Un hombre combate el crimen bajo identidad secreta. En el primer capítulo no aguanta más y se lo cuenta a su madre quien, orgullosa, no puede evitar contárselo a una amiga, que se lo cuenta a su marido, que lo casca en el trabajo. Al final se entera todo el mundo, los malos se conjuran, le persiguen y le matan.
A partir de entonces el crimen campa a sus anchas como siempre ha pasado y todo vuelve por sus fueros, transformándose la trama en una comedia costumbrista de diálogos ágiles, con una macizorra y un tío supermajo (en perpetua tensión sexual no resuelta), un bar, un gay, un imbécil maniático, una chacha andaluza y un par de niños (por lo menos).
Título provisional:
Se veía venir.
4 comentarios:
¿dónde encuentras a esos vaqueros aguerridos con camisas ajustadas???? Me encantan sobre todo cuando llevan el pañuelo al cuello...
El primero era Riffleman, un tipo de cuidado. El de esta entrada es el Llanero Solitario (el de antifaz) junto a Silver (el de blanco).
Pueden encontrarse en el oeste americano, justo al oeste del centro americano.
Te has currado el argumento de caray ¿eh?... y no, no tengo nada en contra de ello ¡¡¡anda que no hay gente que vive de pistón con ideas muchísimo más simples!!! (Ah, pues si, estaba pensando en Ana Obregón)
Caracolico, la serie empezaba con buenas intenciones, luego la audiencia la acomodó a su gusto. Uno de los personajes (o todos) debería sacar un disco, a ver si cuela.
Fran Perea, nunca, repito, nunca te perdonaremos.
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