El objetivo final del juego, tal vez de la vida, es el gol. Para obtenerlo y evitarlo se despliega o atrinchera el equipo, al son del balón, al toque de corneta del estadio que alienta o chilla. El delantero centro comanda el ataque, husmea las pistas del gol con su instinto de depredador. Decía Di Stéfano (en pie todo el mundo) que cuando llegó a Europa le dijeron que era costumbre que un buen 9 marcara el gol o, al menos, saliera en la foto del mismo. Don Alfredo, que no era sólo un ariete, también era un mariscal de campo, un todocampista al que el área se le quedaba pequeña, se aplicó al cuento e hizo montones de goles y salió en montones de fotos. El fútbol es un juego de equipo y el 9 cumple su función, y para ello se tiene que pegar hasta con su padre. El 9, se sabe, es un privilegiado.
Didier Drogba es actualmente el más pujante delantero centro de su camada, aquella que dominó el mundo hace muy poco (Ronaldo, Van Nistelrooy, Henry, Inzaghi, Crespo...). Por detrás vienen pisando fuerte los de la nueva generación, tomando posiciones en los principales clubes europeos: Adebayor, Rooney, Fernando Torres, Eto'o, Berbatov, Huntelaar, Toni, Mario Gomez, Benzema... y un largo etcétera, una heterogénea multietnia de cazagoles, dispuestos a monopolizar triunfos y portadas. El relevo generacional es una realidad. Y como en toda revolución, todavía no hay un rey claro, o un mandato presidencial estable y duradero. Muchos son los llamados y pocos los elegidos.
Hablando de elegidos nombraré a Hugo Sánchez, un rematador de un solo toque, como la víbora necesita un solo mordisco; a Van Basten, el delantero definitivo, inteligente, atlético, elegante, técnico, sólo replicable en el recuerdo idealizado o en la quimera de las videoconsolas; a Romario, la sutileza de un asesino frío que arrancaba en cinco metros más rápido que nadie y que allí donde los demás se atolondraban rebajaba las pulsaciones y depositaba el balón en la portería (niños, no dejéis la pelota en el pasillo que alguien puede hacerse daño).
A lo que iba: África tiene cada vez más peso específico en el fútbol, como lo tiene en las sociedades europeas. El jugador africano ya no es el excéntrico portento físico de poca disciplina y nulo sentido colectivo que era antaño. Ahora es una pieza básica en los grandes clubs, un diamante tallado y muy valioso. Cuando Roman Abramovich se encaprichó con el juego de Drogba, viéndole jugar con el Olympique de Marsella, no dudó en pagar 37 millones de euros por él, llevándose a este coloso del área al Chelsea. Allí sigue marcando goles y martirizando defensas centrales, impotentes ante su potencia, su remate, su velocidad y movilidad, su capacidad para jugar de espaldas a la portería, proteger el balón, esperar el despliegue de los centrocampistas.
Un 9 al servicio del colectivo, una verdadera estrella, que suple su falta de recursos técnicos en el regate o la conducción, con una tenacidad casi alemana. Temible desde el primer minuto hasta el último, trabaja incansablemente por mantener su privilegio, el 9 en la espalda, las emboscadas del área, el campo abierto del contraataque y la foto, el gol.
Votación de la encuesta:
1) Fernando Torres y Van Nistelrooy - 27%
3) Drogba - 18 %
10 comentarios:
Yo habia elegido a Van Gol pero Drogba era mi segunda opcion...es letal el moreno
Letal e incomodísimo para el rival, Alberto. Aunque es cierto que hay mucha igualdad entre los mejores.
Van Gol fue el mejor delantero del mundo en el Manchester;hoy por hoy,Didier es más y mejor que él.Me encanta la fiera de ébano.
No hace mucho Van Nistelrooy, Henry o Ronaldo marcaban goles como churros, Orleans. De esos, el único que sigue en la brecha es el holandés. Pero Drogba tiene más frescura (aunque edad parecida) y debe de ser porque explotó tarde, porque lleva menos tiempo bajo los focos de la élite.
Pues debo decidir y me quedan tres opciones por gusto personal: Van Nistelrooy, Eto'o y Torres. A éste lo descartaré porque aún debe consagrarse, a pesar de que es una gozada imaginar que mantenga su nivel actual con la roja este verano. El holandés ha tenido mejores momentos y esta lesión interesada camino de la Eurocopa (y del enfrentamiento entre las dos selecciones mundiales que hemos preparado) no me gusta. Así que me quedó con Eto'o porque espero que, con los años, se le siente la cabeza y explote todavía más sus constatadas condiciones de felino y cazagoles.
En definitiva, el equipo B: Buffon, Dani Alves, Terry, Pepe, Ahsley Cole, Touré Yayá, Gerrard, Iniesta, Kun Agüero, Robinho y Eto'o.
Hum, muy interesante.
Eto'o es bastante bueno, pero es tonto perdido. Todo pa ti, Guillermo.
No te ha quedao mal equipo, no.
El mío: Casillas, Sergio Ramos, Nesta, Chivu, Lahm, Mascherano, Pirlo, Kaká, Messi, Cristiano Ronaldo, Drogba, aún valdría para entrar en UEFA.
Aunque ayer vi a Evra y está a un gran nivel, la verdad. Podría ser una alternativa al lateral izquierdo, puestos a ser autocrítico.
Yo también cambiaría a varios pero bueno, no han quedado malos onces. ¿Cuándo quedamos para jugar este partido?
O mejor, Guillermo, los traspasamos a equipos grandes de España, Inglaterra e Italia, nos repartimos el dinero y luego jugamos al futbolín con unas cervezas y el futuro resuelto.
Vale
No se hable más, Guillermo.
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