No paguéis el rescate que me he escapado.
De las garras de (por orden de aparición) la resaca, el empacho, la melancolía, el frío, las reuniones de fin de ejercicio, las decisiones importantes y esas otras contraindicaciones típicas del cambio de año.
En afinada distorsión, como en una canción de los
Pixies, me asomo al precipicio de las incertidumbres.
Da gusto vivir.
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5 comentarios:
Como dice mi gran amiga de Vodafone, Perdone pero, no sé si le he entendido.
(Mua).
No te vayas muy lejos, vale? feliz año
Ra, ya somos dos.
Porque yo mismo tampoco me entiendo muy bien.
Pitufa, feliz año. No me muevo de aquí al lado. No se me vaya a ocurrir escribir algo y no tenga a mano un bloc o un blog.
¿Un oscense en mi blog? ¡Ah, pensé que se habían extinguido!
Monadas a parte, me parece que tiene usted un blog requete mono, no sé si con sabor a banana, (aún no lo he chupado), pero todo se andará, aunque sea a cuatro patas.
Feliz post Navidad.
No, no, un oscense en el mío, Mimí. Quedamos pocos, pero malos.
Al resto no puedo contestar. Tanto doble sentido me ha dejado azorado en un rincón. Con lo que yo he sido.
Feliz preNavidad próxima.
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