Ya llevo más de una semana sin hablar de fútbol. Podría decir que estoy con el mono, como el idem de un zoo chino.
Sólo quería decir, pasado un tiempo de desintoxicación, varias cosas:
1) Que me alegré de que ganara Italia.
2) Que me alegré de que perdiera Francia.
3) Que me dio pena que
Zidane enturbiara su final.
Pero no entiendo que se intente ahora justificar lo que hizo el supercrack francés, y menos que le den el premio al mejor jugador del torneo (precisamente después de fallar en el momento más importante). Su gol de la final fue estratosférico, cierto, su gran despedida del fútbol en el Francia-Brasil fue inolvidable... y lo demás fue barriobajero y torpe.
A las palabras se responde con palabras.
Si alguien no está de acuerdo conmigo espero que me lo diga o escriba aquí, en lugar de darme un cabezazo en el esternón cuando nos encontremos por el Coso. Descargad vuestra ira jugando a este juego: embiste
Materazzis.
Otro juego curioso, esta vez patrocinado por un vodka.
Y ahora un vídeo estremecedor. Una de las
Girls Aloud (sólo un experto podría ayudarme a distinguirla) es invitada a dar una vuelta en Silverstone con el Ferrari 355, una joya. Aquí podréis ver lo que sucedió.
Para terminar un artículo de
Vargas Llosa sobre Israel, para el que quiera pensar y carezca de dogmas y prejuicios.
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