Cidade de Deus - 2002 -
Director:
Fernando Meirelles y
Kátia Lund
Reparto:
·
Alexandre Rodríguez (
Buscapé)
·
Leandro Firmino da Hora (
Zé Pequeno)
·
Seu Jorge (
Mané Galinha)
·
Phellipe Haagensen
Guión:
Bráulio Mantovani (basado en una novela de
Paolo Lins)
Música:
Antonio Pinto y
Ed Côrtes
Montaje:
Daniel Rezende
Impactante. En una primera palabra. Quien se adentra en este laberinto, hecho de sangre y celuloide, se espera una calmosa historia de desheredados, y sin saber cómo, se encuentra con una obra maestra, cuidada, auténtica, frenética, desgarradora, siguiendo a la perfección los cánones invisibles del lenguaje cinematográfico.
Un guión monumental, basado en la novela de
Paolo Lins, de sus cientos de páginas, de sus cientos de personajes, sostiene este recorrido real (repito, real y valiente) por la cotidianidad soterrada de una favela de Río de Janeiro entre los años 60 y 80.
Coppola,
Scorssese, no se nombra en vano a los artesanos del género en cualquier aproximación a la factura de este convulso relato. "Ciudad de Dios" es una maravilla global, con una osadía que le desconocíamos (siempre mirándonos el ombligo) al cine brasileño. Todo un universo de codicia, de violencia, donde se nace sin motivo y se vive sin otra aspiración que asomar la cabeza por encima de ese mundo que nos oprime, la soledad intocable del asesino, la camaradería del peligro, la enorme lealtad de la guerra. No por otra cosa las favelas son feudos del narcotráfico, esquivados por la policía corrupta.
Hay feroces pistoleros sin escrúpulos, bandidos respetuosos, hombres buenos corrompidos por la venganza, niños de la calle. Es un universo masculino y feroz, de colorido rítmico, de brutalidad insoportable.
Yo quiero matar, robar y ser respetado. Ante los ojos de niño y adolescente de
Buscapé se desborda esta historia. Esos mismos ojos, pacíficos, temerosos, superados, acaban siendo los nuestros, salvo por la diferencia de que nosotros no estábamos preparados por toda una vida de absurdos. Y digerimos el impacto. Una orgía de miseria y destrucción (autodestrucción inevitable, tal vez) vista desde nuestra propia orgía de comodidad.
2 comentarios:
Cómo me alegro de que hayas elegido esta película. Otras veces has comentado películas muy conocidas por todo el mundo, por lo que la opinión está muy formada. No son malas películas (al contrario), pero gusta descubrir alguna que te puede sorprender.
"Ciudad de Dios" es una obra maestra. Una obra maestra desconocida para la gran mayoría. Cruda, impactante, sorprendente. Imprescindible, en una palabra.
(No recuerdo si se han comentado con anterioridad, pero propongo "Réquiem por un sueño", "Memento", ...)
Imprescindible, tienes razón, Mediocentro revenido.
"Requiem por un sueño" no la he visto. "Memento" cae cualquier día.
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