Mis manos sintieron por primera vez el tacto de su piel (la llanura, la muralla, el altar, la nata). Trazaron su costado como una pincelada, surcaron su cuello tan suavemente que ni las amigdalas se enteraron y fueron a reponerse del trayecto en la boca más suave y caliente.
Durante la tarde de ese largo minuto los dedos emprendieron el viaje de regreso, esquivaron su ombligo y provocaron un susurro aullado de estremecimiento.
Entonces fue, más o menos, cuando comenzó el universo.
.
13 comentarios:
Usted a veces es un poeta Mono
Joder, que grande... Me parece que la asignatura de manualidades no la llevo al día. Solo espero tener alguna convocatoria en septiembre.
Me han dado hasta escalofríos. ¡Magistral!
Todo el mundo es un poco poeta cuando recuerda o cuando imagina o cuando desea, Alberto.
Lasa, en contra de lo que pasa en otras academias, en la nuestra las manualidades son una de las asignaturas importantes. Así que aplícate. Pero no pienses en septiembre, ve semana a semana.
Timonera, gracias, aunque lo de los escalofríos ha podido ser a causa de la electricidad estática de la pantalla. O la gripe.
Bueno, si usted dice que es little...
Ra, tampoco es el momento de alardear.
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuf
Dina, respira.
q lindo hombre re, si es que leerte siempre es un placer!
meri (ha vuelto! arrrggg!!)
Me estremezco...
Gracias Meri, te hemos guardado el pupitre todo este tiempo.
Orleans, eres muy sensible a la microastronomía. Aunque te hagas la difícil.
Mono,hacerse la dura es el mejor preludio a un microbang...después, podemos ampliar el adjetivo....
Sí, Orleans, luego toca expanderse y contraerse, como el universo.
Publicar un comentario