Después de muchos días de irreflexión (vacación inluida) retorno con bríos renovados.
Eso no significa que el blog vaya a ser mejor, que conste.
Incluso yo diría que va a ser peor.
Ando escribiendo otra cosa, un libro que cambie el mundo, aunque sea para mal. Y es un propósito muy serio, que conste. Aunque me queda la tranquilidad de que cuando lo termine, si resulta fallido, podré catalogarlo como novela de humor y ya está. Es la ventaja de ser un iconoplasta.
Habrá una tirada de 5 ejemplares. Ya os avisaré para que no os caiga ninguno encima.
Una vez escribí, lo recuerdo con emoción, la mejor novela de la historia de la humanidad. La alegría me duró dos horas de pleno orgullo. Luego borré el fichero sin querer y se desvaneció en un abismo. Vaya fatalidad.
¿Me hundí por ello? No. Estoy de nuevo en marcha. Ahora, a medida que avanzo, me hago una copia de seguridad a mano, en una libreta. Cansa pero compensa.
Si lo conseguí una vez...
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7 comentarios:
No es una tarea facil la de la creatividad, mucho animo y espero ver el resultado, aunque sea en la biblioteca para que me lo presten
Oígame... yo espero que el día de mañana si no recibo en mi buzón un ejemplar firmado por el mismísimo Usted del DNI, al menos se patente usted en las librerías con un pseudónimo familiarmente identificable. Sé que es mucho pedir, que yo aquí no pinto nada y que ni siquiera me he ganado el status de actividad extraescolar, pero es usted uno de los pocos blogs que sigo religiosamente casi a diario. Lo de que suene a peloteo es otro tema.
Animo mono!!! yo lo más que he escrito ha sido la lista de la compra, eso si, impreso a doble espacio y encuadernado a canutillo...
Karlos, para cuado esté acabado está por ver que existan todavía las bibliotecas. Pero tranquilo, de momento cobrar no entra en mis cálculos.
Ra, si algún día el libro está terminado seréis los primeros en saberlo.
Por cierto, tienes un gusto excelente.
Duende, la buena caligrafía es el alma de la literatura. Y la encuadernación es la clave de las claves. Es lo primero que estoy pensando.
A ver cómo queda. Ya tenía ganas de volver al ruedo.
Mono usted no se puede ir nunca , usted ya es patrimonio de la World Wide Web
Más que patrimonio, Alberto, yo diría más bien matrimonio. Y de momento no hay desavenencias, aunque haya tenido momentos de falta de tiempo y oxígeno. Esto es como una droga, no podría dejarlo aunque quisiera.
Cuando alguna de tus creaciones no te guste...ya sabes lo que debes hacer pues...jajajaja
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