El secreto de sus ojos - 2009 -
Director:
Juan José Campanella
Reparto:
•
Ricardo Darín (
Benjamín Espósito)
•
Soledad Villamil (
Irene Menéndez)
•
Guillermo Francella (
Sandoval)
•
Pablo Rago
Guión:
Eduardo Sacheri y
Juan José Campanella (basado en la novela “La pregunta de sus ojos” de
Eduardo Sacheri)
Fotografía:
Félix Monti
Cuando las películas hablan entre ellas desconfían de los halagos excesivos, ya sabéis, el espectador llega ilusionado a ver la octava maravilla del séptimo arte, porque vio en la
Sexta, que quedó quinta en un ranking de esos que hacen las revistas para sacarle los cuartos al cinéfilo desprevenido. A la tercera hora de tostonazo ya no aguanta ni un segundo más y se va el primero, decepcionado.
En cambio, las apariciones por sorpresa multiplican la felicidad, la acompañan de una guarnición de suerte buscada, de riesgo correspondido.
No diré que es una obra brillante, que tenéis que verla, que para mí fue la película del año pasado. Guardaré el secreto aunque se me note, aunque los ojos me delaten.
Una pasión es una pasión, subraya el guión. No podemos cambiar de pasión ni, seguramente, puede hacerlo su director, el argentino
Juan José Campanella. Virtud contagiosa que le ha hecho labrarse una filmografía muy particular. No esperemos la habitual mezcla sutil de humor y sentimientos, con ese temblor de lo cotidiano. "El secreto de sus ojos" tiene eso y mucho más. Tiene crímenes, dolor, suspense, un pulso narrativo que me sigue asombrando (la he visto dos veces y podría volver a caer sobre ella en cualquier momento).
Escenas nunca vistas, como la del estadio. Escenas que valen por una película entera, como la del ascensor.
Ricardo Darín es
Expósito, un investigador de fina intuición, que se decide a rememorar un antiguo caso que le atormenta.
Mi vida entera fue mirar hacia delante. Atras no es mi jurisdiccion, le dice
Irene (
Soledad Villamil). Las frases refulgen, las actuaciones conmueven y transmiten hasta la probable beatificación.
Todos somos una máquina de escribir a la que le falta una letra, tal vez la más importante, la que da sentido a nuestras palabras.
Ya veis, no he podido contener el elogio. Imaginad que exagero. Imaginad que pasará lo de siempre, que os decepcionará. De esta forma invertimos agudamente el asunto.
Un lujo, una lección, un clásico instantáneo.
Es verdad, ya no se hacen películas como en el 2009.
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13 comentarios:
¡Me la apunto!
Totalmente de acuerdo. Me desconcertó (y encantó)
Perdone, pero aunque ahora tengo tiempo de leer su entrada, acostumbro a no leer nada de las pelis que me apetece ver, así que tampoco comentaré nada esta vez ;-)
Pues no la he visto, aunque hablaban tan sumamente bien, que la engo en la recámara esta de cosas por hacer. Pero creo que antes iré a ver la de Haneke, profe, si no le marece a usted mal. Es que no quiero morirme sin ir a ver al cine una de Haneke. No es nada personal.
Yo la vi y también tengo que decir que me sorprendió. De notable alto. Solo tiene algún que otro "pero" ¿pero quién no lo tiene?
Su critica es justa y ecuánime. Nada exagerada. vuelve a demostrar usted un gusto impecable...
Me apunto que te la apuntas, Timonera.
Cuentagotas, para multiplicar esa sensación es mejor llegar a ella por sorpresa, pero claro, si no puedo hablar de la película no puedo recomendarla.
Dilemas...
Nhtg, haces bien. A mí también me revienta que me chafen las películas.
Aunque por eso mismo intento evitar los detalles de las películas menos conocidas (aunque en casos como "Pretty Woman", y ese tipo de películas que ha visto todo el mundo, sí que hablamos de la trama).
Nana Nicotina, ahora que lo dices creo que no he visto nunca una película de Haneke. Como imagino que eso está muy mal visto, intentaré solventarlo esta misma noche (aunque sea gratis).
Ojal-a, es verdad, se le pueden poner peros, como a todo el mundo, pero nadie nos libra de su capacidad para interesar e impactar.
Será porque las buenas historias no aparecen tan fácilmente, Cardo, hay que apresurarse con la alabanza.
Lo del gusto ya es más discutible...
Cuatro pequeñas cosas con las que me quedo:
- La máquina de escribir
- Las fotos tumbadas
- Las libreta en la mesilla
- Las arrugas de Ricardo Darín
Anay, una película llena de maravillosos pequeños detalles, cierto.
Estoy brujuleando por aqui...jo..que buena crítica, a mi también me encantó y también la he visto dos veces.
La primera me quedé sin habla en el cine...
una gran peli.
Gracias, Molinos. Un peliculón, con todas las letras.
A mí me pasó algo parecido, hacía tiempo que no veía algo tan redondo, algo que me impactara tanto en el cine.
Muy buena! a estas alturas (acabo de descubrir su blog), la he visto unas 5 o 6 veces, y si acaso, cada vez me gusta más.
Me quedo con:
La máquina de escribir,
“No fue en otra vida, fue esta, es esta”, y lo de las pasiones.
Y me encantó su crítica.
A.
A., me acabas de recordar que debería volverla a ver.
Es brillante.
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