martes, agosto 08, 2006

Animales Acojonantes (4) - EL PEREZOSO


El perezoso es un pedazo de mamífero que ha desarrollado un metabolismo extremadamente lento, los sensores de movimiento son incapaces de detectarlo, y sus registros atléticos en la maratón no se miden en horas sino en generaciones. De todos modos, en la selva se rumorea que antes de aprobar la oposición su metabolismo era completamente normal.

Una de las decisiones más importantes que ha de tomar un perezoso a lo largo de su vida es la de seleccionar su árbol, para tener que bajar lo menos posible al suelo. Allí se proveen de alimentos y agua, y entre sus ramas pasan la vida dormitando, en perfecta quietud.
Comen con desgana, masticando hojas y brotes despacio, para desesperación de sus madres que les repiten que traguen de una vez, que se les va a hacer bola.



El perezoso suele considerarse muy importante en el hábitat natural porque lo dijeron una vez en la radio. Lo que no sabe es que su importancia en la cadena trófica se debe a su condición de presa fácil para los depredadores.
Se aparean una vez al año y sin ímpetu. Luego no le apetece, está cansado, le duele la cabeza, compréndelo... es la primera vez que me pasa... no, mejor ven tú a mi árbol... estoy sin depilar... y todas esas excusas instintivas.

Le gusta:
- Irse por las ramas
- El lavavajillas
- Colgarse boca abajo

No le gusta:
- La gente impaciente
- La deforestación
- Que las ofertas de telepizza sean sólo para recoger

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace un tiempo vi un repoortaje sobre perezosos en la tele. No voy a sr falso y a decir que soy de los que ven los documentales de la 2. No, no soy uno de esos dos, pero aquel dia me sorprendi solo en casa ajena, y la verdad es que era el mejor programa de toda la parrilla (tiene pelotas la cosa). A lo que iba, que me voy por las ramas cual perezoso.

Habia una perezosa con su perezosillo o perezosilla (no quedo claro) colgados de su arbol, cuando llego, más o menos a la misma velocidad que desarrolla una lechuga huyendo de sus depredadores, otro perezoso. El instinto territorial se impuso y comenzo la pelea más patetica del universo. Un perezoso golpeaba, el otro como buen cristiano solo ponia la mejilla. El narrador decia que era porque gastaba más energia pegando que recibiendo y decidio recibir. La pelea acabo cuando el perezoso que pegaba (la perezosa, como no) se canso, cuestión de dos minutos. Y ahi se quedarn los dos, como las dos coreas. Odiandose sin moverse.

HombreRevenido dijo...

Acojonante Fredy. Espero encontrar en algún lugar semejante documento audiovisual.
Mientras tanto disfruto de tu relato como los Fraguel disfrutaban las postales del tío Matt.