En su laboratorio secreto el Hombre Revenido instruye a los simios del mañana. La involución es el camino correcto. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesca, el humilde centro del Universo.
miércoles, junio 04, 2008
Uyuyuy...
... Srta. Perkins ese cuento me da... miedito.
Academia de Chimpancés, trabajando por una mirada sucia las 24 horas del día.
De regalo un gráfico para los políglotas (que hacéis varias cosas con la glotis).
El principio acongojante de Bambi y el final desbaratado de la casa Usher... más vale que tenga algo preparado la señorita para rebajar la tensión del muchacho hacia la mitad del libro.
No todo es ternura, Alberto, jeje.
10 comentarios:
Esa mano... ¡¡¡
Desde luego, asi a cualquiera le gusta que le lean un libro en la cama....vaya con la srta...
Siempre pensando en lo único....
Ya veo que te se da bien el inglés...
Miedito da el empapelao de la pared y las cortinas del S.xv. Por cierto, de qué mano habláis?
Le está leyendo Bambi!!!!!!
como son las cosas.. en Finlandia se los comen (a los bambis digo) jejeje
¿Trabajando por una mirada sucia o... empaña?
Si, si, y el pobre osito contra la pared...
...Que luego va al pan, Carburo.
Pistols, así le podría leer hasta la enciclopedia británica y él no pestañeará. Qué bonita la literatura.
Pequeña Silvi, el inglés es un idioma perfecto para la estadística y la ciencia.
Maru, la mano domina la escena y tranquiliza al joven, inquieto por el devenir del cuento. O quizás por el devenir de la decoración, no se sabe.
Pitufa, está leyendo "Bambi", realmente hay detalles impresionantes en la foto, a ver si los veis todos.
Dina, ¿empañada por el vaho? Uyuyuy...
Duende, esa es buena también. El osito se lo ve venir...
Fijese mono con que ternura le esta sujetando con la mano ... es una escena de una ternura enorme
Por el nerviosismo del joven le debe estar leyendo " La caida de la casa Usher " de Edgar Allan Poe
El principio acongojante de Bambi y el final desbaratado de la casa Usher... más vale que tenga algo preparado la señorita para rebajar la tensión del muchacho hacia la mitad del libro.
No todo es ternura, Alberto, jeje.
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