Este martes hay cineclub, faltaría más. Pero hago un descanso, justo y necesario, recupero alguna de las películas que ya pudieron leerse en el blog del Capitán Lillo. No es pereza, es agotamiento. Así me tomo un respiro y la semana que viene vuelvo a la sección con ideas nuevas.
Carrie - 1976 - Director: Brian De Palma
Reparto:
· Sissy Spacek (Carrie White)
· Piper Laurie (Margaret White)
· Amy Irving (Sue Snell)
· William Katt
Guión: Lawrence D. Cohen (basado en la novela de Stephen King)
Fotografía: Mario Tosi
Música: Pino Donaggio
De entre todas las fiestas paradigmáticas de la vida de cualquier adolescente no hay ninguna como el baile de fin de curso. Vale, lo confieso, en mi instituto nunca hubo ninguno. Vale, lo reconozco, no soy un americano prototípico, soy oscense, no me he puesto traje y pajarita, no he invitado a ninguna chica al baile, sólo me ponía mi camisa vaquera (¡Dios!, la adolescencia y la moda) y luego me emborrachaba, sin más. Pero a pesar de no acudir a ninguno sé sus normas, sé que hay cuencos enormes de ponche, guirnaldas y reina del baile. Suficiente.
En esa América profunda se cría Carrie, extravagante y adorable, víctima de una educación ultracatólica, más bien lunática. Sobresalientes Sissy Spacek en el papel de la adolescente, torpe, hipersensible, y Piper Laurie, en el papel de la madre asfixiante. De Palma desenrolla la película como si se tratara de un palimpsesto asirio de incalculable valor, despacio, con la pausa meditada de la novela, presentando las circunstancias, prefigurando el clímax de muerte y destrucción.
Las burlas, las bromas pesadas, anticipan el escenario mental, la catarsis. Los extraños poderes de Carrie serán el sofisticado medio para la venganza, telequinesis, mover objetos con la mente, solamente con la mente, vamos.
La fiesta, una vez que Carrie parece haber recuperado el hilo social, va a transformarse en pesadilla (nunca mejor empleado el tópico), y a la reina del baile le espera la putada inmisericorde del cubo de sangre. Y ella los mata a todos, claro que sí. Da un poco de angustia, pero se los carga, y no se carga todo el pueblo porque la película no tenía suficiente presupuesto. A Carrie se le ha acabado el buen rollo, se le ha acabado la esperanza, y, criada en la ignorancia, sólo puede explotar irracionalmente.
Para nota el susto final, ¡uh!, imitado después hasta el hastío.
2 comentarios:
Tremendo lo de Carrie.
Superfans forever de HombreRevenido.
(yo también copy+pasteo lo que puse en su día en la bloga del Capi)(pa moderna kazaja, yo)
Qué gran película generacional, Peibols. Yo también soy fans tuyo, esto es un bucle eterno.
Menos mal que nuestro instituto (cada uno el suyo) no era como este.
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