Nutritivos y sostenibles. Así podríamos definir a este alimento que promete ser la gran revolución culinaria del siglo en el que estamos (dudo entre dos).
Insectos hay a patadas. Muchos para mi gusto. Por lo tanto, algo tenemos que hacer con ellos.
El primer bicho que me comí fue sin querer. Tremendo mosquito que se me metió en la boca mientras corría. Así en crudo me pareció soso. A lo mejor con alguna salsa...
Hoy en día la industria del insecto ha avanzado mucho. Por ejemplo puedes comerte el grillo con cáscara, el grillo pelado o bocabits de harina de grillo como los de la foto. Casi sin enterarte.
Al final serán como mosquitos que nos entrarán en la boca, lo queramos o no.
2 comentarios:
No hay problema. Para cuando los insectos se hayan normalizado en España, los japoneses ya serán devotos de los huevos fritos con patatas y harán el mejor pulpo a la gallega del mundo. Vebdrán a nuestras costas y pescarán todos los pulpos (ahora ya se llevan el atún). Así en vacaciones podemos viajar al lejano oriente para saborear tan exóticos manjares.
Carmina, ese futuro terrible que dibujas puede estar más cerca de lo que parece. Por lo tanto hay que tomar medidas drásticas. Hagamos acopio de comida y que se coman los insectos las lagartijas y las iguanas. :)
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