Climatología cambiante ¿verdad?. Esta mañana, apostado en mi ventana como un cazador, observaba a los viandantes. Estamos en junio, la semana pasada reventó los termómetros y ahora nos asola un extraño calor gélido o frío caliente. Llueve, no llueve, casi no llueve, a ver si aguanta... un sinvivir.
Miraba por la ventana y me daba cuenta de que no todo está perdido, en tiempos de inquietudes climatológicas sobrevive un mito, la solución perfecta, el chándal.
Sé que cuando habéis leído chándal os ha dado un vuelvo el corazón. Qué importante fue el chándal ¿eh?. En el siglo XX la esperanza de vida en el mundo occidental prácticamente se duplicó. Dicen que por los avances económicos, médicos y alimenticios. Yo proclamo que fue el chándal.
El fuego, la rueda, la imprenta y el chándal, los cuatro pilares de nuestro pasado.
Sólo nos falta añadir el internet y ya tenéis
el mundo de hoy.
¿Y el plural? ¿es chándals o chándales? A mi me gusta la segunda acepción.
Los chándales empezaron siendo de algodón, también de loneta, los hubo de esparto, de pana, de nylon, de cuero y lentejuelas, de seda y licra. El sindiós de la moda recorrió como una relámpago los 60, los 70 y los 80. Hasta que en los 90 llegó el chándal de tactel. Cielo santo, el tactel.
Los chándales de tactel abrigaban de una forma ligera. Si el primer astronauta español se hubiera paseado por la luna en los 90 lo hubiera hecho con un chándal de tactel. Dicen que los hombres tenemos distorsionada la visión de los colores, sus combinaciones posibles e imposibles. La culpa no la tiene ninguna mutación genética, es una influencia directa del trauma colorista del fenómeno chándal.
Todos esperábamos que el chándal evolucionara hacia tejidos aeroespaciales con plateados biónicos. Afortunada o desafortunadamente (nunca lo sabremos) ese futuro nunca llegó.
Tipos de chándal:
* Chándal de ir a andar (todavía en uso)
Prenda ligera y duradera que cumple a la perfección con su papel. Permite alardes como el de esos matrimonios que llevan el chándal a juego (una exaltación de la pertenencia, de la monogamia), normalmente de colores estridentes que pueden divisarse a varios kilómetros de distancia.
* Chándal de ir al campo (extinguido)
Antes de los
coroneltapiocas y demás morralla para excursionistas, la gente se ponía el chándal para ir a pasar la tarde al río. Camuflaje nulo, transpiración regular, gran versatilidad en cambio.
* Chándal de vestir (prácticamente extinguido)
Era un chándal de marca con el que bajabas a comprar el periódico los domingos. Iba a juego con unas zapatillas (de marca también) muy muy blancas. No hubo que lavarlo en toda la vida porque quien lo tenía se lo ponía sólo 10 minutos a la semana (si iba a lavar el coche o a pasear al perro se ponía el de ir al campo).
* Chándal oficial (tristemente vigente)
El chándal del Madrid, el chándal del Barça, una reafirmación de la pertenencia al grupo. En el colegio puede hacer gracia. Luego es jodido de explicar.
* Chándal uniforme (vigente)
Para evitar la competencia entre los alumnos en lo referente a costosísimas prendas deportivas se instauró el chándal del colegio. Se vestía con orgullo (y cierta vergüenza, porque había diseños para todo).
Tiene una versión suprema que es el chándal del ejército. Cuando un soldado sale de titular en la guerra lleva el uniforme de campaña. Cuando espera su turno en el banquillo está con el chándal verde con la bandera, un clásico.
* Chándal de ir por casa (vigente)
Hasta la mujer con más glamour, seguidora incondicional de los preceptos sagrados de la Elle y la Marie Claire, es capaz de llegar a casa y convertirse de pronto en una punki revenida echando mano de un chándal viejo. En la mayoría de los hombres, por suerte, la misma acción es apenas perceptible.
(Otra cosa es el pornochándal ajustado para ellas y el chándal marcacola para ellos, que tienen otros intereses libidinosos diferentes de "estar cómodo").
* Chaquetilla suelta (muy vigente)
Es el gran hit del chándal actual. Seduce a los modernos, a los jipis y a los desfasados. Un amplio espectro, desde Macaco hasta mi abuelo.
* Chándal de rapero (vigente)
Heredero directo del chándal de tactel, pero con capucha, ribetes, brillos y mensaje. Un estilo en sí mismo: lujo deportivo.
* Chándal de yonqui (vigente)
Combina con exquisito gusto lo mejor y lo peor de los estilos anteriores.
El
profesor Repronto hizo una reflexión al respecto (que añado como documentación de estudio).
Para otros capítulos quedarían el chándal de cani o el de ir al médico. Demasiado extravagantes para el análisis sosegado.
Mientras queden chándales surcando las aceras patrias significa que todavía nos queda esperanza.
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