El
okapi es un rumiante ungulado parecido a una jirafa pero no, parecido a una cebra pero tampoco. Son proclives a los recovecos de la selva, la oscuridad, el recogimiento, y andan con cautela para evitar a los leopardos, su principal depredador y, a la vez, sus mayores fans.
Es un animal solitario, prácticamente mudo (chats aparte) y convencido de que le va a pasar algo. Por eso se considera en peligro de extinción, y así se lo dice a cada naturalista con salacot y chaleco de bolsillos coronel tapioca que se encuentra. Más que en extinción lo que está es de los nervios.
Tiene una larga lengua prensil que no le cabe en la boca. No le saca el partido que debería.
Porque en el terreno amatorio el
okapi pasa de ser desconfiado a ser cándido. En ningún momento sospecha de los dos cuernecillos que le salen de la frente.
En realidad, a todo el mundo le cae el bien el okapi, pero en cuanto te informas un poco se te cae el mito. A lo mejor ni es acojonante. Tal vez sea sólo majo. O simpático. Mira, le estoy cogiendo manía.
Le gusta:
- Mezclar tendencias
- Automedicarse
- El colacao calentito por la noche
No le gusta:
- Las aglomeraciones
- Los chicles
- Los blogs
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12 comentarios:
Dios, sí! Me gusta que nos consolemos mutuamente por el blog, yo te doy audio y tu me das un capitulo mas de AAAA.
Me ha gustado mucho este animal, primero porque no l oconocia y segundo porque joder que vida interior tiene. Lo de la poesia que no rima ni nada me ha llegado, y lo de que sorber en las orejas no pone nada me ha aclarado porque todos mis chicos se han ido corriendo cada vez que me he acercado a sus orejas y les he vertido zumito de piña.
El okapi... me ha molado. Lo que no entiendo es para qué le sirve tener culo de cebra.
...lengua larga y prensil....
Pero los artículos sobre el porno no fueron la semana pasada?
Personalmente estoy convencido que tanto el okapi como el Ñu son animales creados y mantenidos por la National Geographic para que coportagonicen los consabidos documentales de leones y todo tipo de felinos depredadores de la selva.
Ana, quid pro quo.
Lo del zumo de piña en la oreja es tropical, pero antierótico, te lo digo desde ya.
Lo del culo de cebra es coquetería, porque realmente no le sirve para camuflarse ni para nada.
Pequeña Silvi, aquí del porno no sabemos nada. Es más, somos el único sitio de todo internet en que no sabemos ni lo que significa.
Alberto, ¿insinúas que los okapis se dejan cazar por los leones y luego se van de cañas con ellos cuando acaba la función?
Te diré una cosa, lo sospechaba.
Lo del quid pro quo me recuerda mucho al silencio de los corderos... mmm,m me encantaba esa relacion entre clarice y el dr. lecter. Me hubiera enamorado perdidamente de ese psicópata y me habría vertido zumo de piña en la boca... esperando que no le diera por arrancarme la lengua, claro.
Dios, qué escenón.
¿Todo bien por HombreRevenidolandia?
Ana, ¿qué te hace pensar que en la escena tú serías la cándida Clarice y no el psicópata?
A mí a veces me das un poco de miedo (zumo de piña aparte).
Por aquí todo bien. Estoy estupendo, la vida es maravillosa, casi es fin de semana, vamos, lo normal.
El Okapi este me cae bien, casi tenemos las mismas manías y los mismos gustos.
A lo peor estoy en peligro de extinción...
No, si los okapis son majos. Quizás demasiado majos. Tan majos tan majos que no hay quien los aguante de majos que son, Empanadilla.
El mejor blog de toda la red, aunque solo leo la secciòn de animales acojonantes, hombredevenido, un genio
un saludo desde las vastas tierras de argentina donde estamos hasta la manteca de animales acojonantes.
El mejor blog de toda la red, si exceptuamos todo eso que escribo ¿no?
Jeje, muchas gracias Leuviak, imagínate que sólo escribiera Animales Acojonantes, esto sería ya el acabose.
Saludos transatlánticos. Si quieres que hable de alguno en particular, de las vastas tierras argentinas, te dejo que propongas y veré qué se puede hacer.
Mira,por donde,voy a tener más cosas en común con el okapi que con la sociedad que me rodea...¿preocupante o flipante?
Los okapis, Orleans, eran un bicho raro de la selva, hasta que llegó un biólogo y les puso nombre. Todavía os pasa que hasta que no os dicen: "oye, pero si tienes el cuello largo y el culo de cebra, tú debes de ser un okapi", no os enteráis.
Ya lo sabes. No te preocupe, ni flipes. Ser un okapi y saberlo mola después de todo.
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