The Adventures of Ford Fairlane - 1990 -
Director:
Renny Harlin
Reparto:
·
Andrew Dice Clay (
Ford Fairlane)
·
Wayne Newton (
Julian Grendel)
·
Lauren Holly (
Jazz)
·
Priscilla Presley
Guión:
James Cappe,
David Arnott,
Daniel Waters y
Rex Weiner
Fotografía:
Oliver Wood
Leo a
Borges:
"Observa Coleridge que todos los hombres nacen aristotélicos o platónicos. Los últimos sienten que las clases, los órdenes y los géneros son realidades; los primeros, que son generalizaciones; para éstos, el lenguaje no es otra cosa que un aproximativo juego de símbolos; para aquéllos es el mapa del universo. El platónico sabe que el universo es de algún modo un cosmos, un orden; ese orden, para el aristotélico, puede ser un error o una ficción de nuestro conocimiento parcial".
Del mismo modo existen dos clases de personas: los que aman esta película y los que la detestan. Los primeros serían aristotélicos. Los segundos, platónicos convencidos, no encuentran en la trama, en el guión, en las actuaciones, en la dirección, los rasgos de genialidad del arquetipo.
Aristóteles elogia a todo dramaturgo capaz de comunicar discursos antagónicos a través de sus personajes, ofrecer un universo de certezas contrapuestas, fragmentar la realidad. Defiende a su vez el diálogo coloquial y, principalmente, el fin hedónico ligado indisolublemente a lo filosófico, defiende, por tanto, el entretenimiento.
La catársis, afirma, bien puede producirse con la carcajada.
Nuestra generación tuvo esa catársis. Acertó a encontrarse con esta película en el momento idóneo, de la manera más vulgar (fue la televisión y no la sala de proyecciones) y la película nos dotó de ese toque absurdo tan característico.
Una historia detectivesca en el submundo de la industria discográfica puede encerrar sorpresas inenarrables (grupies, koalas, rocanrol y esas cosas). El prota es un tontolaba, sí, ¿y qué?. Todos lo somos. Podemos rebelarnos inútilmente contra nuestra propia naturaleza o memorizar parrafadas como:
Keith Richards se revolvería en su tumba si no fuese porque el muy mamón aún no se ha muerto.
El debate no es exclusivamente estético.
¿Eres un
menosmola?
Pues tócame las bolas.
Si el doblaje estropea, en la mayoría de los casos, la esencia de las películas, en esta ocasión no.
Pablo Carbonell hace un trabajo difícil de catalogar, en el punto justo entre la sorna y la sarna,
increíblebleble.
Con su voz, la película adquiere tintes todavía más surrealistas. Es imposible no considerar de culto una película con frases como:
-
Tanto gilipollas y tan pocas balas
-
Hablar con Zuzu era como hacérselo con un rallador de queso, ligeramente divertido pero sobre todo, doloroso
-
He oído gatos follando con más oído que este chaval
En definitiva, un reparto lleno de sorpresas para una película que escapa a cualquier clasificación. Si eres de los que naciste aristotélico, deberás acercarte a su visionado con la mente abierta y pura de un preadolescente con granos. Esa pubertad perpetua en la que vivimos , ese rechazo de las ideas preconcebidas, nos lleva al conocimiento.
Pero lo más importante, tengo un banco de jurelillos nadando en mis pantalones y nadie me cree.
.
9 comentarios:
Gano el guarro con Qué Guarro.
http://es.wikipedia.org/wiki/Las_aventuras_de_Ford_Fairlane#Frases_memorables
Es que hasta tiene entrada wikipédica!
No me tenía por aristotélica, pero visto así...
Peibols, el premio es tuyo.
La wikipedia (a veces, no siempre) se ocupa de las cosas importantes de la vida.
Iza, aristotélica perdida, me temo.
En el barrio había un chico que era igual que el prota... y nos marcó la salida de la adolescencia, la peli digo...
Jo, Peibols me has quitao la frase!!
A ver si consigo que compartamos el jodido osito koala... a mi otra de las que me marcó era esa Zuzu con la enorme bomba de chicle (menos mal que no tardaron en sacar el rollo boomer y conseguimos emularla) diciendo: wow, estoy orgásmica... yo que ni sabía qué era eso.
Desde luego es una película genial... fijo que habría ganado algún Oscar si no le hubieran hecho boicot los de la academia, la madre que los parió... hijosdeputa (version libre ;P)
Menos mal que lo has aclarado, Duende. En realidad los tupés marcaron a toda una generación, lo queramos o no.
Wilwarin, esos retrógrados de la Academia del cine tienen mucho que aprender de otras academias... qué sé yo... una que se me ocurra... así al azar... ¿la mía?.
Por cierto, te debo un libro (que lo ganaste con todas las de la ley). Te lo intento mandar esta semana, que soy un desastre total.
Eso, eso... que mi esfuerzo me costó ganármelo... ahh, no, que habías sido tú quien amañó el telecupón, qué detallazo. Si no se perdió por ahi tienes que tener mi direccion en un mail... si te hace falta avisa y te la vuelvo a mandar.
Lo conservo, Wilwarin. De esta semana no pasa.
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