jueves, septiembre 16, 2010

Bacanal de cafeína


Ya os he contado alguna vez que me engancho con facilidad a la cafeína. Me ayuda a pensar y a sentirme bien, pero cuando se descontrola me impongo un periodo de abstinencia.
Llevaba días pensando en otro de esos parones, 10 o 15 días sin cafeína, para decirle al cuerpo: es septiembre y aquí mando yo.

Amiguitos, hoy comienzo a desengancharme. Pero ayer... ayer fue una locura cafeínica. Como era la despedida se me fue la mano. Fue como una última borrachera de escándalo antes de dejar de beber. Como si antes del voto de castidad las monjas y seminaristas se abandonaran a un desenfreno orgiástico. Como el fumador que se fuma un paquete entero de una sentada, para aborrecerlo antes de echarlo de menos.

La sobredosis de cafeína puede ser letal, pero para ello leí una vez que hacían falta 150-200 mg de cafeína por cada Kg de peso corporal.
En esta web puedes averiguar cuál es esa dosis mortal, en función de los productos que existen en el mercado. Por ejemplo, yo moriría tras ingerir 366 latas de Coca-Cola.
En fin, creo antes me mataría el eructo.

Y creo que es bueno tener vicios que no puedan matarte, de los que uno pueda darse un atracón de vez en cuando. Comer compulsivamente antes de ponerse a dieta, jugar 10 horas seguidas al tetris antes de desinstalarlo, esforzarse en aprobar las oposiciones para notario... siempre el mismo impulso.


(Creo que esa foto está tomada en Lorca. Es real como la vida misma)
Como de costumbre, click para ampliar

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