Mis manos y mi beso se propagan como un incendio. Se eternizan en sus hombros y su cuello y se deslizan vigorosos como una anguila de excitación a través de su espalda. La amaso despacio, demorándome como un benedictino en una biblioteca, al tiempo que acomodo sus vértebras en mi torso. Le susurro al oído tres palabras que lo justifican todo. Ella se reconoce en ellas y apoya en mi cintura una mano perdida fuera de su vista. Gotea irremediable el espeso licor del deseo.
La yema de uno de mis dedos, olvidado soldado que participó en la más gloriosa de las expediciones, se hace presente en su sexo y yo siento una húmeda confidencia, febril como el vapor de su boca. Dedos de
Marco Polo, Oriente indómito. Mis manos acarician su vientre, sus muslos. Mi lengua se empapa de la felicidad rítmica, del secreto desborde que sobreviene en la distancia. Cierro los ojos y siento en cada nervio alerta de mi cara la sismografía de un placer sordo, que se escapa entre gemidos y frases confusas de otros labios más remotos, que por razones de orfebrería sexual, he dejado entonces de besar.
11 comentarios:
fiuuuuuuuuuu...sin pelos en la lengua...o quizas si?
Personalmente lo prefiero al baloncesto...
Coincido con el usuario anónimo. No hay color...
OH, MY GOD
Vaya, vaya, no soy la única persona vergonzosa por la galaxia cibernética. Te ha salido otro lector anónimo...
De todas formas estoy totalmente de acuerdo con él, deberías dedicarte a la novela erótica y dejar las crónicas deportistas, ande va a parar.
Impresionante, aunque a las 8 de la mañana este tipo de lectura puede colapsar mi ritmo cardíaco...
En este estado hay límite de velocidad Hombre Revenido...
Bio, algo de eso hay, jeje.
Usuario anónimo1 y Abismo, tiene que haber tiempo para todo ¿no?. Aunque si me dan a elegir... yo también lo tengo claro.
Usuarios Anónimos, buscaos un nick, si total ni os conozco yo ni os reconoce nadie cuando comentáis.
Usuario Anónimo2, la novela erótica no creo que sea lo mío. Eso de escribir de sexo por obligación... es mucho mejor hacerlo cuando nadie se lo espera.
Laurel, ¿a qué velocidad iba, agente?
Si hicieras lo mismo en plan marica, no te dejaba escapar ;-)
En serio, muy bueno, ya sabes que me gusta cuando escribes de sexo.
El que hiciste del onanismo me encantó.
Muchas gracias, Peibols.
Siento ser tan heterosexual. ¿Será una enfermedad?
No, enfermedad no.
No pasa nada, los heteros son gente normal, como yo.
Mi mejor amigo es hetero y conozco a heteros y no son bichos raros como los estereotipan por la tele, eh?
eso de los heteros es una enfermedad que la causa una inflamación de unas glándulas que se llaman amígdalas ¿no?
creo que lo oí en la COPE de una señora que estudiaba psicología en la UNED
Peibols, me dejas más tranquilo. Tengo remedio.
Sergio, entonces la solución es extraerme las amígdalas y volveré a ser normal. Si es una enfermedad, qué sé yo, que me den un subsidio.
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