Lo mejor de estar en Canarias era olvidarse del reloj. Pasear bajo el sol y derretirse.
Creo que he traído una carga de calor (suplementaria a la, ya de por sí caldeada, sala de máquinas interior) que me permitirá sobrevivir un tiempo. Veremos cuánto.
Ya no me acuerdo de trabajar. Sólo de descansar. Dejé atrás el sol e inmediatamente cogí este catarro enorme que luzco orgulloso. Estuve en el garito más chill del planeta, hablando de la vida, masticando el sabor acre del recuerdo, fumándome el aroma del presente y el porvenir.
El cabildo no puede esperar que describa las maravillas de la isla (suecas aparte). Creeros que no vi nada en los 4 días, y sin embargo lo vi y lo pensé todo.
Es jodido. Pero da gusto vivir.
Mañana San Valentín. Me voy a ir yendo a la mierda (con perdón).
4 comentarios:
Ya lo decía McNamara "si tu novio te pone los cuernos el día de San Valentín / Feliz Día de San Ballentine's"
Y olé.
Jajaja. San Ballantines será el sábado, Peibols.
Amor-tizaremos nuestras penas.
Voto a San Ballantines sin dudarlo un minuto
Le votamos y le rezaremos, Alberto. A nuestra manera.
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