Hoy toca alarde artístico en la Academia de Chimpancés.
Una tostadora hecha con tostadas:
La Capilla Sixtina de los desayunos.
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8 comentarios:
Tengo pensamientos contradictorios. Me parece interesante, pero no puedo dejar de pensar en las tostadas quemadas para hacer el cuadro... Y no puedo dejar de pensar en que vaya desperdicio!
Es que a estas horas de la mañana hay hambre...
El arte también alimenta el espíritu, Niño desgraciaíto.
¿O no todas cómo se reconforta tu estómago con la paradoja?.
El espíritu del arte es indómito. Pregunte al que embadurnó la oquedad de Altamira.
Pero advierto que cualquier cosa demasiado churruscada debe ser como mínimo medio cancerígena.
He conocido a gente que quemaba nubes o jamones y luego se los comía.
http://recetasenpie.blogspot.com/2007/11/nubes-de-golosina.html
Como dijo el inefable Pedro Piqueras refiriéndose al roscón de de reyes como bomba calórica, pero en este caso la bomba es una chuchería es azúcar, gelatina y otros componentes combinado con carbonilla. Mmmmm... malo, malo.
Vaya, que chulo!
Joooo...., me piro a por un cafelillo y una tostada; a tomar viento mi estricta dieta presemanasanta :P.
Besos
pues es una chulada, además muy sugerente...a ver quien dice que no a una buena tostadita, sea la hora que sea...a mi ponme una please!!
Krollian, quemar las nubes, jamones o malvavisco (como lo queramos llamar) me parece innecesario. Antiartístico, casi.
Pero lo de las tostadas es más que interesante. Sobre todo por la paradoja.
Lili, el mundo entero se confabula contra tu dieta con mensajes subliminales. Estamos todos en el ajo. Umm... tostada con ajo y aceite, tampoco estaría mal.
Verillo, qué invento la tostada (y el tostador, claro). Va, me voy a poner a vender desayunos y cenas en el blog. ¡Me forro seguro!
El reverso del cuadro es una mezcla de mermelada y pelusas del suelo que reproducen el rostro de Murphy.
Jajaja... apúntate un gallifante, Pazzos.
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