También triunfó en América, mucho tiempo antes, un tío mío,
self-made monkey; partiendo de la pobreza se hizo un personaje importante. Tenéis que conocer la historia.
En 1973,
Burton G. Malkiel proponía en su libro "Un paseo aleatorio por Wall Street" un experimento curioso. Un mono lanza dardos a una lista de valores bursátiles y luego compite con las carteras de expertos asesores. Bien, pues según la teoría de este gurú del parqué, la cartera del mono podía llegar a ser más rentable, ergo el mercado era imprevisible.
El
Wall Street Journal, en 1984, recogió el guante y organizó la competición. Y allí entra mi tío, que era un chimpancé decente, trabajador del servicio de documentación del periódico, un mono de los de antes, caballero y atento a todo lo que se cocía a pie de calle. Le pidieron que lanzara el dardo y lo hizo, varias veces, con tanto tino que superó en un 85% las plusvalías del resto de fondos, y batió a los más importantes índices de la bolsa neoyorkina.
De la noche a la mañana mi tío era millonario, pero... ¿qué parte había tenido el azar en todo esto? Según los analistas confundidos, todo había sido una gran casualidad. Y no. Mi tío, sagaz, dotado de una vista excelente y una gran puntería se dio el gustazo de tirar los dardos a posta. Si los demás no saben predecir lo que va a hacer el mercado que se fastidien. Mi tío sí pudo. Y luego no se lo contó a nadie.
Si sabéis algo que nadie sabe, si tenéis un don y podéis sacar provecho de ello, no contéis el secreto. Podréis martirizar a los expertos y confundir a los envidiosos. Cuando tiréis el dardo, como hicía mi tío el de América, rascaros la cabeza y buscaros las pulgas. En lugar de recelo os devolveran una sonrisa ingenua.
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8 comentarios:
Yo tengo un cerdo vietnamita y hago creer a mis superiores que las decisiones las toma él...
¡¡¡Nos va de fábula!!!
La Bolsa fue es y sera como decimos en Argentina es " timba " osea azar puro, una loteria
Serjuzu, los cerdos merecen todos mis respetos. Sobre todo los de pata negra.
Alberto, hay algo incontrolablemente controlable en la bolsa. Para nosotros parece azar, o carreras de caballos. Pero me temo que alguno es el apostante, el purasangre y el jockey y gana siempre.
Razon tienes hombrerevenido. Los duendes no creemos en el azar de la bolsa (está creado por hombres). Si creo en las casualidades, o no?
Yo sé mover la nariz como un conejillo, pero creo que eso no me hará millonaria...
Los Duendes, al igual que los monos, sabéis que las cosas no pasan porque sí en el universo. Pasan por algo.
Aunque vaya usté a saber por qué algo.
Pequeña Silvi, con eso hacerse rico mal. Prueba a algo más celebrado por las masas de consumidores...
sí, eso, por ejemplo.
Venden monos que entiendan del Euribor??
Esos más que venderse te compran si te descuidas, Carburo.
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