Podríamos estar hablando de baloncesto y también de la vida. Las derrotas, los pasos en falso, nos van a estar siempre esperando, por muy grandes que nos creamos.
Hablo de baloncesto y hablo también de otras cosas. Cuando uno expone todo lo que tiene, todo lo que es, la derrota es sólo un volver a empezar, "punto muerto de las almas" que decía ese tango memorable.
Fueron nuestro ejemplo e inspiración en 2006:
Una piña - Oro
Nos pusieron la piel de gallina en 2008:
Orgullo
Y nos hicieron llegar a pensar que éramos invencibles:
Por mucho tiempo que pase
El ejército que regresa en silencio, derrotado, es más que nunca nuestro ejército.. En la amargura sólo nos queda el consuelo de que creímos darlo todo para intentar ganar.
Perder y regresar. Levantarse y pelear. A lo mejor resulta que al final también estoy hablando un poco de baloncesto.
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2 comentarios:
Jo.
Yo lo vi y se me cayó la mandíbula al suelo cuando el graciosillo de turno metió el triple chorrero.
Nana, gran definición de ese momento terrible, jeje.
Qué le vamos a hacer. El baloncesto es asín.
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