La
capibara, también llamada
carpincho,
ronsoco o
chigüire, es el roedor más grande del mundo. Puede llegar a superar los 80 Kg. Tiene hábitos arraigados; por ejemplo, todas las mañanas descansa a la sombra. Entre las
capibaras llaman a eso: imperativos del instinto.
Si la
capibara advierte un peligro lanza un gritito, y todo el grupo huye alborotadamente a ponerse a salvo en el agua. Porque las
capibaras siempre viven en comunidad y siempre en la orilla. Sin embargo, si advierten la presencia del ser humano o de hacienda (a quienes en condiciones de acoso son capaces de descubrir a un kilómetro de distancia) escapan sigilosamente.
Cuando la hembra está receptiva, el macho empieza una persecución que puede durar una hora o más. Ella, sin alterar el paso, indiferente, guía a su compañero hasta el agua, donde ambos se bañan. La hembra se zambulle varias veces, alejándose del macho y volviendo a buscarlo, técnica de seducción que la biología clásica conoce como “aguadilla adolescente”.
Finalmente, y siempre en aguas de poca profundidad, el macho cubre a la hembra, que suele sumergir la cabeza y elevar la cola mientras lanza chillidos intermitentes.
El apareamiento de la
capibara es breve, apenas unos pocos segundos. Luego ambos nadan y lo repiten unas quince veces seguidas (hasta tres en un minuto). No es raro que varias parejas copulen a la vez en la misma laguna, produciéndose curiosos intercambios.
Le gusta:
- La sauna
- Ver en las olimpiadas la natación sincronizada
- Quedar para follar
No le gusta:- El puma (ni el depredador, ni el cantante)
- Los relatos de terror
- La otitits
3 comentarios:
Ni siquiera la canción de "Pavo Real"??? Endeve con la capibara...
La capibara es muy suya, Peibols. Es oír el rugido-balada del Puma y salir por patas.
No seré yo quien la culpe por ello.
Ya sé en que bichito me quiero reencarnar...
Publicar un comentario