martes, noviembre 12, 2013

Elige tu propia aventura - LA MASACRE MÁS ACRE (5)


Salen del aula y Aniceto tiene ganas de explicarle a Linda todo lo que ha leído en el cuaderno verde de las revelaciones (de momento intrascendentes).
También tiene ganas de que ella le cuente lo que sabe.
Tiene ganas de pedir una orden de arresto contra el pequeño Jimmy, a quien su mente sitúa en el lugar del crimen como sospechoso número 1.
Tiene ganas de desayunar otra vez.
Tiene ganas de besar a su jefa.
Tiene ganas de bailar.
Pese a todo, la sensación que ha dejado en él su sueño premonitorio es mucho más fuerte. Hay algo en ese profesor que le pone los pelos de punta. Va a seguir sus pasos por imperativo emocional.
Ella empieza a planificar: "Habrá que ir a hablar con ese..." consulta su libreta, "Jimmy Thompson". "Ve tú" le dice Aniceto. "Coge un taxi y por el camino le echas un vistazo a esto". Le entrega el cuaderno verde. Linda está al mando, pero la voz de Aniceto ha sonado tan convincente que ni siquiera se atreve a cuestionar su iniciativa.
"No te separes del teléfono, Zetto. Cuéntame todo lo que descubras y no te metas en líos", le pide.
En fin, que parece claro que ella conoce y aprueba la idea de la persecución que está pasando por la mente de su compañero.

A media mañana, las primeras noticias incompletas del crimen recorren el campus de Chapman. Aniceto lo intuye en las caras largas y los corrillos improvisados. Williams no se ha movido del aula. Lo sabe porque le está vigilando a través de un iPad con dos agujeros. Ya sale. Parece que tiene prisa. Mira a ambos lados, se sube las solapas de la gabardina sucia y echa a andar. Aniceto le sigue a una distancia prudencial, mezclándose entre la multitud, con una capacidad para la invisibilidad adquirida en las discotecas de la costa.
Apenas han pasado 10 minutos cuando se detiene frente a la puerta de un establecimiento. Desde la distancia, Aniceto piensa que es uno de esos gimnasios coñazo new-age. El profesor duda unos instantes frente a la puerta giratoria y termina entrando decidido. Aniceto se acerca con prudencia y ve un cartel bilingüe: "Mirror of pain - Espejo del dolor". Los pósters le resultan muy sospechosos, huelen a secta a la legua. Gente sonriendo y agarrándose de las manos, como si estuvieran lobotomizados, sardana mística. Aniceto ha trabajado muchos años en la F.I.F.A. y lo sabe todo sobre lavados de cerebro. Se fija en el logotipo y se le afloja la mandíbula, se le desenrosca el tapón de la adrenalina. Son dos zapatos del revés. Simbolizan el espejo, el cambio difícil o lo que sea, pero el agente relaciona rápido ese detalle con el escenario del crimen. Empieza a ver claro que alguien, víctimas o asesinos, habían intentado enviar un mensaje.
Por el ventanal acaba reconociendo al Profesor Williams (¿tendrá nombre de pila?, se pregunta) y lo observa bracear en una discusión con un tipo pálido y muy delgado. Al final éste le entrega lo que parece la caja de un DVD y el anciano decrépito se va sin despedirse.
Aniceto vuelve al modo "mobiliario urbano", se mimetiza y continúa la persecución. Toman dos taxis, que se desplazan con bella simetría por la San Diego Freeway, como la sombra y el pájaro. Vuelve a perder al profesor en el portal de una casa vieja de las afueras de San Clemente, junto a Liberty Park.
Aniceto aprovecha el impasse para intercambiar mensajitos con Linda.



La espera se le hace eterna. Lo que había comenzado como una mañana espléndida se va llenando de nubes muy poco a poco. El ambiente se carga de electricidad estática. Aniceto permanece alerta. Cada vez que le viene la tentación de despistarse piensa en los cadáveres destrozados del caserón y se le pasa.

Tras montar guardia durante más de una hora, ve salir de nuevo al profesor de historia. Esta vez lleva una bolsa de deporte cruzada. Ahora tiene que seguirle a una mayor distancia. Esas calles amplias de los exurbs no están diseñadas para los jueguecitos de espías.
El perseguido camina decidido, con pasos muy cortos, como una cucaracha recorriendo la cocina. El perseguidor carga con un presentimiento a cuestas desde que ha comenzado el día. Al principio pensaba que del mismo modo que él seguía al Profesor Williams, alguien le estaba siguiendo a él para matarlo. Esa sensación se ha transformado luego en un miedo informe. Ahora tiene, ante sus horrorizados ojos, la penúltima respuesta y la estación definitiva de su persecución.
"¡Su puta madre!", masculla al ver al profesor adentrarse en el caserón de los crímenes.

Mientras Aniceto vigila todas las entradas y salidas de la casa, recibe noticias de Linda. En el 308 de Via Los Tilos hay un cadáver con nombre y apellidos: Jimmy Thompson.
Aniceto entrecierra los ojos. Él estaba fuera, maldita sea... y no ha hecho nada por evitarlo.
Hay más, dice ella. Mucho más.
Un buen rato después, Linda llega hasta donde está él, conduciendo un chevrolet camaro del 73. Le acerca una hamburguesa.
- ¿Cuéntame qué ha pasado? - se apresura a preguntar Aniceto.
- Come algo primero - responde lacónica.

Jimmy tiene una daga clavada en el pecho (la causa de la muerte) y numerosos cortes por todo su cuerpo (ensañamiento inhumano), el más grande y terrible de todos ellos en su abdomen. Un pentagrama invertido, uuuuh, la marca del diablo.
Tienes que ver esto. Extrae un disco de una carátula de plástico negro que Aniceto ha visto antes. Con el portátil en las rodillas da al play y repasa un material que no se espera.
- Jimmy y su cámara - dice Linda.
- No esperaba que el cortometraje fuera... así. ¿Son ellos?
- Sí - responde la mujer.
- Virgen Santa...

Rodeados de una atmósfera insana, adornada con toda clase de símbolos que él era incapaz de descifrar, los jóvenes se abandonaban a un rito orgiástico, entrelazando sus cuerpos desnudos sobre una gran alfombra. Aniceto les observa rebasar todas las líneas que su mente ha ido trazando a lo largo de su irregular trayectoria sexual. Se ve a gente de toda clase y comportamiento enmascarada, con vestidos grotescos. Otros, más discretos, jalean la acción fuera de plano, pero sus gritos sin alma resuenan en la oquedad ingenua del cráneo de Aniceto.
Hay más, dice ella. Mucho más.


* Si quieres que la historia acabe bien (dentro de lo posible), vota BIEN
* Si quieres que acabe mal (o todavía peor), vota MAL
* Si quieres un caos narrativo que no entienda nadie, pero que permita poder decir: "yo lo he entendido, te lo explicaría pero no sé si estás preparado", vota PANDEMÓNIUM


Puedes votar en los comentarios del blog, en la página de facebook o con una mención en tuiter.
Entre todos los participantes se sorteará un regalo sorpresa. Sólo tienes que votar una única vez durante la semana y tendrás un número en la rifa.

21 comentarios:

El niño desgraciaíto dijo...

PANDEMONIO, no puede acabar de otra manera...

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

PANDEMONIUM, por supuesto.
Ya hemos renunciado al sexo tórrido y a la acción, ¡no nos quites el postureo intelectualoide!

Nisi dijo...

BIEN.

He dormido cinco horas. No estoy preparada para un caos narrativo.

Tu próximo reto debería ser un relato a base de trocitos de conversaciones de guasap.

molinos dijo...

Pandemonium...para seguir con lo que has empezado.

Y una cosita..que yo sepa un pentagrama son 5 lineas horizontales y paralelas donde se escriben las notas musicales. ¿Exactamente como se diferencia uno invertido? XDD

HombreRevenido dijo...

Pongo la típica opción de relleno y ya me habéis liado... a ver cómo salgo de esta.

Un pentagrama son 5 líneas, Molinos. Pero pueden estar colocadas de muchas formas.

Anónimo dijo...

Pandemonium, of course! Si hay que dárselas de intelectual pues se hace, ;)
Arantxa

ZoeRavenclaw dijo...

A mí lo del Pandemonium no me convence. Yo quiero que acabe MAL.

MuTrA dijo...

Pandemónium.

HombreRevenido dijo...

Vaya liada.
Recuento provisional. Quedan 10 horas para el cierre de urnas.

* PANDEMÓNIUM: 8 votos
* MAL: 2 votos
* BIEN: 1 voto


Vosotros no sois gente normal.

Nisi dijo...

Menos yo, que tengo espíritu de Candy Candy.

Chic dijo...

Tiene que acabar como el rosario de la aurora o no acabar nunca. PANDEMÓNIUM

Chisme dijo...

El Mayordomo...¡ha sido el mayordomo!

aras dijo...

Está más claro que el agua... PANDEMONIUM.

Te damos trabajo... Somos alumnos cabroncetes! :)

Anónimo dijo...

PANDEMONIUM

suerte con el estudio ! jajaj
Rita S

phaskyy dijo...

Voto MAL.
(Soy así de básica)

Manolo "el comunista" dijo...

Pues yo voto que bien. Por la costumbre de estar en la oposición.

Carmen J. dijo...

Pandemonium. En realidad, ese debería ser el título!

HombreRevenido dijo...

Queda vista para sentencia "La masacre más acre". A ver qué tal se nos da. Vosotros seréis culpables del fiasco.

* PANDEMONIUM: 11 votos

MAL: 3 votos
BIEN: 2 votos

Como dice Carmen J, cuando hagan la película se titulará "Pandemonium".

Nisi, aquí respetamos mucho (desde siempre) el espíritu de Candy Candy.

Hermano E dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hermano E dijo...

Me apunto al ganador PANDEMONIUM

Peter dijo...

Yo a pandoro napolitano y que acabe bien tirándoselo a Linda grabados por el abuelete salido