En su laboratorio secreto el Hombre Revenido instruye a los simios del mañana. La involución es el camino correcto. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesca, el humilde centro del Universo.
viernes, abril 12, 2013
Elige tu propia aventura - LLUVIA EN ROMA (5)
Anda en solitario medio kilómetro. Se siente observado por los viandantes. Lo que le faltaba, ser pillado por un paparazzi así vestido, en pleno escándalo vaticano. El equipo de seguridad toma precauciones hasta comprobar que nadie le sigue. Un taxi les devuelve al aeropuerto en absoluto silencio.
Ya en el jet, todos se inventan excusas para no romper el hielo: "me voy a la lavar los dientes", "me quedan diez páginas del libro que estoy leyendo", "creo que la azafata está endemoniada"... Tras el exorcismo de urgencia, se sientan en sus butacas, se sirven un frangelico, colocan los pies en el masajeador y abren sus corazones.
- ¿Qué ha sucedido allí dentro? - se interesa el Padre Collombo.
- Poca cosa. Tengo un par de pistas sobre el paradero del dinero - responde uraño.
- ¿Nada más? Puede confiar en nosotros - la voz de la Hermana Fernández suena melosa, tranquilizadora y, corrobora Francisco, definitivamente ella le pone ojitos.
- Nada más. Salvo una duda: ¿conocéis una secta o una congregación muy extraña... cómo se llaman... Papado Poulos?
- ¿Doppio del Popolo? - pilla al vuelo la monja.
- Eso.
- He oído bastantes rumores, aunque nada sólido. - El olfato y el oído de la Hermana Fernández siempre han estado dotados de extraordinaria finura - Aparecen en conversaciones sin demasiado sentido, tal vez en clave.
Francisco relata a sus compañeros de viaje la causa de la reaparición misteriosa del envenenado bajito. "No es el mismo, ¡es su gemelo!". A veces, las respuestas más simples son difíciles de encontrar. A la mente le seducen más los patrones enrevesados. Mientras sus colegas duermen un poco, Francisco reflexiona. Siente una enorme responsabilidad, como si, en los últimos días, sus pasos hubieran estado guiados por votaciones ecuménicas del catolicismo en pleno. Joseph Ratzinger va a tener que darle una explicación convincente.
Se cambian de ropa poco antes de aterrizar. Al llegar al Vaticano, el Santo Padre da una última orden. Entran al calabozo y al kinki se le abren los ojos como pizzas.
- No esperabas volver a verme ¿verdad? - Francisco se permite una alegría.
- Yo... yo... - titubea el detenido y se señala un tatuaje en el dorso de la mano, un dibujo sencillo de dos llaves.
- ¿Da usted su permiso para probar la nueva máquina de descargas eléctricas? - solicita el Padre Collombo.
- Algún día habrá que estrenarla ¿no?.
Ya en la cama, Su Santidad se encomienda al Altísimo pidiéndole un poco de comprensión. Si su misión es mantener en pie el tinglado, está obligado a ser duro. Cuando los Estados Pontificios dominaban el mundo, los papas lideraban ejércitos, saqueaban, conspiraban, cometían incesto. Se trata sólo de un paréntesis en la habitual piedad. "Nadie echa vino nuevo en odres viejos", dejó dicho El Jefe.
Roma, 23 de marzo
Despierta Francisco entre pesadillas informes. Abre un ojo, se frota con los nudillos para despojarse de sus santas legañas. No sé da cuenta y se mete el Anillo del Pescador en el ojo. "Pues sí que empezamos bien". Mira su armario. ¿Qué se pondrá hoy? ¿Algo blanco tal vez? No tiene otra cosa. Al menos va a calzarse los célebres zapatos rojos. El viejo alemán sabrá apreciar el símbolo de jerarquía que eso supone.
Desayuna poco porque se le atraganta el resumen de prensa que le ha preparado el gabinete. Hoy le critican con más crueldad que ayer. "Abandona a su suerte al rebaño", "Ha cogido unos kilos", "No da la cara"... para ruedas de prensa estoy yo ahora, piensa.
El convento Mater Ecclesiae, en la colina Vaticana, es una edificación tranquila que habitualmente huele a naranjos y a rosas. Aunque esa mañana todo siga oliendo a humedad y a presagios funestos. El papa mira al cielo. Esas nubes, ¿a qué esperan para irse? a Venecia, por ejemplo.
El romano pontífice emérito Ratzinger le recibe en la cama. Está débil, enfermo, es la viva imagen de un hombre consumido por una gran inquietud.
- Hoy no me encuentro muy católico - dice el bávaro. Se pone la túnica sobre el esquijama. Se ajusta una gorra de la Caja Rural. - Para no peinarme - dice y sonríe, hasta que la fuerte tos suspende todo ejercicio de cortesía.
- Si quiere vuelvo mañana - Francisco le observa, vulnerable como un pajarillo.
- No. Tiene que ser hoy. Esta conversación es necesaria.
Se sientan en una sala rancia, como dos antigüedades más.
- Usted sabía que intentarían matarme - comienza el Santo Padre (el oficial).
- Tenía que asegurarme de que no era uno de ellos - le dice Ratzinger - por eso fui tan ambiguo con las advertencias.
- Lo intentaron.
- Y por lo que veo, no lo consiguieron. Bien por usted, le daré un caramelo de café con leche. Ahora escuche lo que tengo que decirle. Imagino que está aquí por el dinero. Hay que ser muy cabrón para filtrar algo así a la prensa.
- Ya - en ese momento Francisco desea que le trague la tierra.
- Habrá sido ese cotilla del Cardenal McGreen, o el español, ese como-se-llame. La D lo controla todo.
- ¿La D? - se interesa el pontífice, aliviado de no estar en el foco de las sospechas.
- Ellos - continúa el prepontífice - ya sabe a quiénes me refiero.
- Ahí quería yo llegar. Necesito que me lo cuente todo desde el principio.
Comienza Joseph Ratzinger una penosa explicación, interrumpida por la asfixia y los golpes de tos. Existe un secreto tan poderoso que por sí mismo puede derrumbar la muralla de la Santa Sede, un secreto al que la Doppia accedió de forma accidental en pleno Concilio Vaticano II.
Su programa exigía tiempo y una impecable planificación de recursos humanos. 19 años después, cuando el plan ya estaba maduro, fracasaron en su primer cónclave. En apenas 33 días lo subsanaron, con una muerte misteriosa y sin autopsia oficial.
Después sí, el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, fue su primer hombre fuerte.
El 13 de mayo de 1981, Juan Pablo II fue asesinado por el turco Ali Ağca, en la Plaza de San Pedro, a la vista de todo el mundo. Nada sucedió. Fue sustituido por su gemelo secreto y el proyecto de dominio absoluto de la Iglesia siguió adelante.
- ¿Y sabe a quién prepararon para sustituir al polaco? - la mirada de Ratzinger se ha vuelto de acero.
- ¿A usted? - responde Francisco, apocado, con un hilo de voz.
- No, a mí hermano gemelo.
Les prepararon durante años para ocultarlo, para ser 2 en 1. Se formaron y ascendieron pronto en la carrera eclesial. Un día su hermano le trajo la buena noticia. No sintió miedo, sólo un poso vergonzante de envidia.
- En realidad no fue ningún privilegio para él. Fue muy duro desde el principio. - Los ojos del anciano se llenaron de lágrimas. - No hace ni dos años, al volver de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, perdió el juicio, enloqueció por completo. Está recluido aquí mismo, en la segunda planta, ni siquiera es capaz de reconocerme. Le desecharon como a un pañuelo de papel usado. Se deshicieron de él sin mostrar ningún atisbo de compasión.
- Entonces... ¿usted le sustituyó? - Francisco no da crédito.
- Me obligaron. No habían tenido tiempo de preparar el relevo.
- Es horrible. - el Santo Padre suda agua bendita.
- "Dos llaves para la misma cerradura", esa es la consigna. Por ella matarán y extorsionarán a quien sea.
El Ratzinger bis ideó entonces una jugada maestra que le permitiera mantener algún as en la manga. Fue leal, obediente, y cuando los sustitutos estaban preparados, formalizó su renuncia. Unas semanas antes, sacó el dinero con un mecanismo financiero ideado por el cómplice más extraño que uno pueda imaginarse, el enigmático matemático ruso Grigori Yakovlevich Perelman.
- Por lo que veo, han vuelto a confiarse demasiado y han terminado perdiendo otro cónclave. La soberbia es su talón de Aquiles. - La cara del alemán continua el recorrido de su metamorfosis y se tiñe de un rojo encarnado poco halagüeño.
- Beba agua, Joseph... bueno, como se llame...
- No me diga lo que tengo o no tengo que hacer. La fuga de capitales fue algo audaz, tal vez demasiado. Imagino que ellos le han enviado a visitarme porque no saben cómo resolverlo.
- Sí... Pero yo no quiero hacer tratos con esa gentuza. Intentaron matarme, por el amor de Dios. Dígame cómo resolverlo. - Francisco deja a su corazón elegir entre las piezas blancas y las negras. No duda, elige el bando de los que no echan veneno en las tazas de los demás.
El anciano le entrega un sobre.
- Guárdelo como si su vida o la de San Ignacio de Loyola dependiera de ello. - ordena, autoritario.
El papa 2.0 se guarda el sobre en el bolsillo.
- Hay algo que no comprendo - a Francisco todavía le queda una cosa por aclarar - ¿Cuál es ese secreto que ha sido capaz de generar un poder tan enorme?
El alemán le escanea, de izquierda a derecha.
- Es justo que lo sepa. Se lo contaré... - inicia su frase el replicante Joseph Ratzinger. Se detiene pensativo, sereno, concentrado, parece buscar las palabras exactas, parece buscar el aliento con el que articularlas, con el que... "¡Por todos los demonios, no respira!"
El Santo Padre sale a buscar ayuda pero no hay remedio. Su interlocutor fallece.
Y encima se pone a llover de nuevo.
Francisco se queda estupefacto por la historia, por el clima y por la impresión.
* Si quieres que la aventura acabe bien, vota BIEN.
* Si prefieres que acabe mal, vota MAL
* Si por el contrario quieres un final abierto que nos deje a todos con el culo torcido, como si hubiéramos perdido una semana entera de nuestras vidas en una intriga que no tenía ni pies ni revés, vota ABIERTO.
Esta será la última oportunidad de votar. Como siempre, puedes hacerlo en los comentarios del blog, en la página de facebook o con una mención en tuitter.
El domingo a media tarde se hará el recuento y sobrevendrá el esperado final.
El hecho de participar te da derecho a entrar en el sorteo del libro "Una madre sin superpoderes" dedicado por su autora, Molinos, y las princezaz (protas del mismo).
Publicado por
HombreRevenido a las
11:57 p. m.
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Etiquetas: Biblioteca juvenil
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30 comentarios:
Yo quiero que acabe BIEN.
Yo también quiero que acabe BIEN. Y si es con boda mucho mejor. Tradicional que es una....
El exorcismo de urgencia se merecería una historia propia!
"¿Qué se pondrá hoy? ¿Algo blanco tal vez?" jajajajajajaja! Me encanta.
Yo también quiero que acabe BIEN. Creo que todos andamos muy necesitados de finales felices.
Yo digo MAL.
Quiero que acabe BIEN.
Bueno. La verdad es que no quiero que acabe. :-(
ABIERto
Rita
ABIERto
Rita
Abierto y confuso como el propio mundo. MAradona y MEsi, fundan MAME en apoyo a FRan.
Bien
NO sabría qué decirte... Yo preferiría REZAR que veo que no nos va a llevar a ningún sitio, así que final ABIERTO
!Ay¡ Qué manera esta suya de tener a la Comunidad Chimpancística en un sin vivir bajo la lluvia de Roma...
Digamos BIEN.
Pero eso incluye necesariamente un coqueteo impúdico entre Francisco y la Hermana Fernández.
Yo quiero ABIERTO, viva la imaginación!!
piliw.ena@gmail.com
BIEN!
Bien, no, muy bien
Ains que nevios!!! Casi que voto ABIERTO, por si acaso te diera por acabarlo algún día ;)
Esto es un sinvivir!! Y lo del.exorcismo de urgencia,de 10,jejeje
Arantxa
Abierto, que sigan las especulaciones
Recuento provisional. Seguid mandando SMS al 6969:
* BIEN: 10 votos
* ABIERTO: 6 votos
MAL: 1 voto
Ya sé que es muy Disney, pero me pone que haya final feliz en esta historia.
Aunque a lo mejor mi concepto de "acabar bien" no es igual para vosotros y para mí.
Pues digo yo que ABIERTO, no?
Aunque no me fio mucho de tu criterio de bien y mal, voto por
BIEN
Por supuesto, abierto. Imaginación al poder.
Pilar.
BIEN por supuesto, ingenua que es una..
Vamos con un nuevo recuento.
Se acerca el desenlace.
Insisto, gracias por la participación y el entusiasmo.
* BIEN, 13 votos
* ABIERTO, 9 votos
MAL, 1 voto
A por el chaparrón final en Roma.
REZAR, ¡Ahora sí que sí!
Por cierto, he mandado el SMS ese al 6969 y se me ha presentado una señorita en casa diciendo nosequé de un misionero.
Bien, bien y más que bien, tratándose de la Santa Sede ¿qué otro final podría ser?
¡¡CAMPANA FINAL!!
Acaban las votaciones. Gracias a todos por participar. Ha sido una gozada este "Elige tu propia aventura".
Recuento final:
* BIEN: 15 votos
Abierto: 9 votos
Mal: 1 voto
Espero que os guste. Esta noche la resolución de "Lluvia en Roma".
Y el lunes o el martes sacaré la lista de los participantes y la metodología del sorteo.
Por cierto: Va a acabar bien, pero con una pizca mal y algún cabo suelto típico de final abierto.
¡Ah! también se va a REZAR fuerte, Pazzos.
Sí a todo.
O sea que llego tarde ¿no? Por si acaso, voto bien.
A ver si os gusta...
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