Un famoso ejercicio de concentración hindú exige sentarse y no pensar en un elefante blanco. Inevitablemente, si uno intenta cumplirlo, no puede dejar de pensar en el elefante blanco. Aunque uno no suela pensar en elefantes blancos, aunque a uno se la soplen los elefantes blancos.
Así que intentaré no escribir de fútbol otra vez, no sea que os sigáis quejando y me obliguéis a hacer una semana temática de fútbol que os quite las ganas de volver por aquí.
Por eso intentaré no hablar de nada relacionado con el deporte rey (tópico donde los haya), ni con todo lo que le rodea. Y eso que sólo hay que mirar a las gradas para darse cuenta de que el fútbol es un juego que enloquece a las multitudes. Pero vamos, que no voy a hablar de eso.
Recuerdo una anécdota genial que sucedió en Zaragoza, en el estadio de la Romareda, en plena semifinal de la Recopa (eran otros tiempos). Los hooligans del Chelsea empezaron a liarla en las gradas y tuvieron que intervenir los antidisturbios. Palos para todos, como suele suceder.
Años antes, el argentino
Bilardo había protagonizado un incidente cuando recriminó agriamente al médico de su equipo haber salido al campo a atender a un rival. "Los de colorado son los nuestros", le repetía, para luego añadir "al contrario, pisalo, pisalo". Y la coletilla se hizo popular.
Así que tenemos a la policía nacional repartiendo estopa a unos ingleses que se habían bebido la fábrica de Ambar entera, y se sumó el cachondeíto general del público coreando "¡Pisalo! ¡pisalo!". Angelitos.
El caso es que al día siguiente los cronistas ingleses relataban el incidente con asombro. La afición maña, contra todo pronóstico, había reaccionado a la carga policial coreando "
peace & love", paz y amor, pronunciado, más o menos, "
pi-sa-lo".
Ya lo dijo
Nereo Rocco, el mítico entrenador del Milan: "péguenle a todo lo que se mueva, si es la pelota mejor". Yo recomiendo esta página desternillante,
Joga Feio, que contiene alguna de las grandes patadas de la historia. El juego limpio para los que tienen la mente limpia.
Eso, sobre todo mente limpia. Nada de hablar de fútbol, eso era. Que a los espíritus sensibles no les acaba de gustar. Sobre todo que no se me olvide, nada de fútbol. Nada, ni tan siquiera un colmillo o la trompa...
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11 comentarios:
"Pi-sa-lo", me ha dejado sin palabras.
Ay dios....mis condolencias,amigo,aunque me consta que eres mandrilista y tl...Aún así,es una pena.
ajaja, con la tontería del elefante al final me lo he leído entero... y menos mal, porque la anécdota del peace & love merecía la pena. Con estos finales una se deja engañar sin problema.
Cuando hablas de fumbol yo te leo para aprender un poquito. Pero cuando no hablas de fumbol, también... Otra cosa es comentar. Me cuesta.
Así sucedió Pistols. A veces la brecha idiomática nos ayuda a quedar mejor.
Orleans, ¿condolencias por qué? no caigo. Si además ayer fue el décimo aniversario de la Sétima.
Ana, a veces tengo que inventarme estos trucos para que os comáis las acelgas. Pero es por vuestro bien.
Duende, yo también te leo, incluso cuando no escribes. No sé, mejor no aprendas mucho. Mientras paguéis la matrícula...
Muy bueno; como adoro a mi club aunque estemos en segunda...
Realmente, estas cosicas son las únicas que salvan al fúmbol.
¡El elefante blanco es Manu Chao! Por lo menos me he quedado con lo general.
Chico, cómo te pones! ni quejarse va a poder uno.
Valiente tema que has elegido, si todo el mundo habla de lo mismo. Tóma, chincha!
Serjuzu, la anécdota es genial. Tú que conoces a esa afición, ¿la imaginas realmente coreando consignas en inglés? jijiji...
Chic, eres críptico como una canción de los Héroes del Silencio. Así que, como no te entiendo, te respeto.
Maru, es que me provocáis ¿o no?
Yo no hablo de fútbol, hablo de la vida en general con las metáforas que entienden los jovenzuelos de ahora. Sólo es eso.
También lo hacía Jesucristo y con él no te metes ¿verdad?
Uhy sí! También me meto con Jesucristo sólo que éste no tiene bolg (al menos que yo sepa).
Jesuscristo, todo el universo es el blog de La Maru.
Ay, calla, al revés.
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