En su humanidad hipermusculada, Arnold Schwarzenegger interpreta en "Perseguido" (The Running Man, Paul Michael Glaser, 1987) a un autónomo circunstancial, condenado a serlo por un delito que no ha cometido. Tendrá que sobrevivir en las circunstancias más adversas, para regocijo de la multitud, en un mundo distópico en el que los humanos no esconden que les gusta ver sufrir a los autónomos (aunque sólo sea por el colorido y la tradición).
Ya se sabe que el autónomo no sufre, y si no nos torearan nos extinguiríamos.
Ben Richards no se enfrenta a enemigos al azar. Por ejemplo, vemos siempre presente la manipulación de los medios y la corrupción política, personalizada en
Kilian, el presentador cabronazo.
Le saldrá al paso
Sub zero, que simboliza la competitividad del mercado. Luego
Buzzsaw, con su motosierra, que simboliza los recortes y los sacrificios a los que se enfrenta el héroe.
El siguiente es
Dynamo, la más obvia metáfora del recibo de la luz. Y por último
Fireball, el síndrome de
burnout, cuando hueles a chamusquina cerca y resulta que eres tú mismo, completamente quemado. Vencer a todos, como hace don Ben, es lo más subversivo, la esencia de nuestra revolución.
A mí, de mayor, me gustaría ser como Ben Richards, pero la versión cinematográfica, que está más cachas. Porque en la novela original de
Stephen King, el protagonista secuestraba un avión y se estrellaba contra un rascacielos.
Tampoco es mala moraleja esa. Que no nos toquen mucho las narices a los autónomos, que estamos muy locos.
4 comentarios:
"A mí, de mayor, me gustaría ser como Ben Richards, pero la versión cinematográfica, que está más cachas".
No disimules, que tú estas cachas y lo sabes,ja,ja,ja,ja,
Yo estoy estupendo, Carmina, me refería a que el Ben Richards de la versión cinematográfica estaba más cachas que el Ben Richards original de la novela de Stephen King.
Y puestos a elegir, mejor acabar bien, como el de la peli.
Fué otra de las grandes películas protagonizadas por el GRAN Arnold Schwarzenegger y las muertes de SubCero,Buzzaw,FireBal y del presentador,s´n para morirse a CARCAJADAS.
Así es, Rafael, una película muy divertida.
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