Os cuento. El viernes estaba negro, garnacho perdido, bamboleante en mi rama, a punto de caer de maduro. Las cepas viejas tenemos más matices, pero también nos cuesta más esfuerzo disimular el cansancio.
Realmente tenía ganas de liberarme de la esclavitud de la rama. Vi al vendimiador y me entregué a él sin condiciones.
La primera transición fue complicada. Unos pies me pisan, me chafan, rompen el grano. Es la catarsis necesaria, el viaje, el cambio de estado. Estoy pastoso, mezclado y libre. Fluyo.
La primera fermentación, la alcohólica, subió mi moral. Con el calorcito en las mejillas empecé a sentirme diferente.
La segunda fermentación, la maloláctica, me suavizo el carácter, me quitó el sabor agrio y... sonreí.
Una vez embotellado por el domingo, asomado al ventanal del vidrio, reflexiono expectante.
Hoy soy un vino de autor, con aromas de serrín y membrillo.
Mañana tendré posos.
El miércoles estaré para calimocho y poco más.
El viernes seré vinagre.
Eso sí, un vinagre feliz. Ya lo veréis.
.
7 comentarios:
No te avinagres!!!!
con lo dulce que eres!! seguro que puedes llegar a ser una uvita pasa con el tiempo ;)
mardita crisis..
¡Bieeeen! ¡Vinoooo!
Yo por mucha crisis no te veo valiendo para calimotxo, ciertamente, vino de autor te pega más (aunque, nunca despreciemos los vinos baratos, que tantas noches nos han alegrado desde nuestra mas tierna infancia).
Me iré avinagrando a lo largo de la semana, Pitufa. Creo que eso no tiene solución.
Pero tranquilos, que habrá final feliz (para mí, principalmente).
Lasa, tu entusiasmo por el vino indica que tienes valores firmes. Te has ganado, una vez más, mi respeto.
Rompamos un tetrabrick en honor del vino barato. Un recuerdo emocionado.
el vinagre también tiene su aquel, solo hay que encontrarle el uso adecuado
Veo que se dio bien el finde vinicola... vamos el enoturismo ¡¡¡
La vida a travès de una copa de vino...
interesante!!!
conozco otros que viven a travès de una copa de vino y no son capaces de sacar ni la mitad de los sabores, estados de animo y cambios que tu sacas...
Como por ejemplo, de colirio, Cardo.
O mejor, vinagre para una ensalada playera y fresca.
En pocas palabras, Carburo, fue espectacular.
Gracias, Sensaciones Encontradas. Hay vinos que dejan huella, como una paisaje. Los monos de bien sólo podemos intentar acercarnos a esas sensaciones.Y aprender.
Publicar un comentario