Una playa desconocida, atardecer del 29 de diciembre de 2013
¡¡¡FLASHFORWARD!!!
(qué susto ¿eh? pues haber elegido muerte)
Sigue echando en falta muchas cosas, su teléfono, su maleta, esto... su familia, por supuesto. Pero ellos le han insistido en que no se preocupe, que todo va a arreglarse pronto. Claro que sí, lo mejor para que una no se preocupe es que le digan "no te preocupes". Esas tres palabras lo arreglan todo. Qué cojonazos, de verdad.
Se hostiliza y se deshostiliza un par de veces por hora. Acaba de dejar de llover y sale a pasear por la arena mojada, disfrutando del suave invierno, del rumor del oleaje.
Como buena inviernófila,
Moli saborea ese paisaje mortecino, saluda a las gaviotas que, muy serias, pasean como señores decimonónicos con bastón, sombrero y monóculo.
La bloguera mira al horizonte. Piensa, ¿me estarán buscando?. Piensa, ¿habrá ido bien la firma de libros?.
Luego se acuerda de que faltó la autora. No, se convence
Molinos, definitivamente la firma de libros salió regular.
Zaragoza, 29 de diciembre de 2013 (de madrugada)
En el figurado bunker bajo la cama,
Aniceto susurra su sofisticado plan a sus acompañantes. "A la de tres salimos", dice.
Gonzalo alza el pulgar. El del bigote dice que no con la cabeza. Ganan la votación.
"Uno... dos... " el tres no llegan a decirlo. Salen apresuradamente en "modo combate loco", en modo "humor amarillo" y reciben el primer bofetón metafórico cuando ven que la mujer les está esperando y remarca: "¡¡tres!!". Transcurre medio segundo de estupor, se quedan congelados, escrutándose desde la distancia, cuatro intrusos pillados mutuamente en un
slow motion del tú-la-llevas. Al final, por una cuestión de magnetismo animal, concentran la mirada en la chica rubia de marcados rasgos eslavos. Reconocen a la pianista del hotel. Es como si el after del piano-bar ocurriera en la habitación de
Molinos. Pero allí no van buscando rollo... ¿o sí?
- Permítame presentarme - se acerca
Aniceto.
- Ni se ti ocurrra, mequetrrreffe - amenaza la mujer blandiendo un spray antiviolación.
"¡Interroguemos a la rubia!", grita
Gonzalo mientras les hace un gesto con su mano derecha, la señal de carga de los cosacos. Por lo que sea, ninguno de sus aliados le sigue y acaba derribado por la mujer en memorable zancadilla de judo. Levanta la mirada desde el suelo a modo de reproche y
Aniceto no sabe qué hacer. El señor del bigote no lo duda. Se saca el calcetín de la boca y dice "haya paz". Muestra su placa: "
Joao Tavares, servicio secreto portugués".
Desde la moqueta multicolor
Gonzalo se ríe. "Vosotros no pintáis nada, ni siquiera en Portugal", reprocha incorporándose. "
Gonzalo Viveiro, servicio secreto español".
Aniceto siente que es su turno, como en esas reuniones de alcohólicos anónimos en las que no ha estado nunca pero que conoce porque las vio en una película y porque tiene un primo que tiene un amigo... bah, lo que sea. "Yo soy..."
-
Aniceto - dice
Gonzalo.
-
Martínez - apunta el portugués.
- Agente de la FIFO - añade con desdén la bella eslava.
- Vaya, pues sí que soy famoso aquí en Zaragoza - se resigna
Aniceto.
- Te conocen hasta los perros - concluye
Gonzalo.
Los seis ojos se posan en la mujer. No en sus formas voluptuosas (que también) sino en su identidad, todavía no desvelada.
-
Natascha Rodionova, pianista dil hotel. ¿No serr esta la habitachión 319? Yo confundida. ¿Poderrme ir ya?
- Aquí no se va nadie hasta que se aclare todo - anuncia el agente
Viveiro.
- A lo mejor estamos todos buscando a
Molinos - dice el tipo del bigote mientras mira a los dos hombres buscando una confesión.
- Puede ser... - concede
Gonzalo.
- Yo sé cómo resolver el enigma -
Aniceto dice estas cosas para hacerse el chulo porque está la rubia delante.
Saca teatralmente del bolsillo el teléfono móvil encontrado hace un rato. Busca algo en la agenda y lo apunta luego en el folleto de los masajes. "Ya tengo el teléfono de
Molimadre", aclara a la concurrencia, "ella por fuerza tiene que saber algo".
Necesita tener mucho tacto para preguntar sin que trasluzca lo de la desaparición de su hija. Marca los números en su propio teléfono y, en un arrebato de lucidez, se da cuenta de que son las 4 de la mañana. Misión abortada hasta que amanezca.
- ¿Poderr ver teléfono? - pregunta
Natascha - Serr modelo viejo, no quedarr di esto nien Rusia.
- Claro, toma -
Aniceto le acerca el Molinófono y la pianista corresponde con una amplia sonrisa, con dientes como teclas de piano que dan ganas de tocar una mazurca, como el resto de su blanca piel. Oye, cada uno tiene sus puntos débiles, y el suyo son las faldas.
Aniceto se centra ahora en los movimientos de
Gonzalo. Un blogger en el servicio secreto español, lo que le faltaba por ver. Claro, por eso viajaba por el mundo. Ahora todo encaja.
Se interesa por
Joao. ¿Qué hace un espía portugués buscando a
Moli?
- ¿Y vosotros qué sabéis? - como si presintiera una pregunta inminente, el portugués contraataca con otra diferente.
- Mucho - dice
Aniceto.
- ¿Cuánto?
- Así - abre los brazos todo lo que puede.
- Vale, entiendo -
Joao se mesa el mostacho - no sabéis nada de nada. Seguro que ni siquiera habéis visto las grabaciones de las cámaras de seguridad.
- ¡Sopla!, las cámaras de seguridad -
Gonzalo se golpea la frente - ¿cómo no se nos ha ocurrido?
- Porque estábamos bebiendo ¿te acuerdas? - aclara
Aniceto, que no pilla una pregunta retórica ni aunque se la dibujen.
El portugués propone a
Aniceto ir a su casa a ver la grabación. Umm, piensa éste, demasiado fácil.
Gonzalo propone esperar en los bares cercanos y así hacer hora hasta las 8 de la mañana para llamar por teléfono. Ese plan es más fácil todavía.
- Mirra, yo marcharrme, estarr mue cansada - dice la rusa.
- Vale, devuélveme el móvil - requiere
Aniceto.
- ¿Cuál móvil? - se encoge de hombros.
- ¿No te he dado yo el... ? - se vuelve hacia los otros dos - ¿no le he dado yo el...?
- Tu no darr nada, salvo una poquito de lástima.
"Joder, qué borde la tía", masculla
Aniceto. "El frescor de la noche nos ayudará a pensar, salgamos del hotel con sigilo", añade. En ello están cuando caen en la cuenta de que la luz de la habitación ha estado encendida todo el tiempo porque la tarjeta-llave de
Molinos sigue puesta en ese aparato intergaláctico de la entrada.
"Esperad, yo la saco" dice
Gonzalo. Estira fuerte y nada, parece que no sale. Toca botones al tuntún hasta que empieza un pitido. "Ayayay" "Pulsa esa luz roja" "Haz algo" "La manivela no" "Corta el cable azul" "Aporrea donde dice
danger" "El icono ese de la llama pa qué es"
UUUUUUAAAAAAAAAAAAAA
Salta la alarma de incendios, se ponen en marcha los aspersores camuflados en el techo, se disparan cañones de espuma.
Salen a la carrera los tres, empapados.
Una vez fuera de ese sindiós, ocultos tras una furgoneta, ven escabullirse a
Natascha. ¿Pero no decía que vivía en el hotel?
Joao, el espía portugués, mira a los dos españoles con incredulidad. "Cuando lo cuente no se lo van a creer. ¡En una tarde! Si quisiéramos invadiríamos España en una tarde".
* Si haces caso al portugués y vas a su casa a ver las grabaciones, vota JOAO
* Si haces caso al español y te tomas la penúltima antes de llamar por teléfono, vota GONZALO
* Si crees que la rusa sabe más de lo que dice y hay que seguirla a ver a dónde va, vota NATASCHA
Puedes votar en los comentarios del blog, en la página de facebook o con una mención en tuiter.
Entre todos los participantes se sorteará un regalo sorpresa. Sólo tienes que votar una única vez durante la semana y tendrás un número en la rifa.
21 comentarios:
Difícil decisión, yo votaría por João y ver la grabación antes de que el galimatías sea irresoluble.
Natascha para leerle más en ruso
NATASCHA, como siempre queremos carne...
Voto GONZALO, y a ver qué dice Molimadre.
GONZALO, necesitamos a Molimadre para resolver esto. 3 pardillos y la rusa se les ha escapado viva
que no me encuentren, que no me encuentren.
voto grabacion.
¡La rusa, que se ha llevao el teléfono! Y de paso a ver cómo encajas en la historia a la KGB.
JOAO. Mejor ir a ver la grabación, que la rusa se les va a volver a escapar y esperar hasta las 8 para llamar a Molimadre bebiendo gintonics puede ser muy peligroso.
Evidentemente, GONZALO. Leer sobre esos tres bebiendo hasta las 8 lo merece todo.
También voto para que esta historia NO TERMINE NUNCA.
NATASCHA.
GONZALO, sin duda.
Como dice Nan, ver a estos " jartitos" de GT no tiene precio. Además, es posible que Moli, al olor de los Gin tonics aparezca.
Joao
Gonzalo, la penúltima siempre da claridad de ideas.
Los teléfonos permanecerán abiertos hasta la tarde-noche de hoy domingo.
Allí va el recuento:
* NATASCHA: 7 votos
* GONZALO: 6 votos
* JOAO: 4 votos
Los tres caballos enfilan la recta final sin apenas diferencias. Emoción a raudales.
Natascha
Ayyyyyy, no sé si llego a tiempo... Yo voto NATASCHA, que implica rusa* teléfono+ molimadre jajaja
Yo, como Speedy, Natascha y molimadre
Jornada de votaciones un poco más larga debida al fin de semana.
Vuestros votos mixtos, Speedygirl y Anniehall, no pueden ser válidos. Las normas son las normas.
Recuento:
* NATASCHA: 8 votos
* GONZALO: 6 votos
* JOAO: 4 votos
En un rato (largo) la continuación.
parece que llego tarde, no obstante... JOAO, que me gusta llevar la contraria :-P
Llego a tiempo??? Natascha!! :D
Joao.
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