La Navidad, esa entrañable época del año de calefacción y cubata, donde cantamos villancicos sin derechos de autor, celebramos el cumpleaños de Dios y los regalos nos los traen a medias entre
Papá Noel y
Raphael.
La edición del 2010 la afronto con el mejor trabajo del mundo y una severa restricción presupuestaria. Suele suceder ¿verdad?. Yo no me quejo (de momento).
Os deseo. Os deseo digestiones y resacas leves. Os deseo un felicísima Navidad. Tan feliz que os de un poco de vergüenza reconocerlo y la camufléis con vuestro habitual cinismo.
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5 comentarios:
Desde el curro, y disimulando la felicidad que siento en estas "fiestas" navideñas...
Mejor lo dejamos estar, no te parece! te deseo igualmente una Feliz Navidad. bs
Maru, yo también trabajo en estas fechas tan entrañables. Pero eso no es malo. No todo va a ser beber.
Si para este año utilizamos la anterior Navidad tan (gr/f)ácilmente aquello de: que tengas un año de 10, ¿desearemos ahora un año de 11? Porque ¿a quién le pusieron un 11 alguna vez?
Aunque si mi madre de pequeña una vez dio la vuelta entera en un columpio, cualquier leyenda urbana o escolar podría ser cierta, ¿no?
Pues te deseo un año de 11.
Toma ya.
(No me he atrevido a comentar el post de lost)
El 11 es una nota hiperbólica, Anay, casi poética. Yo también espero que le deis toda la vuelta al columpio de la vida, igual que le dimos entre todos la vuelta a la primera década del siglo XXI.
Se nos viene encima un año MMXI, como le llamaban los romanos.
Maxi año.
A mí también me da un poco de miedo ese Anónimo que asusta a las visitas y me dice que si mi blog fuera de pago no entraría nadie. Como cuando hicieron el messenger de pago.
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