A todos nos ha pasado alguna vez. Vives sabiendo que hay una cosa que se llama internet, no te intriga, no te molesta tampoco, está allí, será una cosa importante en el futuro, no hay duda, para interacciones entre empresas, para el porno... hasta que un día lo pruebas y ya no puedes sacarlo de tu vida. Dices, ¡wow! esto es grandioso, cómo podía vivir antes.
La sensación no es nueva, la sensación estaba allí desde antes. Pasó algo parecido cuando descubriste que existía un juego llamado fútbol. Pasó lo mismo en la adolescencia cuando tu primo te presto el "Appetite for destruction" de los
Guns N'Roses. De repente se abre la tierra y te atrapa. Parece que nunca más va a volver a suceder. Y sigue pasando.
Conocía a mucha gente enganchada a
Perdidos. Temporada tras temporada reforzaba la idea de mantenerme al margen, va, total, se estrellan en una isla, sí, menuda novedad. Hasta que un día, camino de Damasco, vi un resplandor y caí del caballo. Yo llamo a esa revelación:
el incidente.
No voy a hablar de la serie de momento, tranquilos. Esta pretende ser una última llamada para este tren que emprende el anhelado último viaje. Si no la has visto todavía estás a tiempo de sentir la intensa incertidumbre de la sexta temporada. Prográmatelo con tranquilidad, ven
aquí (por ejemplo), decídete entre la versión doblada y la versión original (recomiendo esta última) y échale un vistazo al primer capítulo. Luego al segundo. En el tercero empezarás a sentir un cosquilleo y, te lo aseguro, estarás preparado para dejarlo o para seguir. El experimento no exige más.
El 2 de febrero regresa la serie. No sé, de algún modo habrá que ir comentando algo. Todavía no sé qué decir. No he leído ni escuchado nada. No quiero spoilers, sólo mis propias teorías descabelladas, mis sospechas, mis elucubraciones silenciosas.
Otro día explicaré por qué razones creo que
Perdidos es una serie de culto, por qué genera e mí esa especie de anomalía magnética.
Hoy simplemente quería predicar en el desierto, recomendar, avisar a aquellos que no conocen la buena nueva. Es el momento. Ahora o nunca. Posiblemente dar este paso os cueste alguna hora de sueño, pero nadie dijo que fuera a ser fácil.
.
4 comentarios:
Follow the lider. A comer y a callar.
No es mala filosofía, Ra.
Yo sigo resistiéndome, la verdad. No me apetece nada, imagino que puede que me esté perdendo algo generacional, pero recibo paz cuando me mantengo al margen de este fenómeno que me ha cansado antes de empezar. Sé que lo coherente sería verlo para poder opinar, pero estoy verdaderamente harta de este consumo mediático forzado.
Últimamente sufro de vértigos en Internet y tengo ganas de desaparecer del mapa y de dejar de mirar lo que se cuece, porque la mayoría de las veces no merece la pena; y esto empieza a ser como las energías renovables, que son muy buenas pero que al final te cuesta más dinero pagar la placa que el rendimiento energético que vas a obtener de ella.
También creo que este sentimiento es cada vez es más general, y que vamos a entrar en una etapa nueva de Internet. Yo construiría un Red nueva, más pequeñita, más elaborada, y en la que de verdad me fiara del criterio de la gente que dijera una serie merece la pena. Ahora, en la mayoría de los casos, que tanta gente esté de acuerdo no hace sino echarme para atrás (sabes perfectamente que no te incluyo a ti).
De todos modos, estoy muy pesimista con esto así que tampoco me hagas mucho caso. Es la típica conversación que rinde más con una cerveza que con un comentario :)
Raza Becaria, el post es una última llamada. El que quiera subirse al carro todavía está a tiempo. Como a lo mejor vuelvo a hablar alguna vez más de "Perdidos" tenía que avisar, de una manera u otra.
De todos modos, sé que a estas cosas uno se engancha por voluntad propia. Yo viví 4 años rechazando ver la serie, aunque me la ofrecían en cómodo formato DVD. Una noche, de repente, me dio por descargarme un capítulo y luego otro y me puse al día en un mes (tortuoso y placentero).
Se puede vivir sin Lost, como se puede vivir sin fútbol. El hecho de que sean entretenimientos masivos no los convierte en obligatorios, de ninguna manera, pero tampoco los demoniza.
Yo me siento poco contemporáneo. De joven sólo leía a escritores muertos. Si me dieran a elegir, hubiera preferido haber descubierto la serie dentro de 5 años (siempre y cuando nadie me hubiera chafado el final). La vería del tirón, sin más estímulos externos que el placer propio, individual. Pero eso no quita que pueda disfrutar de esta especie de enloquecida tensión que ha precedido al estreno de la última temporada. Es mi primer apocalipsis, compréndelo (nunca han anunciado un mundial de fútbol como el último, ni siquiera se cree nadie lo de Harry Potter).
No es mala cosa desconfiar de lo masivo. Yo lo hice con "Perdidos" y, al final, me fue bien. Ahora sé que es amor verdadero.
Esta conversación gana con una cerveza, sin duda.
Lo de la red nueva... se intentará de miles de formas. Veremos si se consigue.
Publicar un comentario