Hoy ha sido un día con pocas razones para sonreír. Pero es nuestro deber intentarlo, hasta los últimos momentos de una jornada que promete ser larga.
Qué se le va a hacer, hay días en los que uno lamenta no tener palabras para reconfortar a personas a las que quiere. Quizás sea en esos días en los que más falta haga el sentido del humor.
Caigamos entonces por el tobogán de la existencia, hacia la piscina de bolas de los pequeños placeres. Y pocos placeres hay mayores que las vacaciones. La noche del miércoles estaré en Barcelona, y el jueves volaré a Canarias junto a mi amigo Perkins. Allí nos espera un orangután, que nos acogerá en su hogar, sólo hasta la noche del domingo al lunes, que pasaremos de regreso. Intervalo corto, lo sé, pero suficiente para sobrenadar a esta rutina asfixiante. Volveré como nuevo. ¡¡Sol!!. Sol, cabronazo, cómo te echo de menos.
Me diréis, ¿pero tú de qué trabajas? ¿Qué estrés es ese del que hablas? Y yo os digo que ha llegado la hora de desvelar mi ocupación. Pero es confidencial, así que guardarme el secreto (me estoy jugando el cuello).
Pertenezco a la Brigada de Consultores del Ejército de Tierra, un grupo de élite que se ocupa de analizar la situación, hacer como que la entiende y realizar informes ambiguos que le comprometan lo menos posible. Somos de una utilidad extrema en caso de conflicto. En caso de paz un poco menos, aunque claro, es momento del entrenamiento, un durísimo entrenamiento que nos mantiene alerta, ojo avizor, mirando cosas en google y reenviando correos basura.
El caso es que si por una inapropiada maniobra diplomática (imaginemos un toalla gate) nos enemistamos con Portugal (si no lo estamos ya), y ellos deciden invadirnos, se movilizaría a la Brigada de Consultores que acudirían a octava línea (en primera línea no se ve bien) y prepararían una serie de power-points presentando a las tropas lo que sería mayormente España, lo que sería la importancia fundamental de las provincias limítrofes, haciendo un paseo (lo más esquemático y visual posible) por los antecedentes históricos del conflicto, e identificando los problemas para, de un modo ordenado, ir planteando las soluciones realistas que cada situación plantea, y recomendando acciones futuras que sean coherentes con las estrategias generales de la comandancia, enfocadas en los procesos adecuados y con la suficiente adecuación a los recursos, las armas y las balas que se tuvieran. Dándose el casus belli de tener más balas que enemigos (el famoso "Dilema de Gila"), por ejemplo, se plantearía una solución honrosa y se la dotaría de argumentos sólidos frente a cualesquier consejo de guerra, además de acompañarlo con lemas antiguos como ese que dice: "el ejército español nunca retrocede; da la vuelta y sigue avanzando".
Somos el último bastión infranqueable de la seguridad de la patria.
Ahora ya lo sabéis. Estáis todos en el ajo.
7 comentarios:
merecido descanso...disfruta mucho monillo...
No me costará mucho esfuerzo disfrutarlo, Bio. Merecidísimo Espero que tú también lo disfrutes (ya hay nieve ¿no?)
¿Y que vamos a hacer con un chimpancé menos en la cancha? ya sabes el lío que supone.
Disfrutalo, y sobre todo, no aceptes dulces de desconocidos: pueden llevar droga.
que pases unas vacaciones estupendas!!! la elite militar lo necesita. Por cierto, en sabiendo a lo que se dedica y las pautas de reacción ante un toalla gate me quedo muchisimo más tranquila...
disfruta del sol!!! y guardate algún rayito en el bolsillo!!!
Hay en día el ponen droga a todo, Sergio. Incluso en este blog ponemos un poco de droga en los enlaces.
Volveré con energía.
Gracias, Meri, traeré una mochila llena de rayos de sol (uo uo uo). Y los venederé en la calle, como si fueran castañas.
Paselo bien hombrerevenido. Se merece un descanso pero no mucho que el Blog esta cada dia mejor
En caso de conflicto armado se podria hacer luego una peli de guerra titulada PRIVET SAVING CHITA....que le parece?
Alberto, no dudes que si tengo cinco minutos escribiré. Pero si no escribo será que estoy gozando.
Los monos consultores, si la batalla se pone mal, abandonamos la trinchera y trabajamos desde la oficina. Así que no hará falta que me vayan a buscar, jeje.
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