En su defensa, Jehová le explicó al tribunal su versión de los hechos. Él no destruyó Sodoma y Gomorra, ni aniquiló a la población, ni hizo llover azufre ardiendo. Tenía una coartada (sacó un resguardo del club de paddle), explicó que el diluvio fue tan estresante, tan aburrido, que aprendió a delegar los castigos y las primeras once plagas.
Ante la insistencia del fiscal reconoció tener cierta culpa. Por un lado creó al ser humano, libidinoso y expresivo. Por otro lado a un ángel exterminador ocioso y sin sexo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario