarmente igual sucede conmigo mismo y mi mecanismo.

Por un lado hay un mono que actúa, que se inhibe, que va y viene, que sufre y goza. Y por otro lado una conciencia que lo observa todo en segundo plano, que mira por mis ojos como quien mira por una ventana.
El simio no es un personaje excesivamente bien trazado, es algo plano, incoherente, irritante incluso, pero ¡demonios!, en 38 años le he cogido bastante cariño.
Y además tengo la sensación de que esta teleserie extraña va a mejorar muchísimo y pienso seguir viéndola. Así que nada de spoilers.

Hoy haré una pequeña fiesta en la que habrá globos y serpentinas.
Es lo que hago todos los días del año, así que apenas se diferenciará de un día normal.

Y a vosotros... vaya, tanto hablar de mí y me había olvidado de vosotros.
No sé... tomaos el día libre.

viernes, abril 18, 2014

Cofra-días

No me opongo al fervor de las procesiones. Yo también tengo fervor irracional por otras cosas y no pasa nada. Es nuestra naturaleza simiesca, no busquéis más.
Por eso en estas fechas tan señaladas pido que cada mono saque su cofradía a la calle.




Yo me sacaré un poco el polvo y me iré a pasear por la playa (haciendo el ruido de tambores y cornetas con la boca)