Ideas tan variopintas como una semana temática sobre la Biblia o algún que otro post sobre la historia oculta de Huesconsin. Se admiten otras sugerencias.
Dicho esto, no he venido hasta aquí para escribir sobre que no tengo tiempo de escribir. Aunque acabe de hacerlo. ¡Boh!, paradojas traigo.
He venido porque hoy Molinos celebra que su blog cumple 8 años.
Además de felicitar a la autora y esas cosas, me he acordado de que tenía un post preparado sobre "Ser blogger". Qué mejor momento que hoy para darle salida.
Además de felicitar a la autora y esas cosas, me he acordado de que tenía un post preparado sobre "Ser blogger". Qué mejor momento que hoy para darle salida.
Echas la vista atrás y ves todo lo que has escrito...
Y recuerdas cómo te iniciaste. Con paso firme.
Era la revolución, el maldito internet en nuestra mano.
Yo me sentía como si estuviera utilizando la última tecnología espacial de la NASA.
Sabes que tienes un talento innato y un mensaje que transmitirle al mundo...
Ay, los nervios esperando la respuesta ante las primeras entradas...
Todo parece estar encaminado a la catástrofe...
Y resulta que viene gente. Y no sólo vienen, ¡LO LEEN!
Te vienes arriba y empiezas a arriesgar, a hacer cosas cada vez más locas...
Por un extraño fenómeno endogámico, no puedes dejar de darte jabón con otros bloggers...
Sin olvidarte de tu misión, repartir amor a todo el mundo...
Aceptando las críticas con naturalidad.
Y, sobre todas las cosas, molándote muchísimo a ti mismo.
Porque la regla de oro es la que hoy dice Molinos en su cumple-post: un blog es una recompensa en sí mismo. Las cosas buenas que vienen después, sólo llegan cuando uno ha sido fiel a su propia naturaleza.
Yo me sentía como si estuviera utilizando la última tecnología espacial de la NASA.
Sabes que tienes un talento innato y un mensaje que transmitirle al mundo...
Ay, los nervios esperando la respuesta ante las primeras entradas...
Todo parece estar encaminado a la catástrofe...
Y resulta que viene gente. Y no sólo vienen, ¡LO LEEN!
Te vienes arriba y empiezas a arriesgar, a hacer cosas cada vez más locas...
Por un extraño fenómeno endogámico, no puedes dejar de darte jabón con otros bloggers...
Sin olvidarte de tu misión, repartir amor a todo el mundo...
Aceptando las críticas con naturalidad.
Y, sobre todas las cosas, molándote muchísimo a ti mismo.
Porque la regla de oro es la que hoy dice Molinos en su cumple-post: un blog es una recompensa en sí mismo. Las cosas buenas que vienen después, sólo llegan cuando uno ha sido fiel a su propia naturaleza.
Y eso que al final, el secreto mejor guardado de la blogosfera, el secreto que nadie ha desvelado jamás, es que aunque tú creas que llevas las riendas de tu blog...
Es el blog el que te lleva a ti.
Es el blog el que te lleva a ti.