El badminton es un deporte que nació en Asia hace más años que la sopa de arroz. Toma su nombre de la voz china: "baa ming tol", que significa "parece que vuela", y en sus orígenes era un rito sagrado que se jugaba con un sacudidor de alfombra y un pájaro muerto. Fue adoptado por el hinduísmo como una metáfora de la transmigración de las almas, y se cuenta que estuvo prohibido en la India durante los primeros años del protectorado británico, conservándose las normas y la tradición en los poblados de leprosos. En aquellos tiempos no existía la red, entre los dos jugadores se interponía una vaca sagrada. Con el tiempo fueron apareciendo las normas actuales, los ingleses inventaron el tanteo, permitieron el juego (excepto a los leprosos) y crearon las tres modalidades: individual, dobles y dobles mixtos (descartando para siempre una modalidad muy aceptada entre los nativos que consistía en jugar durante varios meses partidos interminables familia contra familia en la que se apostaban la virginidad de sus hijas y un carnero).
Hoy en día cualquier mindundi como yo puede apuntarse a un curso del patronato y repetir las gestas de los antiguos emperadores chinos, como Huan Hoo, de la dinastía Hoo Pe, que derrotó uno a uno a todos los orangutanes del templo de Yaa Toi y obtuvo por ello el trono de Tailandia.
Con esa pequeña raqueta entre las manos siento que miles de años de historia me contemplan. A ver si aprendo rápido.
7 comentarios:
Curiosa información la que nos ofreces.
Más curioso aún el sustituir la red por una vaca sagrada.
Cómo son las religiones! Cualquier evento, por extraño que parezca, lo relacionan con lo mágico y lo esotérico para mayor confusión de sus lunáticos seguidores.
Pero sigue practicándo, el deporte es bueno.
Sí, mejorar mejoraré. Es imposible no mejorar mi karma de bádminton, porque soy más malo que Gargamel.
¿Gargamel jugaba al badminton?
Sin afán de polemizar, ¿no es un juego rarito? a mi eso de correr tras una plumita volante... pero bueno, más raro me parece eso de barrer el hielo mientras avanza una especie de olla.
Es muy divertido y mucho más fácil que el tenis. Con un poco de práctica se puede echar un partido dignamente.
Lo de apostarse la virginidad de las hijas ya sí que me parece que lo hagan mejor los orientales...
El badminton es un juego completísimo, Caracolico. Yo también creía que era una mariconada, pero no veas lo que se corre. Por cierto, es el deporte de raqueta en el que se alcanzan las mayores velocidades.
León, yo al tenis tampoco sé jugar, pero es verdad que sin que me enseñen nada disfruto como un enano. Eso en el tenis es imposible.
Pues ya verás cuando pruebes a hacer capoeira...
Si yo hago capoeira me tronzo la columna. Así de claro.
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