Los mass media ningunean el ajedrez por dos motivos fundamentales:
1) No tiene ritmo (ni admite, de momento, animadoras semidesnudas)
2) Enseña a pensar y a analizar situaciones complejas (y eso, se sabe, no es lo que interesa).
En la
Academia de chimpancés no es que queramos enseñar a nuestros visitantes a pensar, qué va, queremos ayudar a "pensar mal" (ya sabéis,
piensa mal y acertarás); se podría hablar de
Bobby Fisher y su duelo con
Spassky en Reykjavik (en plena guerra fría las dos superpotencias enfrentadas en un tablero), también del mítico enfrentamiento en Sevilla de los soviéticos
Karpov y
Kasparov, en el que había en juego algo más que el cetro mundial, era un lucha de ideas, un anticipo del derrumbe del régimen. Podríamos hablar del último gran show, el
Kramnik Vs Topalov, con el "toilet gate"
(Parte 1 / Parte 2 / Parte 3).
Dejando a un lado el juego, tan complejo y estimulante que necesitaría una vida extra para poder entenderlo bien, y dejando a un lado las anécdotas del pasado, nos detenemos en un desafío que está en su última fase, el duelo hombre-máquina. Se dirá, ¿no ganó Deep Blue a
Kasparov hace unos años? Correcto, así fue, pero jugó con algunas ventajas como sus partidas secretas (el ordenador conocía la trayectoria del "
ogro de Baku", todas sus partidas, sin embargo éste no conocía el juego de su rival) o el poco tiempo de descanso entre las partidas (asumiendo que, claro, la máquina no se cansa).
A día de hoy son
Vladimir Kramnik, flamante campeón del mundo, y el ordenador Deep Fritz los que se están enfrentando en Bonn. “
Si pierdo por amplio margen, el debate habrá terminado”, comenta el humano. El ordenador, de momento, sólo hace "
bip... bip..."
Aquí puede seguirse este extraordinario pulso del que iré informando.
De momento gana la máquina, debido a un garrafal error de
Kramnik, que rozó la victoria en las dos partidas disputadas. En la primera no consiguió materializar su superioridad. Y en la segunda, cuando tenía una ventaja clara regaló la partida con un despiste increíble, una catástrofe. ¿Cómo explicarlo? El genio humano es capaz de comprender, la máquina de analizar millones de variantes en segundos. El ser humano puede equivocarse, la máquina obcecarse en direcciones de pensamiento inútiles.
Quizás sea la última vez que un ordenador pueda ser derrotado. Quizás en 5 años recordemos con nostalgia los tiempos en los que la profundidad de una mente podía desafiar a la profundidad de cálculo de una computadora.
PD.- La capacidad combinatoria del ajedrez es casi ilimitada: las partidas distintas que pueden disputarse, según algunos matemáticos, conforman un número mitológico (1... seguido de 123 ceros), probablemente más que átomos hay en el universo entero. Vaya.
5 comentarios:
Soy demasiado guapo para esto... en el primer parrafo ya me he perdido.
Me sacas del ajedrez de Harry Potter y me pierdo.
El debate de si la máquina puede derrotar al hombre jugando al ajedrez me parece un poco estéril, porque, si no es ahora, llegará el momento en que lo sea. Sólo es cuestión de que sea capaz de analizar más y más millones de combinaciones posibles de la jugada.
Pero el que la máquina sea capaz de elegir la mejor opción hasta derrotar al mejor jugador humano de ajedrez será posible porque otro humano (o un conjunto de ellos) habrán trabajado para hacerlo posible. ¿Conclusión? El ganador final de la contienda es el ingenio humano, se mire por donde se mire.
Peibols, ¿para cuándo un ajedrez de Grease o de Matrix?
Tú con cualquier cosa que te diga te pierdes.
Pepelu, visitaré con atención tu página, no lo dudes. No suelo poner enlaces así sin más, pero te voy a leer, si aprendo algo de ajedrez (que me encanta, pero soy un manta) te enlazaré con gusto.
Mediocentro revenido, el hecho de que todavía puedan enfrentarse hombre y máquina es lo que hace especial estas partidas contemporáneas, que no dejan de ser un chou, un reto deportivo. Nadie duda que el ingenio humanono sólo creó la máquina, también el ajedrez.
pero la distinción hombre máquina es momentanea y hasta ya casi arbitraria ,digamos para fines pedagogicos, que el hombre tiene ahora miles de apendices de silicio, y que, segun la ley de evolucion, lo logico es que el hombre y la maquina se integren en uno solo...
Interesante razonamiento, F, me descolocas completamente.
Esa idea del hombre y la máquina como un todo tiene algo que me desagrada, pero a la vez fascinante. Pensaré en ello.
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