El tiburón o escualo (escual, para los finolis), es un pez cartilaginoso, con la boca llena de dientes y una aleta dorsal delatora que le impide dar discretamente sus paseos por la superficie. Por ello casi siempre nada de aquí para allá por donde cubre, respirando por sus ranuras branquiales que le dan un distinguido aspecto de Ferrari, agresivo y deportivo.
Pero nada más lejos de la realidad. El tiburón es el gran tímido del mar. Su madurez tardía, su afán de enterrar conflictos de autoestima, es lo que les lleva a ser voraces y a comerse a los bañistas.
Quizás por esa timidez optan por conocerse en los chats y eligen la fecundación externa.
El tiburón puede llegar a medir 4 o 5 metros. Aunque lo normal es que no mida eso. Sobre todo, os aviso, no le habléis del tamaño, es muy sensible a este asunto.
Dotado de un poderoso olfato, puede distinguir una gamba pasada a la legua. También, por lo mismo, acaba hasta la cola del delicado aroma de la brisa del mar.
Le gusta:
- Los mordiscos en el cuello
- Las chaquetillas de punto
- La comida con mucha sal
No le gusta:
- La sopa
- Los delfines
- La convivencia
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8 comentarios:
¿Las chaquetitas de punto? No lo hubiera adivinado en la vida.
Por cierto, yo conocí una vez a un tiburón que me confesó que le gustaban más los langostinos que las gambas, pero que no lo reconocería entre los suyos porque se supone que las gambas son mejores y quedas de chabacano si dices lo contrario.
Pobretes nadie les entiende y les marginan. Normal que desarrollen cierta psicopatía asesina...
Hay tantas cosas que desconoces sobre los tiburones, Raza Becaria... y no te culpo, culpo al sistema educativo, a la LOGSE.
En la antigua EGB, por ejemplo, nos llevaron un día a los 41 de mi clase a ver tiburones, en vivo y en directo. Fue estupendo. Los 39'5 que regresamos aprendimos un montón.
Por cierto, eso de "yo conocí una vez..." suena igual que lo típico de "yo tengo una amiga..."
Cardo, así es. Son depredadores, de acuerdo, pero tienen un corazón de oro.
Lo que pasa es que de alguna forma tendrán que canalizar su rebeldía ¿o qué?
Confieso, señor profesor, que me he saltado alguna lección: desconocía esta acojonante sección. Y oso recomendarle un librito a la par isntructivo y desternillante: Hasta (casi) 100 bichos, de Daniel Nesquens y editado por Anaya.
No conozco ese libro, Iza. Pero ya lo han sacado a colación por aquí alguna vez. Sí conozco otros bestiarios ilustres, aunque lo mío es la zoología seria.
Espero que puedas echarle un vistazo al resto de la asignatura. Es muy útil para los chimpancés de a pie conocer al resto de bichos del orbe.
A mi estos bichejos... no me simpatizaban mucho desde que un día vi en la predicción metereológica todo el Mediterráneo lleno de aletitas porque habían entrado tiburones por el Estrecho de Gibraltar... Ahora que se que son tímidos, me caen un poco mejor.
Joer... creo que soy un tiburon...
Timonera, son tímidos y muerden por timidez. Qué más querrían ellos que poder pasar por el Estrecho de Gibraltar sin llamar la atención, pero claro, todo el estruendo mediático de aquella película lo complicó todo.
Dina, sí, me lo creo, pero de los de Frigo.
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