En el año 1983, dos investigadores de la Universidad de Duke, Joel Huber y Christopher Puto, llevaron a cabo un experimento en el que ponían a los consumidores ante una situación habitual, escoger entre dos opciones muy diferentes, pero coherentes en sí mismas: por un lado, un producto de calidad baja y barato y, por otro lado, un producto de mayor calidad, pero más caro.
Ante eso, a los clientes les costaba escoger y eran fácilmente manipulables creando una tercera opción a un precio intermedio, que pasaba a ser la deseada de forma inmediata.
Somos monos, tampoco hay que extrañarse demasiado.
En un experimento de Dan Ariely, en el MIT, usaron un anuncio real de suscripción a The Economist que constaba de 3 opciones:
* economist.com 59 $
* Economist impreso 125 $
* Impresa + Web 125 $
Dan Ariely hizo elegir a su alumnos qué opción consideraban más atractiva.
* economist.com 59 $ (16%)
* Economist impreso 125 $ (0%)
* Impresa + Web 125 $ (84%)
Nadie, por suerte, eligió la opción absurda y cara. Estaba claro que ésa era una opción inútil.
Ariely, por lo tanto, la quitó y probó el mismo experimento con otro grupo de alumnos.
Por lo tanto, la opción inútil no era tan inútil, hacía más atractiva la oferta intermedia.
4 comentarios:
Es el puto amo entonces ??
Eso parece, Sonia, cualquiera rebate sus investigaciones.
Con ese nombre. cualquiera le rebate ni sus investigaciones ni nada. Parece un mafioso que te la lía al menor desacuerdo jajajaja
Speedygirl, habría que ver a qué cosa exótica les suena a los yanquis. :)
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