He pasado unos días más o menos así.
Bajo mínimos.
No es que yo normalmente ande sobrado de actividad mental, pues aún así he notado el bajonazo.
A veces dicen eso, ¿no?, que para recargar las baterías hace falta vaciarlas del todo. Pues yo me lo he tomado en serio. Y ojo, estas situaciones ayudan a retomarlo todo con más ganas.
También escribir.
Aunque haya cosas mejores.
Voy a ver si pongo a punto mi cerebro.
Si no, me pondré mi cerebro de punto.
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6 comentarios:
Mientras no lo pongas de los nervios, cualquier cosa. ;DD
Nooo, eso sólo cuando se vaya acercando el fin de semana, Guardián del Faro.
Cuando se está bajo mínimo es cuando mejor se escribe..o por lo menos a mí me pasa.
Ánimo.
El cerebro de punto me ha dado una grima horrible.
Gracias, Molinos. Yo confío mucho en las fases crecientes. Así partir desde abajo es lo mejor.
El gorro-cerebro da un repelús tremendo. Sólo por eso ya tiene un valor intrínseco.
Siento su dolor, profe; yo también he tenido ahí atrás unos días bastante malos.
El cerebro de punto tiene pinta de ser muy calentito para aquello de los brainstormings. Me gusta la idea.
Ánimo.
Nada, Nana, no hay ningún dolor. Sólo agotamiento mental, pero todo por cosas buenas ¿eh?.
Un sombrero de pensar. Me gusta la idea.
Te devuelvo tu ánimo multiplicado por dos.
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