Vi el otro día "La red social", una excelente película sobre el alumbramiento de Facebook (da igual que cuente o no exactamente la verdad, eso son minucias). No sé qué opinará el bueno de Mark Zuckerberg de la historia que voy a contar, pero ya he empezado a negociar con Columbia Pictures para llevarla a la gran pantalla.
El caso es que yo me subí a este tren desbocado de Facebook hace un par de años. Ya antes de crear la página de la Academia o la de Discurro, todos aprendíamos a crear cosas de las que hacernos fans. Fue muy divertido, yo entendía Facebook entonces como un sitio en el que uno estaba diciendo "anda mira" todo el rato. Y si uno quería hacerse fan de algo y no lo encontraba, creaba la página y ya está. Luego se nos olvidaba, claro, una vez que te hacías fan no había mucho más que decir.
Los tiempos han cambiado y todos hemos entendido las posibilidades que tienen las páginas de Facebook a la hora de transmitir información de entidades, marcas o personas. Es un interesante canal, todavía por explorar.
El otro día me puse a revisar estas páginas olvidadas de 2008 y me llevé sorpresas. Un día de estos locos quise hacerme fan de la minifalda, y como no encontré la página la creé.
En el momento de escribir este post la situación es la siguiente.
Sí, habéis leído bien: A 8.691 personas les gusta esto. Lo grandioso es que el muro está lleno de comentarios de gente, la mayoría buscando tema. E incluso algunas chavalillas con tiempo libre han subido fotos suyas en minifalda. Que no se diga que internet no es para compartir.
Tenemos un 67% de hombres y un 21% de mujeres. El 12% restante, imagino, no han rellenado ese campo en su perfil.
584 fans de España. 638 de Colombia, 493 de México, 468 de Argentina, 457 de Chile y, atención, 2.037 de Turquía.
Casi una cuarta parte de los fans de la minifalda son turcos. ¿No es maravillosa la globalización?. Gracias al traductor de Google he podido entender alguno de sus mensajes, y buscan lo típico: chatear por el messenger y darse lo suyo.
Esta es la página. Es digna de ver.
Tengo que darle alguna utilidad al descubrimiento, pero todavía no sé cuál. Estoy descolocado. De repente soy responsable de un putiferio monumental, con bastante éxito en Turquía.
Si algún fabricante de minifaldas, lencería o ingenios de látex se anima podemos conquistar rápidamente ese mercado emergente.
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9 comentarios:
jajaja, ke crack.
recuerdo ke una vez intenté crear un bulo a través de e-mails y mensajes en foros a ver si conseguía ke llegase lo más lejos posible y no tuve éxito.
ahora curro en la informática y la verdad ke lo ke menos me apetece en mi tiempo libre es tocar un ordenador pero estoy pensando retomar esa idea (todo vino por una peli ke vi, pero no recuerdo cómo se llamaba).
Debería darle vergüen, profe.
Quecus, una de las cosas que tiene facebook (y es una teoría que todavía estoy elaborando) es que para conseguir un efecto necesitas no buscar otro.
Nana, ninguna vergüenza. Tampoco orgullo, porque no tuve ningún mérito, los turcos se convencieron solos.
Vaya, vaya, veo que aquí se pasa de la minifalda al latex con mucha rapidez. No sé si leer esa página,
que soy muy impresionable...
;DDD
Guardián del Faro, si eres impresionable no entrés. Yo todavía tengo pesadillas.
De todos modos, pa que veas, ha sido publicar el post y el mismo día se cae Facebook. Da que pensar.
Debería tener más fans que Messi y Cristiano juntos, es de ley. Ahora mismo voy a hacerme fan y no soy turco (eso creo).
Y que lo digas, Toño. La minifalda es fundamental. Todo lo demás es secundario.
Halaaaaaa, si ya hay más de 10.000 fanssssssssssss. Lo malo es que se ha desviado claramente de tu propósito al crearla. La gente va al grano por lo que he visto...jejejeje
Se nos ha ido de las manos, Aliena. Totalmente.
Ahora es un putiferio de cuidado. Me da un poco de miedo.
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