Un día estuve en un sitio y me regalaron un cuaderno bien majo. Y entonces pensé: "lo utilizaré para las notas de una novela estupenda que todavía no se me ha ocurrido".
Desde entonces han pasado 6 o 7 años (mínimo).
El cuaderno sigue intacto, porque no ha habido una ocasión propicia para el fin que mi cabeza otorgó a ese objeto. Y es una pena, porque me hace sentir culpable por no usarlo y por no escribir. Doble culpabilidad.
Además sé que tengo una historia muy interesante bosquejada en notas sueltas llenas de tachones. Que, por supuesto, desmerecerían ese cuaderno. Pero que tienen más posibilidades de prosperar que las páginas en blanco. Vaya usté a saber la razón.
¿También vosotros tenéis objetos a los que les disteis un significado y les cortasteis el vuelo? ¿o sois primates normales?
¿Qué debo hacer con el cuaderno? Inicio una encuesta no vinculante.
¿Debo entregarlo sin más dilación a cualquier idea insensata, aunque no sea la gran novela primate?
¿Debo conservar su virtud como un recordatorio de la idea por venir?
Ya sé lo que me vais a responder. Pero quiero leerlo.
Me hacéis mucha compañía.
8 comentarios:
Yo también tengo esa libreta en blanco... si tiene un destino, tiene un destino... aunque no se cumpla. Yo, la dejaría (la dejo) en blanco
Yo me compré el año pasado un cuaderno como los de las pelis americanas, amarillo rayado... "para escribir con calma algo que a lo mejor es otro libro"... pero solo me apetece escribir cuando voy en el coche conduciendo. al llegar a casa y ver el cuaderno se me pasan las ganas. Es la anticoncepción de la escritura.
Yo lo estrenaría cuando se te encienda en el cerebro la bombilla,en plan,qué nota más genial.Porque si no,luego,igual no te acuerdas.
Lo titularía algo así como ideas para el libro en potencia, o ideas para los posibles relatos.A lo mejor,un día lo vemos en las librerías.:D
Si de verdad quieres que alguien escriba, le regalas un galón de whisky de centeno y un cartón de paquetes de tabaco rubio, junto con un cenicero no demasiado grande, para que rebosen las colillas y la ceniza. Luego él o ella encontrará sitio sobre el que escribir.
Por cierto, el hombrecillo sentado encima del cuaderno, con las patitas colgantes, parece Inda. Ya tienes un personaje guapo, guapo.
Yo creo que lo importante es escribir, anotar. Tener ideas mestiza y fecundas Si el cuaderno ayuda, adelante. Si no, a la hoguera
Nhtg, eres de los míos. Aunque a mí este cuaderno me hace sentir culpable.
Molinos, eso tiene que tener algún nombre de síndrome. Me temo que vamos a tener que darles a esos cuadernos "elegidos" un uso banal, para que aprendan lo que es la vida.
Sonia, creo que esa es la mejor solución. Abrir por la primera página y empezar a apuntar cosas. Una tras otra.
NáN, tendré que empezar a fumar...
El whisky no te lo lleves.
Niño desgraciaíto, tener ideas y tachar mucho. Como el cuaderno es demasiado delicado creo que pasa eso. No me veo emborronándolo. Así que o me decido a guarrearlo o lo dedico para copiar versos de otros libros, con caligrafía excelente y extrema pulcritud.
Yo lo utilizaría, si sale mal... sólo es un cuaderno.
Saludos.
Esa es la respuesta que yo esperaba, Elvis, pero aquí la mayoría de los monos son tan fetichistas como yo.
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