En su laboratorio secreto el Hombre Revenido instruye a los simios del mañana. La involución es el camino correcto. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesca, el humilde centro del Universo.
Dicen que los blogs se apagan. Que cada vez se escribe menos. A mí en esta tanda reciente no me vendría mal escribir un poco menos, la verdad. Aunque yo vivo de vuestra perplejidad. Con cada cosa que escribo os imagino levantando las cejas y pensando "este mono ha perdido la cabeza definitivamente". Y eso me da la vida, hace que la espiral no se detenga.
Anoche pensaba (OJO) que a lo mejor no pasaría nada si se dejaran de escribir posts nuevos en los blogs y se pusiera de moda la arqueología de blogs antiguos o blogqueología. Imagino a un viajero del tiempo procedente del futuro, de 2019 por ejemplo, escarbando con su pico, su pala y su rastrillo en los posts de 2009 de Molinos. Diseccionando los materales. Separando los minerales valiosos de las ocurrencias de roca caliza.
Y seguí pensando (OJO OJO) en el blog de Kaktus en el África que tantas veces os he recomendado. Ella ha dejado de escribir esa maravilla que fue tejiendo poco a poco. Pero el tapiz queda.
Calma, que estoy llegando a la conclusión (OJO OJO OJO). Si os digo que vayáis al blog de Kaktus os lo encontraréis al revés. Porque para la blogqueología todos los blogs están al revés. Lo nuevo está al principio y lo antiguo al final. Y claro, así es difícil de entender en su justa medida.
Ojalá alguien hiciera un libro con las vivencias de Kaktus, he pensado más de una vez.
Y yo no voy a hacer eso, claro. Lo que voy a hacer es ordenarlo. Porque sé que merece tanto la pena que cualquier ayuda que mejore el acceso a este yacimiento será bienvenida.
Un blog que te pone del revés, TARIKÉ, puesto del revés.
1. Intro 2. Por qué 3. Desviada 4. Koshe Tour 2009 5. Bluf 6. I had a dream 7. Tekur ambessa 8. On-going formation 9. Analfabetismo corporativo 10. El diablo va descalzo 11. Noche de fiesta 12. Noche de fiesta (2) 13. Noche de fiesta (y 3) 14. Infalibilidad 15. Cabo cañaveral 16. La mala pata de Abebe 17. Unplugged 18. Cosmopolita 19. Racismo 20. Interioridades 21. Intercambio 22. En-fila-dos 23. Amárico de guerrilla 24. Decepción 25. Operación collar 26. Nominados 27. En otra parte 28. Tribus urbanas: Los seveñás 29. Piedad 30. Gobiñoch 31. Wene (Tengo) 32. A la última 33. Dramatis Personae 1: La Santa Infancia 34. Ritmos africanos 35. Eso no es así 36. ¿Día de la madre? 37. Aficiones frenjis 38. Diagnóstico diferencial 39. Back to black 40. Tiempo de jugar 41. Septiembre 42. Evangelizando 43. Escenas de cabaret 44. Español para principiantes 45. Selección natural 46. Refugio 47. De visita 48. Elige tu propia adopción 49. Viento 50. Cabellos africanos 51. Interreligiosidad 52. Elige tu propia adopción (el desenlace) 53. Apuntes de conducta 54. Devil came to me 55. Yamerebeshal 56. Under my skin 57. Cuento de navidad (para niños) 58. Fun, fun, fun 59. El mes 60. Memes 61. Silencio 62, Nairobi 63, Encuentros 64. Campeones 65. Con estas manitas 66. Celebrities 67. Small chat 68. Shopping industrial 69. Mi momento 70. Dices 71. Boquita de piñón 72. Radio Escucha 73. Shine a light 74. Coping Ethiopia 75. En el nido del cuco 76. Y yo con estos pelos 77. Camino a la perdición 78. Material girl 79. Llamada en espera 80. The Boss 81. Política 82. Nueva vida 83. Veo veo 84. Aniversario 85. Vestidito blanco 86. ¿Campeones? 87. Reflexiones estivas 88. Veranillo de San Lorenzo 89. Sonrisas y... 90. FoQ you 91. Pesados 92. Diario de Kaktus Jones 93. The city and... the city 94. Diario de Kaktus Jones (2) 95. Engaña listos 96. Inculturación 97. La pocera 98. Tribus urbanas 2: Las secretaries 99. Huesos de Santa (Infancia) 100. Funeral 101. Contrastes 102. ¿Me se entiende? 103. Would you know my name? 104. Fashion heroes 105. Animalicos 106. Pasos perdidos 107. Follow me 108. Lagarto, lagarto 109. Once upon a time... 110. El gato 111. La charla 112. Hope of deliverance 113. Under control 114. Dientes, dientes 115. Economía aplicada 116. Las que tienen que servir 117. Yo vengo del campo 118. Tío Matt 119. Bandera 120. Tablas 121. Feker 122. Resistencia 123. Que te alaben los DJs 124. Thy will be done 125. Queridos Reyes Magos 126. Prueba superada 127. Credo 128. Tu espalda 129. Al abordaje 130. Actualidad 131. Track list 132. Algo se mueve 133. Funerales 134. Cúralo 135. Cuando se acaba el asfalto 136. De los nervios 137. What a wonderful world 138. Regalines 139. Patinazo 140. Abriendo el garito 141. ¿Te acuerdas? 142. Vuelta al karma 143. Echando de menos (y de más) 144. Doctor, doctor 145. Observación empírica 146. Si yo pudiera 147. Volver 148. La pelu 149. Feker na ketema 150. Un mes 151. Al volante, peligro constante 152. Ayuno y abstinencia 153. Pues tú más 154. Tipología del voluntariado 155. La Santa Joba 156. Murphy en Addis 157. Culpable 158. Madera 159. Lunes 160. La doctora 161. Nunca más 162. De Ramos y Pascuas 163. Teología aplicada 164. Ideas... ¿sin rumbo? 165. Hostilizada 166. Cosas que hacer en Etiopía cuando no tienes un duro 167. Comillas 168. Rabia 169. La mar 170. T.O.C., T.O.C. 171. Y venga y dale... 172. Lo que piensan los demás 173. Mátame 174. Querría 175. La Nena y el seveñá 176. La Nena y el pelo 177. ¿Políticamente incorrecto? 178. La Nena y las lenguas 179. De vuelta 180. La Nena y el manual 181. Ruso para pobres 182. Desperate houswife 183. Veinte años 184. Consejos para voluntarios de verano 185. Madres en Cuaresma 186. Orígenes 187. La Nena y mi primera cagada 188. La Nena y la Yeshi 189. La Nena y la Semana Santa 190. El Diablo y Asociados 191. La Señora Parlamento 192. La dolce vita 193. Monitoring and evaluation 194. Malentendido 195. Seguro 196. Me voy 197. South of nowhere 198. Gueter 199. Vuela 200. Work in progress 201. Lo imposible 202. La otra cara 203. Target 1: Las señoras vulnerables 204. Target 2: Las chicas gueter 205. Tribus etíopes: Las tiggists 206. Esas fotos de hambrunas... 207. Cinco años 208. A ella misma 209. Ideas sin rumbo... (2) 210. Selam Neh 211. Neguer guen 212. De Mordor a la Oromía 213. Corre, kia, corre 214. Pura vida 215. Cole 216. Road movie 217. Mamá, ¿tú tienes amigos? 218. Tú, que nunca haces caso 219. Y volver, volver... 220. Se aprende 221. Adopción local 222. Medallón 223. Happy three 224. Internet de emergencia 225. Mundo adelante 226. Esa clase de madre 227. Koshe 2017 228. Ser diferente 229. Historia de A y B 230. La masajista 231. Gender and outfits 232. Statement 233. La Guraghe 234. Mi gurú 235. Sororidad 236. Fiestón 237. De paso 238. Falsos profetas 239. Su mundo 240. Anatomía del desastre 241. Entre dos tierras 242. Las novias bebés
No todos los blogs tienen tan pocas entradas como para poder plasmarlos de esta manera. Pero no descarto más intervenciones blogqueológicas para dar un poco de lustre y orden al amasijo de amasijos que es internet.
Dije que lo explicaría y así estamos, vosotros y yo, desde entonces, esperando.
Como veo que no se va a escribir solo y precisamente en este momento se cumple 1 año, voy a intentar resumirlo sin hacerme pesado.
El 22 de enero de 2018, a las 22:20, publiqué el primer tuit de un hilo:
"Con esas orejas vas a tener que estudiar mucho para poder casarte", fue el consejo realista que Kenzaburō recibió de su propia madre.
Después, la vida le depararía 4 o 5 momentos importantes.
Dejadme que os los cuente. pic.twitter.com/GyAdwyOyRC
— Hombre Revenido (@hombrerevenido) 22 de enero de 2018
Cuando me fui a dormir, ya llevaba algo de susto. "Esto se me va de las manos", pensé al ver las primeras reacciones.
Al despertar, me di cuenta de que esa noche, mientras dormía, había sido tendencia en México, Colombia, Chile, Perú y muchos sitios más.
La bola se había hecho enorme y todo se descontroló. Recibía cientos de mensajes en tuíter a cada rato. No daba a basto para responder dando las gracias. Dejé de hacerlo porque no me daba la vida. Pensé en dar "me gusta" a esos mensajes, para que al menos vieran que los estaba leyendo. No podía, porque tuíter tiene un límite de "favs" (para evitar bots, imagino).
De 5.000 seguidores pasé a 15.000. Me llamaron de la prensa, me llamó gente conocida y desconocida de Huesca, recibí tanto cariño que no podré devolverlo mientras viva.
Cada día, sin exagerar, recibía unos dos mil mensajes de personas que decían cosas increíbles: "llevaba un día horrible y gracias a tu hilo me voy a dormir con una sonrisa", ·tengo por delante un día de mierda, pero tu historia me da energía para afrontarlo". Muchos me comentaban que tenían un conocido, sobrino, nieto, hijo con un problema y que el hilo les daba fuerzas, les daba esperanza.
Se me pone la piel de gallina, de verdad. Ha pasado un año y todavía no sé contarlo bien.
La historia de Yukari, Kenzaburō e Hikari es maravillosa. De esas que derriten cualquier coraza de cinismo y llegan al corazón. Yo mismo corrí a contarla en cuanto la escuché. Pero la historia pertenecía a sus protagonistas, no a mí. Yo sólo era el mensajero.
La cantidad de amor que recibí esa semana fue desproporcionada. Sin merecerlo, que es lo más impresionante de todo. Jamás lo olvidaré.
El viernes tenía programada una cena con mis amigos desde hacía tiempo. Y estábamos en ello cuando, de repente, todos los móviles empezaron a sonar. Por lo visto estaban hablando del hilo en el telediario de la 1.
Tengo pruebas:
Yo siempre había pensado que saldría en el telediario por algo terrible. Y allí estaba la foto de mi rostro de chimpancé enigmático en la tele, con la voz de Carlos del Amor.
Veo el vídeo de vez en cuando y se me remueve algo por dentro.
Lo contaron muchos. Verne de El País, el Huffington, El Español y otros digitales. El Diario del Altoaragón, que a fin de cuentas es la máxima referencia para un primate oscense.
Me entrevistaron en Aragón Radio (creo que va a ser la primera vez que se escuche mu voz en este blog). AQUÍ lo podéis escuchar, a partir del minuto 39:39.
Quién me lo iba a decir a mí.
Sigo siendo el mismo mono apestoso, pero aquellos días de enero ya no me los quitará nadie.
Una catástrofe que sumiera a la humanidad en la miseria y en la ignorancia transmutaría el valor de todas las obras de arte, aniquilaría las riquezas de Leonardo, de los diálogos platónicos: nadie puede ver en una novela, en un cuadro, en un sistema de filosofía, más inteligencia, más matices de espíritu que los que él mismo tiene. Pero aun sin catástrofe, la humanidad cambia constantemente y, con ella, las creaciones del pasado y los personajes históricos: el presente engendra el pasado; el Cervantes que escribió el Quijote no es el mismo que el Cervantes de hoy; aquél era aventurero, lleno de vida y despreocupado humor; el de hoy es académico, envejecido, escolar, antológico. Lo mismo pasa con Don Quijote, oscilando entre la ridiculez y la sublimidad, según la época, la edad de los lectores y su talento. No hay tal abismo entre la realidad y la ficción. Hoy es tan real —o tan ficticio— Cervantes como Don Quijote. Al fin de cuentas, nosotros no hemos conocido a ninguno de los dos y no nos consta su existencia o inexistencia efectiva, de carne y hueso; de ambos tenemos una noticia literaria, llena de creencias y suposiciones. En rigor, Don Quijote es menos ficticio, porque su historia está relatada en un libro, en forma coherente, lo que no sucede con la historia de Cervantes.
Qué cierto el post de hoy. Bueno, yo no lo he entendido del todo.
Le daremos el mérito a Ernesto Sabato, que fue el que lo escribió.
Aunque, ojo, yo lo he tecleado. Al César lo que es del César.
Haiku del más sagaz que un ratón colorao maestro de Ueno, Matsuo Bashō, que tuvo tantos discípulos que nunca pudo juntarlos a todos en el salón de su casa y hacer merienda-cena, el mayor deshonor que podía imaginar un poeta en el siglo XVII.
La presente colección de sonetos ineptos, afronta un tema de actualidad: la salud y sus múltiples piruetas contemporáneas.
Son sonetos saludables, también conocidos como "sanetos".
Consúmanse con moderación. Pero una moderación moderada, que todo exceso es excesivo.
Sonepto XI - Dieta
Dijeron que el futuro es comer sano, alquimia digestiva que es salud, para recuperar la juventud, para lucir bikini este verano. Te bautizaste al dios vegetariano, hiciste de la fibra esclavitud, de contar calorías, tu virtud, del tránsito fugaz, derecho humano. Te das omega-3, antioxidantes, te chifla el té, la chía, la quinoa, y sufres añorando bogavantes, como a David Bisbal llora Chenoa. Te has vuelto intolerante a la lactosa. Me has vuelto intolerante a ti, latosa.
Sonepto XII - Atleta
Dijeron que correr está de moda. Quisiste ir a probar con ilusión, e igual que en los relatos de abducción, pasaste de un calzado que incomoda a abrirte en Decathlón lista de boda. Pusiste a tono músculo y pulmón y has hecho tu primera maratón, tirando de redbull y EPO con soda. Ni en tus locos delirios de peyote soñaste en convertirte en Forrest Gump, en ser correcaminos sin coyote, posar con mallas fucsia en Instagram. Parece que nos hemos dado cuenta de tu crisis brutal de los cuartenta.
Sonepto XIII - Majareta
Dijeron que la clave es la cabeza y empezaste de pronto a meditar, perdido como en el París-Dakar, persiguiendo aventuras y belleza. Filosofo oriental, naturaleza, te sientas en la playa a oír el mar, amortizas tus clases de sitar, practicas Bikram-yoga sin flaqueza. De tono de llamada “Exile” de Enya; gatitos, poliamor, iconoplasta, domingos en el rastro, neurastenia, tatuaje en japonés, gafas de pasta. La dosis de prozac te da un remanso y sigues descansando sin descanso.
Antes de loterías y guirlache, dejadme que recuerde la historieta de un mono y su primera bicicleta, modelo California de BH, que hoy os parecerá tal cachivache, sin marchas, sin piñones, obsoleta, y daba para sprint y pirueta, perdiendo la virtud de bache en bache, con su sillín sin amortiguación, de un material más duro que el diamante. Regalo de primera comunión, a cuenta de mi mérito estudiante, la guardo en el trastero de mi infancia por si hay que retomar el Tour de Francia.
A punto de caer la última hoja del otoño, del té, del calendario, del 2016, de este rosario de cuentas, cuentos, noches y congoja, la lluvia torrencial ya nos remoja hasta encharcarnos el telediario, hasta matar de tedio a aquel notario que dio fe de la eterna paradoja que es el tiempo, según San Agustín (pasatiempo, turista en zepelín): "Si nadie me pregunta, sé qué es, y si me preguntáis, ni puta idea". Por eso inventarás la Dulcinea que ponga tus historias del revés.
Ha habido mandatarios "Forrest Gump", o aquel que perseguía a su becaria. Con otro, la burbuja inmobiliaria se hinchaba como en unas reebok pump. Los ha habido trileros del spam, cobardes con su vena sanguinaria, canallas con agenda estrafalaria y luego en el next level, Donald Trump. Estafador, tahúr, faltón, racista, mal perdedor, incluso en la victoria, bolita de alcanfor, piel zanahoria, mal-de-ojo con peluca, populista. Te huele la bocaza a alcantarilla, ¿Te crees ombligo? eres pelusilla.
Os veo la impaciencia en la mirada. ¿Tenéis que llegar pronto a ese concierto? ¿Si os entra el hambre en este horario incierto os vais a marchar ya sin comer nada? Te unto este croissant en sobrasada, que empiece la revuelta del cubierto. Hacer merienda-cena es un acierto, aunque un nutricionista Torquemada os trate de inculcar esa manía de hacer cinco comidas en un día. Ya es tarde para hacer de merendar. Y es pronto para preparar la cena. Un ligre, un hovercraft, una sirena... lo más grande en la vida está en mezclar.
Me pierdo en tus manuales de feng-shui, de reiki, de alma-zen y otros dislates, en el "te tratarán como les trates", en tus filosofadas "Pelma y Luis", y un bol de homeopatía con nesquick conseguirá que no te deshidrates cuando sales de clase de pilates soñando con tu viaje a Rapa Nui. Y en pleno "credo veo, credo pruebo", mezclando lo real con el placebo, te lías la batamanta a la cabeza para ir cuarenta años al desierto, a unirte con Mamá Naturaleza pues no hay mejor mindfulness que estar muerto.
El 23 de agosto de 1944, Borges se entera con felicidad de la liberación de París y descubre "que una emoción colectiva puede no ser innoble".
Y hace una reflexión que me vino anoche a la mente y que se puede aplicar al nazismo pero también a cualquier terrorismo hediondo, fallido y nihilista, de los que nos parten el corazón (a diario, si uno vive en un país en conflicto, o cada año, si uno vive en Europa).
"Para los europeos y americanos, hay un orden - un solo orden - posible: el que antes llevó el nombre de Roma y que ahora es la cultura de Occidente. Ser nazi (jugar a la barbaria enégica, jugar a ser un viking, un tártaro, un conquistador del siglo XVI, un gaucho, un piel roja) es, a la larga, una imposibilidad mental y moral. El nazismo adolece de irrealidad, como los infiernos de Erígena. Es inhabitable; los hombres sólo pueden morir por él, mentir por él, matar y ensangrentar por él. Nadie, en la soledad central de su yo, puede anhelar que triunfe. Arriesgo esta conjetura: Hitler quiere ser derrotado. Hitler, de un modo ciego, colabora con los inevitables ejércitos que lo aniquilarán, como los buitres de metal y el dragón (que no debieron de ignorar que eran monstruos) colaboraban, misteriosamente, con Hércules".
No me libra ni escorpio o sagitario de llevarme al trasbordo de estación pijama y orinal de hibernación, pues soy un organismo muy primario. Hay sol, hay lluvia, hay viento y lo contrario. ¿Te tallo este diamante en mi pezón? ¿Te llevo al mercadona a por turrón? Se está desperdigando un herbolario. Pujante telonero del catarro mi otoño desafina a bocajarro su "se lo comió el perro, profesora", su eterna transición sin argumento. Morir de 3 a 2 del cambio de hora. Vivir de alante a atrás como en "Memento".
Sonepto IV - Carnaza
Y van ahora los de la O.M.S. Oráculo Mundial Santificado, Sacándose un estudio muy estudiado O para dar vidilla al twitter ese Y lanzan su mensaje, su S.O.S. Clamando un titular bien cocinado. Atiéndenos: ¡la carne es un pecado! Recemos al vegano dios (si hubiese). No niego que abusar de la panceta, Incluso del kebab o las salchichas, Vaya a dejarte haciendo la croqueta O vaya a darte cáncer y desdichas. Rascando el requemao sobrediagnóstico Os cuento mi postura en un acróstico.
Para el segundo guardo la autocrítica, que no todo en el blog es "cool" ni es bueno, ni te hace deshuevarte, ni es obsceno, ni cumple como epístola ansiolítica, ni te hace aullar con prosa paleolítica, ni cose corazones con grafeno, ni pasa por tu lado, pisa el freno y te lleva una semana a Terra Mítica. Mi blog no va a arroparte por las noches. Mi blog no da propina semanal. Más vale que te calmes y te abroches, no esperes, de momento, sexo oral. Me agarro con las uñas al trapecio. No se hacen volatines a este precio.
Creo que tengo el peor trabajo del mundo. El peor con diferencia.
Empiezo la mañana en el desayuno-buffet de cualquiera de los hoteles de Marbella. Da igual cuál me haya tocado ese día, durante el verano acabaré estando en todos. ¿Haciendo de camarero? No, hombre, no. Llego, saludo, me acercan un café... La consigna es “actúa con naturalidad” y yo lo bordo. Aunque con el tiempo he sumado a mi repertorio una cuantas poses sugerentes.
Me hacen fotos para el catálogo, la web o vaya usted a saber. Me dejan comer ¿eh? Me pongo tibio en el buffet libre porque es mi obligación.
Luego a la piscina. Unas veces la tumbona está fría, otras veces quema. Un sinvivir. Me tengo que poner crema protectora cada dos horas por lo menos. Y si me duermo no te creas que guardan silencio respetuoso, qué va, los fotógrafos siguen a lo suyo. Hasta para nadar tengo que mantener las formas. Nada de tirarme a bomba, ni nadar a estilo perro, ni hacer el tiburón blanco... sólo me permiten la natación fina.
¡Qué ganas de disfrutar por fin de mis vacaciones! Porque el trabajo me va a matar. Salgo de la piscina y ya está la comida preparada. La misma rutina de siempre. A veces me sientan en la mesa con 2 o 3 supermodelos suecas. ¿Y si resulta que no me apetece? ¿Y si ese día no estoy para supermodelos? Pero les da igual, lo que yo piense no importa. La obsesión con las modelos es enfermiza. Si me descuido me las ponen hasta en la cama mientras echo la siesta.
Yo elegí este trabajo y no me queda otra que apechugar. Pero de verdad que hay días en los que lo mandaría todo a freír espárragos. Ya me disculparéis este mosqueo tan tonto, pero es que lo de las modelos en bikini lo llevo fatal.
Luego está lo de ir a la playa por la tarde. Qué os voy a contar que vosotros no sepáis. Las olas me marean, el agua está demasiado salada, la arena se te mete por todas partes... Y venga rubias escandinavas de proporciones perfectas. “¿Le unto la crema protectora por la espalda con mi torso desnudo, señor?” me toca oír. Pero vamos a ver, ¿señor?, ¿de verdad?, ¿tan mayor parezco?
Y las 4 cañas en el chiringuito que no falten. Siempre que tenga suerte y no caiga un mojito o un gintonic multifrutas. Me pagan muy bien porque tengo un don para las fotos. Tú me ves en el dossier de la agencia de viajes y dices: ¡cómo se lo está pasando este cabrón! Todos pican y pagan. Aunque por dentro soy el payaso triste, un currante chamuscado, una hormiguita en el más bajo escalón evolutivo del proletariado.
Por suerte, incluso el infierno tiene su recreo. Hoy es el último día de sufrimiento playero; mañana empiezan mis vacaciones.
Tengo previsto encerrarme en casa, suspender mis hábitos de higiene básicos y jugar 20 horas seguidas al solitario spider.
Cuando empiece a relajarme discutiré muchísimo en los comentarios de las noticias de los medios digitales, inventaré insultos terribles. Siempre con las persianas bajadas, para que nadie pueda verme cocer en mi propio jugo dentro de un chándal de tactel. Solos, por fin, mi lince disecado y yo.
Seré feliz encerrado durante 15 maravillosos días.
Vivo con la mente puesta constantemente en mis vacaciones. Siempre he sido un soñador.
Esta ha sido mi colaboración en el especial Vacaciones del Cuaderno del Yeti,
Míralo entre los matorrales, ni se ha dado cuenta de que estoy aquí.
Desde la infección, no hay momento del día en el que no piense en cazar a esos monstruos y, lo confieso, sigo sin entender su comportamiento. Es como si se dejaran llevar por una inercia absurda, como una infanta firmando documentos.
Pero están allí, nos quieren destruir y nuestra obligación es defendernos.
Míralo, tan a su bola, tan confiado, es aterrador.
En ocasiones pienso que ellos, en el fondo, saben que son una abominación. Si pudiéramos ayudarlos de otra forma... pero no se me ocurre otra forma. Y si te descuidas, ya sabes, se te llevan por delante. No, con esos engendros no se puede bajar la guardia ni un segundo.
A ver, todos entendemos su confusión, su desesperanza... juro por mis costras purulentas que en el instante final he visto el miedo en sus ojos. Estamos hechos de la misma pasta. No hay duda. ¿Has oído cómo nos llaman? "Muertos vivientes". Aaaagggg... qué irritante sería si no fuera porque nosotros les llamamos a ellos "vivos murientes". Estamos en paz.
Sé que tengo que ir y morder a ese mendrugo... pero esa piel tan tersa me da escalofríos.
Son bastante repugnantes, pero necesitan que vayamos a su encuentro, a salvarlos de su terrible destino. Esos cabezotas pretenciosos no saben que ser un zombie es lo mejor que nos ha pasado en la no-vida a los de este lado. El que lo prueba ya no vuelve atrás. Y la gran diferencia es que nosotros ya hemos estado vivos. Sabemos lo que es.
Para empezar está lo de trabajar. Ser zombie es como estar en el Festival de Benicasim, todo el día pedo, sin ducharse...
Cuando terminemos de evangelizar a esos "vivarachos" la paz será plena.
¿Qué podrá preocuparnos una vez que nadie nos remate? Cadáveres andantes para siempre. Adiós a la civilización, a los seguros, al médico, a las religiones... zombies funcionarios con plaza fija.
Recuerdo mis primeras horas de zombie. ¡Ja! Todavía no sabía que era un zombie y me asustaba cuando veía a mis compañeros. Y no se atrevían a decirme lo de la infección. Ponían caras. Levantaban las cejas. Se les caían las cejas. Tosían varios al mismo tiempo y yo no lo pillaba. Ahora me río pero entonces...
Míralo, escondido entre los matorrales. ¿Qué hará? Ostras, está cagando ¿no? Tener necesidades fisiológicas... no hay nada más primario. Esa es la verdadera esclavitud.
Ahora ya dudo. ¿Está feo morder a alguien cagando? Nah. Por suerte nos hemos librado también de la ética y los códigos. Que se entere todo el mundo, los zombies escribimos nuestras propias reglas.
GRROOOOOOAARRRRRR
Mmmm... qué frescor... sabe a champú de menta.
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Esta es mi humilde colaboración en el especial "Los Zombis" del Cuaderno del Yeti.