En su laboratorio secreto el Hombre Revenido instruye a los simios del mañana. La involución es el camino correcto. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesca, el humilde centro del Universo.
miércoles, diciembre 15, 2010
Ideas para salvar España (y 3)
Apaga la tele. .
9 comentarios:
El guardian del Faro dijo...
¿Puedo no encenderla?.....(es que me costó un pastizal).
Prometo que solo la utilizaré para ver rugby.
Maru, y qué razón tienes tú al decirme la razón que yo tengo. Es un bucle.
Espartaco, es más rápida que las otras dos. La del dopaje sistemático tardaría varios meses en implementarse. La del redentor o redentora Aznar Rodríguez tardaría demasiados años.
Nana, ¿y no puedes ver eso por internet?.
Venga, eso puedes verlo. Pero ni se te ocurra pasarte al telediario, que eso deja estigmas para toda la vida.
Cardo, descargas las series en el torrent y las ves a tu ritmo. ¿Puede haber mayor felicidad?. Y sin preocuparse de las dichosas pilas del mando a distancia, y sin que a uno le asalten por sorpresa los indeseables.
9 comentarios:
¿Puedo no encenderla?.....(es que me costó un pastizal).
Prometo que solo la utilizaré para ver rugby.
;DD
No sé yo...
Si no la enciendes no hace falta apagarla, Guardián del Faro.
En esta revolución no romperemos nada que no esté asegurado.
Nana, pues si no lo sabes tú...
Qué razón tienes!
Me gusta. Me gusta la que más.
Maru, y qué razón tienes tú al decirme la razón que yo tengo. Es un bucle.
Espartaco, es más rápida que las otras dos. La del dopaje sistemático tardaría varios meses en implementarse. La del redentor o redentora Aznar Rodríguez tardaría demasiados años.
Es que tengo que confesar que soy adicta a Saber y Ganar (y ya desde antes de que rapearan).
siempre me quedará el interné...
Nana, ¿y no puedes ver eso por internet?.
Venga, eso puedes verlo. Pero ni se te ocurra pasarte al telediario, que eso deja estigmas para toda la vida.
Cardo, descargas las series en el torrent y las ves a tu ritmo. ¿Puede haber mayor felicidad?. Y sin preocuparse de las dichosas pilas del mando a distancia, y sin que a uno le asalten por sorpresa los indeseables.
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