Sin abandonar las propuestas sencillas, la siguiente idea es un plan de dopaje sistemático. Nada de deportistas, se entiende. El atleta que corra, el ciclista que pedalee y cada uno que haga su cosa. Pero la EPO, los esteroides y demás mandanga buena se reservará para el ciudadano de a pie.
Como ya se probó en los 90, con aquel plan de sedación del funcionariado, se trataría de poner en marcha un analisis pormenorizado de los puestos de trabajo (presentes y futuros) y un estadillo de sustancias, fechas y personas. Podría empezarse dopando a los autónomos y, tras el testeo de los resultados, extender el doping al resto de estamentos sociales. Ya sabemos que si con las prisas del principio muere un autónomo no pasa nada. Sí, mejor empezar con los autónomos, porque los mendigos y los leprosos siempre tienen a algún familiar que pueda denunciar.
Ese plus de competitividad per capita sería el empujón que necesitamos para enfrentarnos de tú a tú con alemanes, yanquis y chinos. Crearíamos obreros perfectos, soldados universales del andamio y la planta de producción. Fomentaríamos oficinistas feroces, que sólo necesitarían tomarse un descanso cada dos horas. Conseguiríamos directivos multitarea, capaces de venderle un albornoz a un delfín, ponerle un supositorio a una liebre, encender por sí mismos un ordenador o incluso hablar inglés.
Seríamos imparables.
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Seríamos imparables.
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4 comentarios:
Ya se nos había ocurrido.
¿Y si luego nos pillan y nos aplican el efecto retroactivo?
(¡me parto!)
Esto ya me parece de mucho más sentido común que la propuesta anterior. Yo creo que un cruce Aznar-Zapatero sólo puede engendrar al anticristo, y luego la responsabilidad la tendría que asumir usted por haber dado ideas, profe.
Ahora, le digo una cosa, imaginarme dopado a todo el personal administrativo del territorio español me ha dado mucho miedo. Claro que si los ciudadanos de a pie también nos dopásemos un combate podría ser todo un acontecimiento a nivel nacional, ¿se imagina?
-Oiga, yo venía a matricular una galera.
-Para eso necesita el impreso A-38, la fe de bautismo, y una fotocopia compulsada del acta de confirmación.
-Ondaaaa vitaaaaaaaaal...
Jaja, A.Huxley, el doping de estado es una idea muy antigua. Habrá que ir implementando las reformas poco a poco. No vayamos a crear un mundo demasiado feliz demasiado pronto.
Guardian del Faro, que nos lo apliquen. Es como si ahora vienen y nos dicen que perdimos la guerra del Perú. Que nos quiten lo bailao. Las estatuas de Pizarro no las vamos a quitar de las plazas.
Nana, eso sería acojonante de ver, aunque nos alejaría de los verdaderos objetivos (por este orden: salir de la crisis, invadir Portugal, ganar Eurovisión, darle un susto a Francia, inventar algo).
Pero los entrenamientos administrativos podrían servir para seleccionar a nuestros individuos mejor preparados.
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