Toby siempre fue un perro muy listo. No iba a por el palo porque no le daba la gana.
Así te lo hacía saber con su mirada inteligente de perro salchicha, aunque fuera un border-collie. Por eso, cuando se producían roces en la convivencia, sabíamos que no era torpeza animal sino malicia. Cuando tiró el florero chino, cuando mordió al del Círculo de Lectores, cuando volvió a tirar el florero sustituto... Y claro, había que hacer algo.
A los que somos de clase media-alta no nos tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones
Salimos de la urbanización todos juntos, mi medio pomelo, mis dos pequeñuelos cítricos y Toby, acomodados perfectamente en el Porsche Cayenne, asientos de cuero, cambio automático, 340 CV. Dudo mucho que un perro distinga cuándo sus dueños le llevan a castrar. Pero Toby se olía la tostada. Y, a ratos, se lamía enigmáticamente los testículos.
Al parar a repostar nos esparcimos. El surtidor, la tienda de chucherías, el baño... mientras Toby se quedó en el interior del vehículo, enfurruñado. La tele les llena la cabeza a los perros sensibles de historias sobre abandonos en gasolineras. "Mira, coge ese palo" y cuando el perro emprende el regreso agitando la cola, el vehículo ha huido... hijos de perra. Tal vez por ello, Toby nunca entró a ese juego.
Fui a pagar, haciendo malabares con la visa como una majorette. Escuché el rugido de un carísimo motor arrancando a mi espalda y supe inmediatamente lo que estaba sucediendo.
Toby se marchó hace 3 días y nos ha dejado aquí tirados. Yo aún espero que recapacite y regrese a buscarnos. Él no puede abandonarnos de esta manera. No. No es su estilo.
Él nunca lo haría.
18 comentarios:
Los perros llevan toda la eternidad haciéndose pasar por lo que no son. Que se llamen Toby o Rantamplán lleva a creer en su fidelidad al amo y en su bondad perruna. Pero algunos (pocos: Antonio Machado, Cervantes y yo misma que recuerde) les tenemos calados y nos mostramos recelosos ante ellos. Porque detrás de su inocente guau-guau hay un discurso de insubordinación inaudible para los humanos.
Lo de menear el rabo con el whiskas es una tapadera. He aquí el mejor de los ejemplos.
Mrs. Nancy Botwin, esa conspiración en la sombra de los perros suena creíble. Siempre supe que eran mucho más listos que nosotros los monos.
Conozco la visión de Cervantes sobre el tema, pero no recuerdo la de Machado. Investigaré.
Ostras con el Toby! Y menos mal que en la gasolinera hay wifi y así nos has podido contar la historia...
Hay varias escuelas de pensamiento al respecto...
Pondré sólo dos ejemplos.
1.- Copio-pego esto:
¿PORQUÉ LOS PERROS VIVEN MENOS QUE LAS PERSONAS?
Aquí la respuesta (por un niño de 6 años)
Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un perro Irlandés de 13 años de edad llamado Belker.
La familia del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.
Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo. Les dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué de el lamentable hecho de que la vida de los perros sea mas corta que la de los humanos.
Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ”yo sé porqué.”
Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación mas reconfortante que ésta. Este momento cambio mi forma de ver la vida.
El dijo,”la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, verdad?”
”Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros.”
La moraleja es :
Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.
Estírate antes de levantarte.
Corre, brinca y juega a diario.
Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
Sé leal.
Nunca pretendas ser algo que no eres.
Si lo que quieres está enterrado…escarba hasta que lo encuentres.
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí…
2.- Otra escuela, más pragmática:
Filosofía perruna
Nisi, ya ves, quién iba a esperar eso de él. Siempre saludaba...
Guillermo, sabias las dos escuelas (admirable el pragmatismo estricto de la segunda).
Añado una tercera: Mi perro - La paradoja
Tenía envidia de Pancho y sus muchachas en bikini, por eso ha tirado de Cayenne, a ver si alguna lagarta se sube al Cayenne y le compra un bolso de CH
Donde las dan, las toman. Suerte que os dejó en la gasolinera, porque si se olía la tostada, podría haber decidido hacerte lo que tú pensabas hacerle... jajaja
Por cosas como estas es por lo que no tengo perro.
Bueno, por eso, y porque mi mujer no me deja.
Le voy a dar una pista: "Últimas soledades del poeta Antonio Machado", página 75.
Curioso el sentir antiperruno de un hombre que no dudó en mostrar auténtico amor por las moscas.
Ya sabe que lo mío, en cambio, son y serán siempre los batracios.
Besos.
Peter, es que Toby era un perro de cuidao.
Si se suben al Cayenne son lagartas muy rápidas. A no ser que esté parada, claro.
Speedygirl, eso es cierto. No me puedo quejar. Aunque lo que me duele es que haya optado por la opción fácil en lugar de hablar las cosas.
Hermano E, eso es, autoconvéncete de que llevas los pantalones. A mí me parecía que yo sacaba a pasear al perro y, por lo visto, era al revés.
Tomo nota, Nancy Botwin. A mí al contrario que a Machado, me encantan los perros y abomino de las moscas (aunque sean tan familiares, inevitables golosas y me evoquen todas las cosas).
Los batracios, ni fu ni fa. Aunque estoy a favor.
A un perro no hay que perderlo nunca de vista, ya lo escribió Horacio Quiroga a modo de cuento, que luego se te queda mal rollo en el cuerpo.
De todos modos se les quiere porque se dejan bañar y están un mes suaves, si los chimpancés cumplieran con esa higiene... El tópico del perro y la gasolinera... estás de clásicos, eh? Por cierto que sigo sin parar de reirme de la foto de la vaca y el jinete coreano, juas!
He llegado a tu blog, por el nombre tan singular que tienes. El hombre revenido. En mi tierra sería "revenío"... Y me he encontrado con un relato fresco y muy simpático. A propósito, tu Cayenne lo aparco Toby en la puerta de casa, cuando quieras puedes pasar a recogerlo, (el coche quiero decir). El perro se queda conmigo.
Oles
Decuentosycuentas.blogspot.com.es
Anónima sin más, yo me fio más de los perros que de algunas personas, eso también.
Y si los chimpancés tuviéramos más querencia por la ducha seríamos más populares, está claro, pero no seríamos nosotros.
Si te gustó la foto del coreano, espero que disfrutes con el reportaje completo de hoy.
Oles, me suena bien "revenío". A todos los recién llegados les sacamos café, pastas y vino dulce. Como si estuvieras en tu casa.
Toby es un perro bien guapetón!
Y que lo digas, Carmen J.. Y sabe latín.
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