jueves, septiembre 08, 2016

¡Invasión!

Todos conocéis al inofensivo caracol común (un animal acojonante de libro).
Pero ahora nos vamos a centrar en un primo suyo confluctivo, oriundo de Sudamérica, el caracol manzana.

El caracol manzana es una especie invasiva y lleva unos años en España campando a sus anchas.
Poca broma con este caracolazo.


Se ha hecho fuerte en los arrozales del Delta del Ebro y se va extendiendo con ritmo lento pero firme.
Arrasa con todo a su baboso paso. Es capaz de comerse varios metros cuadrados de arrozal al día. Ojito. A mí me gusta el arroz, pero esto es como comer paella de primero, risotto de segundo y arroz con leche de postre día tras día.

Lo más curioso del caso es que, para luchar contra este grandísimo cabrón, se han intentado mil argucias y nada. Al final se ha reunido el consejo de caracólogos y han decidido apostar por traer a su archienemigo: la gamba gigante de río.


La gamba gigante es la némesis del caracol manzana.
Por lo visto se los trajinan que da gusto.
El principal problema será el destrozo que puedan causar las gambas después. Porque en cuanto neutralicen a los caracoles manzana se tendrán que entretener con algo. Allí el problema empieza a convertise en una especie de paradoja de muñecas rusas.


Es como aquel argumento indio según el cual el mundo se sostiene sobre un elefante.
Y si preguntas: "¿Y el elefante?" Te responden: "Sobre una tortuga".
Y si preguntas: "¿Y la tortuga?" Te responden: "¿Qué le parece si cambiamos de tema?"
Pero a la gamba gigante no podemos tratarla como a un concepto metafísico, porque un concepto metafísico no puede morderte el dedo meñique cuando sobresale de tu sandalia.

Para echar a la gamba gigante de río propongo a la salamandra gigante de Japón.
Seguro que se chupa los dedos con la delicia que le está esperando: gambas rellenas de caracol relleno de arroz.


Lo que nos termina originando otro pequeño problema con las salamandras niponas, que tienen bastante mala leche.
No conviene alarmarse. Porque alarmándose no se llega a ningún lado.
Traemos unos buenos yacarés y arreglado.


Aunque contra los yacarés hay poco que rascar. Sólo se me ocurre soltar una manada de hipopótamos.


¿Que a lo mejor pisan los arrozales, destrozan las acequias y en 50 años han acabado con la especie humana?
Joder, llevo todo el post dando soluciones. Esperaba que fuerais un poco más constructivos con vuestro feed-back.

9 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

Las gambas de trajinan a los caracoles???? Y encima les ponen los cuernos puffffffff

Luxindex dijo...

Comparto, desde la serenidad a la que estamos obligamos en los momentos cruciales los hombres que lo somos y algún mono, tu inquietud, HombreRevenido.

Efectvamente, es muy loca la cadena que adelantas: caracol manzana -> gamba grande -> salamandra gigante del Japón -> Yácares varios -> hipopótamos en manada.

Loca e incompleta, ¿o acaso los hipopótamos señoreados respetarían el sistema democrático que nos dimos, incluyendo la gran fiesta de la democracia? Sé que contestarás lo mismo que yo, que nanay.

No caeré, por tanto, en la trampa de proponer un animal mayor que prometiese acabar con los hipopótamos, pues siempre habría un animal mayor que el mayor que no hemos llegado a nombrar. Además, si no quedase ya animal mayor sobre la faz de la tierra, y rebuscado el envés sin éxito, empezaríamos con las máquinas de guerra. Una escalada irracional, exacto; me has quitado las palabras de la boca.

Que el tamaño no importa lo dice hasta mi mujer. Luego dejémonos de tamaños y de mamadas, perdón, manadas, y vayamos a la eficacia. Fácil: una pareja, pero de las de antes, de la Guardia Civil. Y punto. Se acabó el problema.

Y, ojo, que quien habla de los caracoles manzana, habla de los catalanes butifarra y los vascos pintxo.

HombreRevenido dijo...

Chico de la Consuelo, el trajinamiento era de tipo culinario (no sé si lo he arreglado). Aunque no te extrañe que también sumen el apareamiento a esos enredos, por morbo, como las mantis religiosas.

Luxindex, está claro que lo de los hipopótamos es una solución imperfecta y que a largo plazo acabarán con nosotros.
La única solución que veo es proveer de armas de fuego a sigilosas guerrillas de caracoles manzana. Pero entonces estamos como al principio (o peor).

NáN dijo...

Vamos a ver, que vuelvo de vacaciones y estoy espeso. Esto es el cuento de Soria, Guindos y Rajoy utilizando animalicos, ¿no?

HombreRevenido dijo...

Jaja, NáN, qué fácil es dejar que vuestra imaginación le dé un sentido profundo y rebuscado a todo.
Soy un mono que bastante tiene con las líneas, como para pensar en lo que está entre ellas. Pero oye, cuanto más interpretéis, mayor será mi prestigio.

sonia dijo...

¿Y esas gambicas, a la parrilla,qué tal estarán?Porque entonces,la solución,la veo:
Cocedero de mariscos de río-Parrillada+botellica vino+spa.....

Lo q Leo dijo...

Esclarecidos banda sonora de los animales acojonantes:

Avestruz: http://www.youtube.com/watch?v=rEGy4pfynIM
Tucan: http://www.youtube.com/watch?v=D35zyI-XRrM
Arponera y el cachalote: http://www.youtube.com/watch?v=GbUJw7kiYMs

Y de bonus el dia avestruz de Maria Jose Hernandez:
http://www.youtube.com/watch?v=Q3F00ZfP3jI

Speedygirl dijo...

Pero, pero, pero, pero, ¡qué pedazo de caracol!, ¿no? Da casi miedito... Así que bueno, si la solución definitiva son los hipopótamos, pues son los hipopótamos. ¡Qué remedio! jajajaja

HombreRevenido dijo...

Pero si tengo aquí unos comentarios abandonados sin responder
:(

Sonia, gambas gigantes exterminadas por domingueros y sus parrilladas, lo veo. Pero... ¿a esos domingueros quién los echa de allí? Porque ni los hipopótamos esos. ¡Ni los GEO!

Gracias, Primo del Chicodelaconsuelo, temazos.
Algún día habrá que hacer un post de "Animales Acojonantes en la cultura universal". Allí irán las 4 canciones.

Speedygirl, yo flipé muchísimo con esos caracoles. Me imaginaba una plaga de esas invisible... pero esto es terrible, y encima son de mucho comer.