Imaginad por un momento que jugáis a la lotería primitiva.
Estáis en casa comprobando los números que han salido premiados. A ver... el 7, ¡bien!, el 8, toma ya dos... el 10, ¡hostia!, el 20... ayayayay... el 30, no puede ser... el 40, ¡clonc!
Después del esquema clásico emoción-desmayo-emoción, sólo acuden a vuestra mente esas imágenes de un cheque gigante, mulatas por todas partes, música, confeti, farolillos, focos, cámaras, revuelo... por fin millonarios. ¿Se le puede pedir algo más a la vida?.
Pues sí. Se le puede pedir, por ejemplo, no compartir el premio con otras 47 personas.
En lugar de los casi 3 millones de euros previstos te has embolsado menos de 60.000. ¿Cómo ha podido pasar? ¿Por qué a ti?.
Pues ha pasado por poner una combinación previsible. la serie 10, 20, 30 y 40, será fácil de recordar, será curiosa, pero es un patrón en el que acaba atrapada mucha gente, hipnotizada por los números redondos. Sumemos el típico 7 y el típico 8. Conmovedor.
Las posibilidades de acertar son las mismas con cualquier combinación, entonces... ¿por qué optar por una estándar?
En Nueva Zelanda hubo un bote de un porrón de millones y una gran participación. Se comprobó que más de 2.000 personas habían apostado por la "extravagante" combinación 1-2-3-4-5-6. Mismas posibilidades, menor premio. Es curioso, ¿verdad?.
Lo cierto es que todo esto que os he contado lo explican mucho mejor (con links y datos de sobra) en Microsiervos. Pero me apetecía contarlo.
2 comentarios:
" tipica combinación de mulatas"???....en mi combinación de emoción si me toca la loto no sale ninguna mulata...
..desde mi experiencia como ganadora de 1300 euros...te diré que me hizo muchísima ilusión...es una tontada pero mola trillones. Eso si, cogí el cheque y me fui directa a la agencia de viajes...y a Viena. Pasaba de gastarlo en absurdeces diarias.
¿No sale ninguna mulata? ¿es eso posible?. A veces, Molinos, al extrapolar mi pensamiento a toda la humanidad hay pequeños desajustes.
1.300 euros está muy muy bien. Pero lo jodido es que te imagines millonario, acabe el recuento y resulte que todo el mundo pensó la misma combinación de números. Eso es duro.
Aunque vuelvo a decir que si me tocaran 1.300 euros descorcharía el champagne como si acabara de ganar el Gordo de Navidad. Esas alegrías deben de ser increíbles.
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